El peligroso delirio de la psiquiatría

farmacéuticasDentro de los próximos meses de este año, se espera la aparición de la quinta versión del manual estadístico de desordenes mentales, DSM V, sobre el que se conoce el contenido del borrador, que ya ha recibido bastantes criticas (1). Este manual creado por la asociación de psiquiatría americana será recibido en un contexto que incluye la confesión, antes de morir del psiquiatra que “descubrió” el trastorno de déficit atencional, de que en realidad este trastorno no existe (2) lo que vuelve a poner de relieve el sórdido papel que juega la industria farmacéutica en la aparición de este manual.

En $hile también intenta la psiquiatría recuperar su hegemonía, en la intervención de menores recluidos en cárceles, ante la política deficitaria del servicio nacional de menores, dándonos a entender que la situación de pobreza y marginalidad en realidad serian “enfermedades biológicas” como el trastorno bipolar infantil, cuyos criterios difusos se superponen bastante con otros trastornos como el de déficit atencional. Hay 3 consecuencias prácticas que se desprenden de esta iniciativa: La primera y más obvia es el aberrante intento de eximir de responsabilidad al sistema socioeconómico, una segunda consecuencia es la sobrediagnosticacion, al patologizar gran cantidad de comportamientos, sin contextualizarlos socialmente (3)   y finalmente la aplicación de la medicación psiquiátrica, un amplio arsenal en que destacan los antipsicoticos, para casos graves, sobre los que hay abundante evidencia experimental de sus nocivos efectos secundarios (4).

Las escuelas de psicología actualmente defienden una comprensión biopsicosocial del individuo, que resulta bastante más completa que el biologicismo imperante en la psiquiatría, sin embargo esto no se ha materializado en una crítica consistente ni a la sociedad jerarquizada o al capitalismo, limitándose en general a fomentar métodos de adaptación a lo existente, además de que en su mayoría, aun se encuentra atrapada en abstracciones que no han podido incorporar hallazgos muy relevantes en el ámbito de las neurociencias (5) que ponen de manifiesto que básicamente somos aquello que hacemos y que de ese hacer emerge nuestra afectividad y mente en una relación circular con lo que hacemos y en ningún caso somos aquello que consensuamos en el lenguaje.

Una mirada integral de aquello que se ha definido como enfermedad mental

La psiquiatría biologicista establece como factor determinante, en el origen de estas enfermedades en anomalías genéticas, alteraciones estructurales y neuroquímicas en el cerebro, sin embargo, a pesar de una gran cantidad de estudios, hasta el día de hoy no se pueden establecer relaciones causales directas, y se depende de criterios clínicos para el diagnostico de un numero siempre creciente y cambiante, de categorías arbitrariamente definidas, que mas bien contribuyen a la estigmatización de las personas antes que ser un indicador útil que oriente un tratamiento. La búsqueda frenética de biomarcadores para determinar el diagnostico de esquizofrenia, sin resultado alguno es tal vez el fracaso más simbólico y significativo de estas líneas de investigación.

La farmacología propuesta resulta igual de impotente y apenas logra mantener la sintomatología en un estado de latencia crónica, fácilmente alterable por cualquier estresor vital. De esta forma los factores biológicos y genéticos no pasan de jugar un rol de factor de riesgo, que no logra dilucidar nada en concreto sobre el funcionamiento de la mente.

Considero erróneo el concepto de enfermedad mental, ya que la conciencia que sufre algún padecimiento psicológico, es ante todo una conciencia encarnada en un cuerpo que modifica su hacer y su sentir, es decir su manera completa de vivenciar la realidad. Lo que obtenemos entonces es una relación circular entre factores biológicos, psicológicos y sociales. En que así como una configuración biológica puede ser un factor de riesgo, fenómenos como el aprendizaje o las expresiones de afecto también pueden modificar la biología (6), relación que además no puede ser sacada del contexto social en que se da, para considerarla como intrínsecamente patológica o no.

Por todas las razones anteriormente expuestas en este texto, pienso que es inútil la obsesión de clasificar las “enfermedades mentales” ya sea en forma categorial (conjunto de criterios a los que se asigna una etiqueta) o en forma dimensional (grado de intensidad de los síntomas) y mas que nociones normativas de salud mental, me parece más útil una visión personalizada, que rescate la subjetividad particular de cada individuo en relación con su ambiente y como lo vivencia como conciencia encarnada en un cuerpo.

