Estado… bancos, trampa hipotecaria

Edificio….Tras 22 años de convivencia con mi pareja decidí separarme, cogí mi ropa y me marché. Meses antes estuve mirando pisos de alquiler, sabía que habían subido mucho los alquileres pero no sabía hasta qué punto. La casa donde vivía la compramos a medias cuando los precios eran muy asequibles con el objetivo de vivir fuera de la gran ciudad y poder hacer un huerto y poner árboles frutales. Los años convividos se convirtieron en una rutina tediosa, aquellos planes no pudieron llevarse acabo por diferencias en cuanto al modo de pensar de cada uno, con que mis intentos de crear una cooperativa se fueron al traste.

Estuve varios meses buscando piso, pero los alquileres no eran inferiores a 500 € y las fianzas que pedían eran super-abusivas con un salario mil-eurista no podría sobrevivir, mi hijo mayor se enteró de mi separación y me propuso vivir con ellos, es decir con su pareja y sus dos hijas, acepté de forma transitoria hasta que pudiera encontrar algo más asequible. Dadas las circunstancias la situación era muy complicada, los argumentos que daban los caseros respecto a los alquileres eran que con tanto inmigrante desconfiaban que les fueran a pagar, ocasionando el hacinamiento de seres humanos en pisos casi pateras con precios abusivos. Obviamente ese argumento era una mera excusa para aprovecharse de las circunstancias especulativas sobre el ladrillo. Mucha gente y no necesariamente promotores y empresarios vieron la ocasión de invertir en pisos que luego alquilaban por los importes que cubrieran las cuotas hipotecarias.

Me instalé con mi hijo y su familia, ellos también estaban pagando un alquiler desorbitado dadas las condiciones de la vivienda pero era lo suficientemente grande como para vivir holgados. Al cabo de unos meses el ex me pidió el divorcio, mi hijo menor había decidido quedarse ha vivir con su padre, mis intenciones era allá donde fuera se viniera conmigo, vivíamos en el mismo municipio y le veía todos los días. El ex quería quedarse la casa y me retó a que como yo me había marchado la casa sería para él y con la decisión del hijo menor en teoría lo tenía muy crudo, pero yo no tenía ninguna intención de luchar por la casa, para mi sólo era un medio para vivir y nada más. Lo único que me importaba era irme lejos y llevarme a mi hijo, pero su decisión tuve que acatarla por mucho que me doliera.

Él estaba decidido a divorciarse con que solicité un abogado de oficio y pusimos en marcha el divorcio, después de un año y medio salió la sentencia y la fiscalía de menores instó  al juez que me diera la custodia, pero el juez la rehusó dado que el chico tenía 17 años y no veía causa alguna para tal efecto. Hacía poco meses que habían aprobado la Ley de Igualdad y en la sentencia decretó que el ex tenía que darme la mitad del valor de la casa y me impuso una pensión alimenticia hasta los 23 años. Cuando cobré el dinero empezó mi calvario, estábamos en el inicio de la crisis y el rebentón de la burbuja inmobiliaria, los bancos empezaron a cerrar el grifo y el declive de la bolsa y para más ironía la abogada que me representó me informó que con el dinero que había recibido, el Estado daba dos años de plazo para comprar otra vivienda y si no tributaría un 18%. Era completamente ignorante de todo este tema, durante todo este tiempo hasta que salió la sentencia, nos mudamos a otro municipio por razones laborales de mi hijo mayor, las fianzas que pedían para alquilar otro piso cada vez eran más desorbitadas con que nos tuvimos que endeudar para vivir 5 personas.

Con la rapidez de la crisis financiera y el alarmismo producido los precios de los pisos no bajaban, después de mucho meditar no tenía escapatoria o me compraba un piso, dejaba el dinero en los temidos bancos porque según el Estado los dineros de los ahorradores estaban garantizados si la banca española entraba en quiebra, o tributaba el 18% que más tarde subió a un 20%. Con toda esta especulación, estaba sumergida en un laberinto que no sabía qué camino tomar. Era consciente que mi situación no era grave si lo comparaba con otras muchas familias que estaban realmente al borde del colapso empezando los primeros embargos de viviendas por la subida del euribor tan brutal que hubo desde el 2006 hasta el 2009, pero mis pensamientos iban por evitar que ese dinero no se esfumara por la alcantarilla de la especulación y el afán de los bancos para no perder liquidez. Con la ayuda de mi hijo me convenció para que comprara un piso por lo menos tendríamos un techo donde vivir si las cosas iban a peor. Estuve mirando muchos pisos pero eran tan caros que no me alcanzaba ni de lejos para vivir con cierta tranquilidad, hasta que que decidí marcharme a un pueblo pequeño centenares de kms hacia las montañas donde los precios eran más razonables. Me embarqué en una aventura dejando mi trabajo con la esperanza que con mi profesión encontraría otro empleo, entonces después de varios viajes, encontré un piso de 2ª mano de protección oficial que lo vendía una familia que todos sus miembros estaban en paro y habían decidido marcharse a Andalucía su tierra natal, el hombre había trabajado de albañil y ellos fueron los primeros en padecer la primera oleada de parados.

