Marx, tecnología y proletariado

La conciencia de clase, en este caso, la conciencia obrera o la del explotado en la doctrina marxista ha quedado subvertida por el Poder (Estado) con la formación de diversas categorías entre la clase asalariada, dividiéndola y fragmentándola debido a la especialización, de manera que la conciencia de clase que había o podía haber antaño a quedado prácticamente anulada porque la conformación y jerarquización de la clase obrera por parte del sistema capitalista la ha convertido en auto-explotadora (el poder degrada tanto al que lo ejerce como al que se somete), en cierto modo ya no hace falta patrones que nos vigilen. La máquina del Estado (junto con la burguesía) ha hecho añicos al movimiento obrero, incapacitándolo y anulándolo de la forma más efectiva, es decir, asimilándolo con la inserción de la voluntad de poder entre sus miembros.

El trabajo asalariado nunca podrá ser digno y humano (ya sea cobrando 1000 o 100000 euros al mes), por lo tanto no se trata de ser rico o pobre, sino de ser libre.

El fin de la técnica y teconología en una sociedad jerárquica es el control de la Naturaleza y el ser humano, de manera que es la tecnología quien somete al individuo y a la sociedad. En una sociedad no jerárquica y libre, la tecnología también sería libre (en su uso) y no se impondría como medio para gobernar al ser humano, es decir, la técnica y tecnología sería sólo un medio libre en una sociedad libre y no un fin como sucede en la sociedad actual para controlar y someter al individuo.

«…en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.»
Karl Marx (1859) «Prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política»

Queda claro que para Karl Marx es la sociedad quien determina o hace al individuo, para él la tranformación o la revolución en última instancia se desarrolla en primer lugar en el conjunto total de las relaciones que se dan en el colectivo-sociedad. El individuo carece de voluntad, por lo tanto queda a merced del sistema que lo modela a su gusto. El desarrollo de las fuerzas productivas materiales o la economia están por encima y determinan la voluntad del individuo, su conciencia queda supeditada por las circunstancias materiales. El individuo queda a merced de una fuerza ajena ¿élite de poder? que no comprende, es decir, queda anulado. La condena de Marx al individuo es evidente, no hay transformación individual sin un previo cambio social. Para Marx el Poder del Estado o la volunad de poder es esencial y necesaria para la revolución. No puede haber revolución sin Estado o élite de poder que transforme las condiciones materiales de vida de la inmensa mayoría de la sociedad.

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