Desde una mirada fenomenológica (7), lo relevante seria comprender como cada individuo conoce lo que conoce, como su hacer, estructura su percepción de la realidad y como a su vez, esa percepción vuelve a modificar su hacer, en un proceso continuo, en ese sentido una buena aplicación de las leyes perceptuales de la gestalt o ciertas metodologías del pensamiento zen, resultan bastante útiles. La neurociencia nos ha permitido saber que nuestro cerebro es una red cerrada de operaciones que está referida a sí misma, en cuanto a sus posibilidades de respuesta a las perturbaciones del exterior y que cada vez que percibimos, actuamos y sentimos se activan grupos descentralizados de neuronas, formando un conjunto que aparece y luego desaparece, como este proceso es continuo, nosotros adquirimos la noción de tener un “yo” estable en el tiempo. En que el proceso neurobiológico implica que cada neurona se activa en distintas frecuencias armonizando unas con otras, en una verdadera sinfonía musical. (8)

Uniendo ambas perspectivas llegamos a una neurofenomenologia, en que se complementan los métodos experimentales habituales, de la ciencia positiva, con metodologías en primera persona, con relación a como conocemos. Esta es la teoría del conocer de Francisco Varela y desde aquí, en las líneas siguientes, avanzaremos desde el desarrollo de la personalidad en interacción con la sociedad para explicar lo que  erróneamente ha sido definido como enfermedades mentales, por las razones expuestas anteriormente, que básicamente nos muestran una simultaneidad entre mente y cuerpo actuando en constante interacción circular, es decir la mente es una propiedad emergente de nuestro hacer, que no es reductible a los sustratos neuronales. Y que a su vez genera cambios en este sustrato neuronal, en una relación circular continua.

La idea de nuestra mente funcionando como una sinfonía musical en un continuo recrearse en nuestro hacer, nos permite inferir que un “yo sano” seria aquel que es lo suficientemente flexible para actuar y responder a cada estimulo en forma coherente en el presente inmediato en contraposición a un “yo” rígido como se puede ver en personas que presentan cualquier adicción o un trastorno de personalidad, en que responden de una misma forma a todo lo que se les presenta, o a un “yo” extremadamente laxo que se ve dificultado de articular respuestas o acciones coherentes con su medio, como sucede en las psicosis. En síntesis cada alteración de esta unidad mente y cuerpo es posible de ser conceptualizada como un trastorno de la vivencia de la temporalidad en que el presente inmediato ha quedado desplazado de diversas maneras.

Desde el fondo de la mente hacia la sociedad jerarquizada basada en la competencia

La sociedad jerarquizada impone repertorios rígidos de comportamientos, que le permite asegurar su control sobre las personas, siendo dos los valores centrales en nuestra sociedad: El asegurar el principio de obediencia absoluta a la autoridad y la competencia antes que la cooperación, para lo que cuenta con mecanismos de coerción y producción de consenso, tanto materiales como ideológicos, de esta forma se estructura una sociedad dividida en clases impuesta desde la violencia, no me extenderé sobre las características concretas del sujeto capitalista, porque se ha escrito bastante al respecto, pero si es importante señalar que básicamente es un sujeto con una edad emocional de dos años que oscila entre una demanda extrema de obediencia hacia quienes percibe debajo de él y de sumisión temerosa a quienes percibe como autoridad.

Toda la red de relaciones sociales jerarquizadas se estructura, a través del estado, sobre dos emociones básicas el miedo y la ira, junto con la manipulación de nuestros deseos para tornarlos compulsivos (consumo en cualquier forma), lo que contribuye a la rigidizacion de nuestros comportamientos, porque simplemente no hay espacio para hacer otra cosa, ya que fuera de estas relaciones sociales y económicas, el riesgo es no poder asegurar la supervivencia, sabemos muy bien que dentro del sistema, tenemos la libertad de morirnos de hambre, sino participamos de su maquinaria productivista.

Así emerge nuestra identidad cristalizada incapaz de enfrentar el presente inmediato, rigidizando aun mas los únicos comportamientos que conoce, al enfrentarse a la incertidumbre del desempleo, la pobreza, la presión por el consumo, la necesidad de hipervigilancia para poder competir en la forma brutal en que se le demanda relacionarse o por el hecho de repetir en forma monótona una y otra vez tareas repetitivas en el colegio o el trabajo, en resumen somos condicionados.

El intentar adaptarse, a toda esta estructura socioeconómica ,es el origen central de todas las patologías, en la medida que bloquea cualquier posibilidad de desarrollar en forma plena una afectividad y una racionalidad flexible, que le permita a las personas entender como conocen lo que conocen y por ende relacionarse en formas cooperativas y horizontales, en las que radican nuestras posibilidades evolutivas como especie, para ello solo basta ver los mecanismos que tenemos en el sistema nervioso para la empatía y el apego temprano a figuras significativas en la niñez. Que son finalmente los primeros agentes socializadores de toda la sociedad dividida en clases, luego se suma la educación, religión, medios de comunicación, etc.

Es así que puedo afirmar, con plena seguridad, que la alteración de la personalidad más grave es el adaptarse completamente a este sistema jerarquizado, basado en la competencia, ya que requiere la perpetua reiteración de esquemas de acción rígidos , es como si nuestro cerebro, siguiendo la metáfora de la sinfonía musical, reiterara una y otra vez una monótona melodía.

