La fuga de un espíritu rebelde

¿Cómo puede un hombre concebido en el seno de la nobleza (y no de cualquier nobleza) despojarse de todo título, de todo privilegio, de toda vida cortesana para unirse a la miseria de los campesinos y los obreros más empobrecidos de la Europa del siglo XIX? ¿Cómo puede un príncipe heredero, familia directa de los Romanov y de toda la nobleza europea, con todas las prerrogativas que su título conlleva, terminar en una prisión por decidir bajar del Olimpo para luchar junto a los desposeídos? ¿Cómo puede un hombre formarse como militar, tener el poder de la autoridad más severa en sus manos y tener a su disposición más de mil siervos y tierras en cantidades incalculables, y terminar siendo uno de los seres más despreciables que cualquier sociedad bajo el poder del Estado puede concebir?

Estas son las preguntas fundamentales que rodean la obra de Rodrigo Quesada Monge titulada La fuga de Kropotkin. De la prisión zarista a la trinchera anarquista, publicada por Editorial Eleuterio de Chile. Un libro fundamental que condensa la increíble y apasionante vida de uno de los pensadores, teóricos y actores revolucionarios más destacados que ha concebido la historia del movimiento social mundial. Un anarquista, un hombre temido y odiado, un amante de la libertad, un hombre que trascendió las fronteras de un imperio. El príncipe Piotr Kropotkin es quizás una de las figuras más connotadas y respetadas de la última mitad del siglo XIX y principios del siglo XX a nivel mundial.

Nacido a lo interno de una de las familias más prominentes de la nobleza europea, recibió la mejor educación que cualquier hombre de su clase podría recibir. Su formación militar se vio interrumpida por su verdadera pasión: la geografía. Sus expediciones como naturalista por Siberia y las estepas euroasiáticas, le permitieron conocer de primera mano las poblaciones más alejadas de Rusia y sus modos de vida, también le permitió recoger toda una infinidad de pruebas científicas que venían a redefinir los procesos evolutivos de las especies, retomando el concepto del mutualismo darwiniano y alejándose de los preceptos de la selección natural que habían sido tan manoseados en la época para justificar el statu quo existente en la sociedad. Nace así la teoría del apoyo mutuo de las especies, tan contundente para demostrar que el principal mecanismo de su sobrevivencia ha sido la cooperación y la solidaridad por encima de la competencia.

En todos sus capítulos, el profesor Quesada Monge nos traslada a una vida que pareciera irreal, sacada de las novelas o cuentos de ficción. El deseo de continuar la lectura de cada línea sobre este personaje es porque va revelando una nueva faceta de su vida. Con un sentido histórico que no puede desapegarse de su autor, el clímax se torna literario, novelesco inclusive, cuando corresponde narrar la extraordinaria fuga de Kropotkin, una de las más exitosas y casi míticas de todos los tiempos.

Un príncipe caído en desgracia por su propia decisión, es ahora un hombre peligroso, perseguido por todos los estados de Europa. Y sin embargo, su misión fundamental es, ante todo, dejar un legado al anarquismo en general y al anarcocomunismo en particular: una ética que se correlaciona perfectamente entre pensamiento y acción. La coherencia ideológica es fundamental en la práctica libertaria: la lucha de los desposeídos es la lucha por la libertad y esta no puede estar mediada por ningún poder que se arrogue los derechos, necesidades e intereses de cada ser humano. La ética de Kropotkin es un tratado a los más nobles y leales intereses por un futuro más prometedor, es el futuro de una ideología que no entra en la eterna dicotomía, que la trasciende, que no ha muerto porque no ha nacido, que solo se ha posado a cuentagotas por el orbe, pero que espera caer a cántaros para inundarlo todo.

La magnífica obra de Kropotkin es el insumo fundamental del profesor Rodrigo Quesada para trasladarnos al pensamiento y acción de un hombre prodigioso y reconocido como tal. Tanto así que la mayor obra, la más exquisita y más elaborada jamás escrita sobre la Revolución Francesa sea precisamente la del príncipe Kropotkin, casi glorificada por el mismísimo Lenin, aunque sus diferencias teóricas y prácticas a veces fueran tan abismales. Por eso es que escribir un libro sobre la vida de un anarquista tan particular no es tarea para cualquiera. Por ello, la dedicación y el encanto particular demostrado por Quesada Monge hacia la figura del príncipe, queda plasmada en cada página.

Kropotkin deja un legado al anarquismo y a la historia del movimiento obrero y campesino mundial. Su obra es de lectura obligatoria pues ya forma parte de los grandes clásicos de la teoría y praxis revolucionaria. Sin embargo, esta vida de coherencia no se ve opacada por su senilidad contradictoria en los años de la Primera Guerra Mundial, cuando tomara partido en la guerra bajo un sentimiento antigermano. Las críticas sobre esa postura, válidas totalmente, nunca eclipsaron su legado, el cual ha sido más grande que sus errores tan humanos y a veces “políticamente incorrectos”.

Una nueva obra del profesor Rodrigo Quesada Monge. La fuga de Kropotkin es por demás recomendada, nos acerca a un pensador de un calibre enorme, riguroso en su deseo de llevar el anarquismo a las lides de la ciencia y la ética, logrando una amalgama apabullante y contundente. De la misma forma, el autor de este texto fundamental, mantiene la rigurosidad científica por dar a conocer la vida y obra de un príncipe salido de las cortes de la alta nobleza rusa, para sumarse a las luchas de la miseria humana, que lo dejó absolutamente todo para acompañar a la gente en su hambre, su tristeza y sus sueños por un mundo de igualdad, libertad y apoyo mutuo.

José Solano

http://www.equipocritica.org/

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