Durante el proceso de compra, me di cuenta que los buitres bancarios están en todas partes por muy lejano y angosto que sea el lugar están presente como las alimañas buscando sus presas moribundas. El piso estaba hipotecado en el BBVA con una cuantía muy baja, llevaban tiempo con el piso en venta a través de una inmobiliaria pequeña que había en el pueblo, el precio estaba totalmente acorde con mis posibilidades, esta familia era muy honrada y habían renunciado el piso formalmente con ADICSA la empresa pública que construyó las viviendas y yo solicité el piso con los requisitos que ellos querían, mi perfil entraba en sus parámetros y me lo concedieron dándome un plazo de 3 meses para poder comprarlo.

Cuando solicité la subrogación de la hipoteca en el banco donde esta familia tenían el crédito empezaron las trabas y la lucha contra estos predadores, obviamente tenía el 95% del dinero para pagar el piso. Al principio dijeron que no había ningún problema cuando trasladé todo el dinero al BBVA, una vez ingresado cambiaron el modus operandis y empezaron a presionarme para que llevara un aval y me ofrecían más dinero del que necesitaba, cuando me negué empezaron a  cuestionar mi solvencia decían que yo era una persona de riesgo porque estaba sola, parada y era mayor para concederme una hipoteca a 20 años. Flipé por un tubo como manejan sus condiciones atacando la dignidad de las personas y dejándote como un subordinado y no un cliente nuevo como yo. El plazo de los tres meses estaba a punto de expirar y si no compraba ADICSA no me daba otro aplazamiento y a la familia la dejaban sin esperanzas para poder marchar. Entonces con la cólera que llevaba encima me planté en el banco y me puse a gritar delante de los clientes diciendo a la directora que me devolviera toda la documentación y les dije que el riesgo eran ellos por ladrones, abusivos y estafadores por una hipoteca de mierda que no llegaba ni para comprar un coche pretendía que fuera más alta y tenerme atrapada de por vida. Pero la cabrona ya había tramitado toda la documentación al notario dando el visto bueno, pero intentaba colarme más dinero y con un aval fuera como fuera. Estaba claro que toda la transacción el banco no sacaba un suculento beneficio porque la aportación del dinero era casi todo en efectivo y ellos no sacaron tajada, incluso con los gastos notariales y de escrituración la mayor parte se lo llevó hacienda, eso sí me endosaron un seguro de vida en la hipoteca mientras dure la misma por suerte solo me quedan tres años de cinco en total. Desde entonces he seguido luchando con estos canallas porque intentan endosarme comisiones ficticias y gastos que no justifican a no ser que te vuelvas pesado y les cuestiones sus gestiones.

Por otro lado la Agencia Tributaria catalana quiso hace pocos días sacarme más de 1000 € por determinar que había comprado el piso más barato de su valor en el mercado, cuando la tasación la hizo la propia empresa pública requisito indispensable para poder escriturar. Está claro que no cejan de exprimir al personal de a pie porque hacienda también estuvo investigando si habíamos incurrido en fraude. Tantas sospechas contra las gentes normales indica que soslayan de forma premeditada con los verdaderos estafadores de esta maquiavélica situación, pero por muy duro que sea enfrentarse con esta gentuza aprendes a desconfiar, lo más importante no dejarse intimidar porque sus mecanismos son perversos y la sartén en el fondo no la tienen ellos, juegan con las necesidades ajenas bajo sus condiciones con las cuales te recuerdan bajo amenaza que son legales. Esta legalidad también tienen sus lagunas pero no se detectan porque no sabemos el funcionamiento de sus operaciones.

Ahora después de dos años intentan meterme tarjetas de créditos y ventas de productos, obviamente no voy ha caer en sus tentaciones porque encierran trampas y porque los detesto, son una plaga que no cesan de agobiar.

P.D.  Desde el verano pasado mi hijo menor me dijo si podía vivir conmigo, decía que vivir sin mi era muy difícil…..es lo único bueno que me ha pasado desde que vivo aquí. Salud!!!

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