Pero aun hay mas, ha surgido no hace mucho una disciplina llamada psico-neuro-inmuno-endocrinologia, que con abundante evidencia experimental ha encontrado los mecanismos que conectan estos sistemas, en términos muy simples nuestra exposición constante al sometimiento y la incertidumbre que se materializa en forma de stress crónico, literalmente destruye órganos y sistema inmune, llegando a establecerse un papel no menor de las emociones en enfermedades como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares, tan extendidas hoy en día debido también a múltiples factores ambientales lógicamente.

La alarma que generan fenómenos como la “delincuencia juvenil” no es otra cosa que la asimilación coherente, en sectores marginados socialmente, de todos los principios de jerarquización y competencia bestial. El denominado “bullyng” en los colegios es también la continuación de dichos valores impuestos por el sistema de dominación, lo mismo, la mayoría de los comportamientos psicopáticos con que las noticias nos intentan aterrorizar, sin jamás hacer una crítica a la estructura social, ya que son parte del aparato ideológico de control. Eso sumado a un sin número de comportamientos patologizados por ser incompatibles con la estructura social, el que crea que un niño puede estar sentado quieto durante horas en un colegio o el que crea que una persona debe adaptarse a extensas y precarias jornadas laborales, merece el calificativo de delirante sin lugar a dudas.

Pero se puede descender aun mas, no se puede disociar la conducta de los abusadores sexuales de una sociedad patriarcal y mercantilizada en la medida en que pueden cosificar a sus víctimas y percibirlas como un mero objeto, en especial en el caso de niños y niñas, lo que obviamente tampoco les exime de responsabilidad, pero permite una visión más integral, en que confluyen otros factores. Finalmente va quedando claro que la alteración particular de cada individuo va ser definida por su propia historia vital modulada dentro de esta sociedad jerarquizada.

Es importante señalar, que en una sociedad horizontal, posiblemente también se puedan presentar alteraciones de la anímicas o de la personalidad, pero tanto sus síntomas, evolución y pronostico serian bastante más favorables, solo recordar al respecto que las personas con esquizofrenia tienen peor pronóstico en las grandes ciudades que en pueblos más pequeños, lo que pone de relieve la importancia del factor del apoyo mutuo o la simple reciprocidad.

La psiquiatría y la psicología, en tanto que son también aparatos ideológicos de control, solo nos han hablado de extraños síntomas que requerirían distintos tipos de intervención, pero han silenciado que la causa principal, es la sociedad misma que produce a los individuos de una forma particular que es rastreable desde su fisiología, a su mente, hasta su interacción circular con la sociedad en la que está inmerso. Se podrán proponer los mejores métodos terapéuticos posibles, pero una personalidad sana no cabe dentro de los limites de una sociedad autoritaria, competitiva y mercantil, todo lo que nos muestra la prensa para aterrorizarnos es la natural descomposición del tejido social en una sociedad dividida en clases, toda la irracionalidad ha nacido de una sociedad muy racionalmente planificada para la explotación de millones de personas, a través del estado para asegurar el sistema económico capitalista.

El delirio de la psiquiatría es intentar convencernos que nacen sujetos con fallas intrisincas, incapaces de adaptarse a una sociedad sumamente deseable, nos vuelve a repetir con apariencia de ciencia objetiva una y otra vez principios eugenésicos, que promueven validar una sociedad divida en clases como algo propio de la naturaleza.

El gran delirio, que se ha logrado materializar, es el de una sociedad jerarquizada, dividida en clases, organizada a través del estado, basada en la competencia y administrada desde una tecnociencia, que concibe el cuerpo como un mero aditamento, de una mente que solo debe aplacarse, para que piense en obedecer el repertorio que se le asigno, lo que nos demuestra, que en ningún caso estamos alienados, sino que cada sistema reproduce los individuos que requiere para asegurar su supervivencia y que modificando esta estructura por una horizontal basada en el apoyo mutuo, emergería un ser humano totalmente distinto, a pesar de que biológicamente seria básicamente el mismo.

1-  http://portaloaca.com/opinion/7463-dsm-v-o-como-empezo-nuestra-enfermedad-mental.html

2-http://m.bebesymas.com/salud-infantil/el-psiquiatra-que-descubrio-el-tdah-confeso-antes-de-morir-que-es-una-enfermedad-ficticia

3- Una realidad absurda es que bajo los criterios DSM IV el 70% de la poblacion penal padece el trastorno antisocial de la personalidad.

4- http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=s0034-98872009000100017&script=sci_arttext

5-http://www.escuelafranciscovarela.cl/documentos/fenomenodelavida.pdf

6- El premio nobel de medicina del año 2000 Eric Kandel demostro que el aprendizaje modifica las conexiones neuronales, explicando neurobiologicamente como funcionaba la psicoterapia y Francisco Varela en sus investigaciones ha mostrado como el afecto puede modificar la expresion de genes.

7- Un ejemplo de un tratamiento psicoterapeutico de la esquizofrenia orientado fenomenologicamente http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1130-52742010000300003& script=sci_arttext

8-  Teoria del agrupamiento musical de las neuronas de Francisco Varela https://www.youtube.com/watch?v=XABxBwcmQPE

@de_humanizer
http://elvirusdelasubversion.blogspot.com.es/

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio