[Argentina] Carta abierta y urgente a lxs anarquistxs, libertarixs, revolucionarixs, antifascistas y a toda la gente de espíritu libre que se quiera organizar sin líderes ni partidos

El 20 de octubre se confirmó que el cuerpo hallado en el río Chubut es el del compañero anarquista Santiago Maldonado. La miseria no entiende de solidaridad. Policía, militar, gendarme; eufemismo que esconde lo que verdaderamente son: asesinos, siervos del Estado-Capital, mercenarios, un cáncer social. Diferentes uniformes que se conjugan en esa masa uniforme de excremento que custodia al Poder, al extermino, al despojo, a la muerte.

El domingo 22 de octubre fue el circo de la democracia asesina. Todos como buenos ciudadanos obedientes a legitimarla con el voto, a ser cómplices de tanta inhumanidad, de tanta mierda mortuoria.

Santiago fue secuestrado y asesinado por una de las tantas facciones del brazo represivo del Estado. Fue secuestrado y asesinado en un contexto de lucha, encapuchado, cortando una ruta y resistiendo cuerpo a cuerpo con la comunidad Mapuche. Es por este motivo que hay que situar el secuestro y  asesinato de Santiago no como un caso aislado, sino como un plan de extermino sistemático hacia cualquiera que se solidarice con una causa justa, con un pueblo que aspira a la autonomía, con una forma de organización social que prioriza la vida y el respeto hacia la Naturaleza y que rechaza enfáticamente la lógica mercantil capitalista. 

Referentes del pueblo Mapuche como Facundo Jones Huala, Moira Millán y Soraya Maicoño, entre otrxs, nos enseñan cada día lo valioso de su lucha. Una resistencia llena de amor y de rabia, de sabiduría y de rebeldía. Frente a un Estado asesino, frente a diversas facciones del aparato represivo y frente a corporaciones millonarias como el grupo Benetton, se pone de pie un pueblo ancestral que está dispuesto a luchar por otra forma de vida que sea ejemplar para todos los pueblos oprimidos.

Por los motivos mencionados, la unión de fuerzas antiautoritarias es urgente. Parafraseando lo que pregonan nuestrxs compañerxs del otro lado de la cordillera es que hacemos un llamado anarcoposicionado que tolere a la gente enemiga del Estado. A tres meses del secuestro y asesinato  del compañero Santiago, este 1º de noviembre, y todos los que sigan, seamos millones en todas las plazas del territorio. Recuperemos nuestras calles, o mejor dicho, que nuestras calles, nuestros suelos y nuestros barros nos recuperen a nosotrxs. Seamos un mar de furia, de amor y de rabia que todo lo arrase. Seamos una columna negra y roja que todo lo desborde. Construyamos ese nuevo mundo que llevamos en nuestros corazones aquí y ahora. Que cada cual se sienta libre de manifestarse como lo sienta, sin imponerse ni demonizar la acción de la compañera o compañero que tiene al lado. Cuidémonos entre nosotrxs, para criminalizarnos ya está el Estado y todos sus guardianes. No nos convirtamos en policías de azul ni de rojo. Estos últimos han querido amedrentar a varixs compañerxs anarquistas. Compañerxs que levantan la idea y la lucha de Santiago. Una persona que apostó por la solidaridad, la hermandad, el arte y la acción directa como se ve conjugado en un hermoso mural en el cual trazó la ya mítica frase de Severino: “Arrastrar una masa inerte de carne y huesos no es vivir, es solamente vegetar. A la vida es necesario ofrecerle la rebelión exquisita del brazo y de la mente”. Queremos que esta carta también interpele a ellos, a los buenos ciudadanos, sean de izquierda o de derecha. Hay que ser corto de vista para confundir anarquistas con milicos. No realicen el trabajo de la policía, no sean los que custodien el orden y la paz porque la paz es de ellos, no de nosotrxs. Esa paz y ese orden asesinaron a Santiago y asesinan diariamente a miles de personas. A compañerxs de izquierda que sientan que el inmaculado Partido ya está viciado de jerarquía, de urnas y de rostros sonrientes en la publicidad electoralista del juego burgués, están invitadxs a formar parte de esa inmensa marea libertaria. Si no lo desean y quieren seguir persiguiendo el Poder, lo entenderemos, pero a ustedes también va dirigida esta carta: no faciliten el trabajo del uniforme asesino.      

Santiago, anarquista, revolucionario y solidario. El Estado-Capital va a temblar, no va a tener paz, nunca más.

¡No, No, No! ¡No somos infiltradxs, somos compañerxs de Santiago Maldonado!

¡Al Pueblo unido, lo cagan los partidos!

Plantaron un cuerpo, plantaremos venganza, sembraremos Rebelión. Que la rabia desborde.

VV.AA.

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