Sequía de medios en el Cuerno de África

HambrunaSi las cosas continúan como están, Somalia entrará en el 2012 con cerca de un millón de habitantes menos. Habrán muerto. La ONU avisa de que si la respuesta a la crisis humanitaria del Cuerno de África sigue siendo igual de escasa aumentará el hambre, que ahora ya provoca 2.000 personas muertas al día sólo en este país. En total ya suman decenas de miles, la mitad niños.

Es cierto que a Somalia, el país que se lleva la peor parte, le ha caído todo de golpe: un conflicto armado que dura años y una sequía que acaba con el ganado y las cosechas. La sequía se veía venir, pero no ha habido voluntad política para prevenirla. Pero seguramente la más devastadora es la sequía de medios: los media no hablan del tema. En consecuencia, la desidia internacional está servida.

Cerca de un millón de niños están gravemente desnutridos y en riesgo de muerte inminente. Un dato escalofriante que parece chocar con la indiferencia de los gobiernos y los organismos internacionales. La indiferencia de un mundo «rico», seguramente harto del binomio África-hambre, que prefiere mirar hacia «su» crisis financiera.

Un mundo que no alza la voz ante las causas reales que nos han traído hasta aquí. Situaciones como la especulación con los alimentos básicos, que en algunos lugares de Somalia han subido un 270% en un solo año (un simple ejemplo de la escalada de precios que condenará a tantos ciudadanos). Los especuladores controlan el mercado de alimentos: cuando les place almacenan enormes cantidades, generando escasez ficticia de alguno de ellos e incrementando así el valor final de los productos. Este aumento del precio de los alimentos impide que millones de personas en el mundo puedan acceder a ellos, a pesar de existir un stock capaz de alimentar a todo el mundo. Una situación que se agrava cuando las multinacionales acaparan las tierras que deberían permitir el autoconsumo y el mantenimiento de la soberanía alimentaria. Y todo ello sin hablar de las reglas del comercio internacional, perpetuadoras de la desigualdad.

Un mundo que, cuando le place, decide con gran celeridad intervenciones como la de Libia, pero que, en cambio, no es capaz de mover un dedo para negociar con regímenes islámicos que impiden el acceso de la población a la asistencia humanitaria. Un mundo que pasa página ante las pocas páginas de los diarios que se dignan a hablar de esta emergencia descomunal. Un mundo que salva bancos con dinero público a toda prisa pero da la espalda cuando lo que toca es salvar vidas.

Es probable que, como nosotros, también sintáis vergüenza e impotencia por lo que está pasando. Os invitamos a actuar desde los pequeños y grandes actos de cada día. Los ciudadanos debemos exigir recursos urgentes que permitan la necesaria ampliación de la operación humanitaria para salvar vidas. Asimismo, debemos exigir a nuestros representantes cambios políticos de fondo, empezando por poner freno a la especulación con alimentos y por cancelar la deuda externa, que en el caso de Somalia, supera los 26 millones de euros con el Estado español. Deuda ilegítima y además, en este caso, de opresión, ya que se concedieron créditos FAD para que el régimen dictatorial de Mohamed Siad Barre adquiriera vehículos militares.

Asamblea de la Coordinadora de ONGD i aMS de Lleida (miembro del Comité de Emergencia y Acción Humanitaria de Lleida)

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