Carta abierta a los pseudoanarquistas dogmáticos

Tras las últimas escaladas represivas, tras el evidente sketch rocambolesco de intento de captar como infiltrado a un compañero de La Base. Tras la reivindicación sospechosa de ser redactada por policías del incendio de varios coches en la Av del Coll del Portell hace más de cinco meses y pocos días antes de la razzia de los mossos contra los Blokes Fantasma. Tras la absurdas convocatorias pretendidamente insurreccionales o por otro lado animalistas para el uno de Mayo. Tenemos la necesidad de compartir nuestra reflexión crítica sobre estos temas. Hemos decidido no ocultarnos en absurdas siglas y pomposos comunicados, firmaremos con nuestros nombres. Muchos nos conocen y a nuestra edad somos más útiles dando la cara que escondiéndonos en pretendidas clandestinidades que no son más que simulacros de rebeldía, la gente que en su momento decide pasar a la clandestinidad no es tan idiota de hacer y decir según qué chorradas. Somos dos personas que aunque nos definamos anarquistas en muchas cosas, no coincidimos, ni ganas. La anarquía (por llamarlo de alguna manera) no es una ideología, es más bien una suma de corrientes del pensamiento nacidas desde abajo. Nacidas de las experiencias, necesidades, deseos y realidades de la gente oprimida y sus luchas por emanciparse. Heterodoxa, herética y libre de dogmas la anarquía no hace falta llamarse como tal para ser, siendo muchas veces apropiado el término por sacerdotes y burócratas del dogma a saber cuál más delirante. No somos seguidores ni de Bakunin, ni de Marx, ni de nadie, leemos, escuchamos, charramos, analizamos y reflexionamos, como gente que lucha para ser digna ante tanto esperpento, simulacro e infiltración. No somos ni perfectos ni queremos sentar cátedra, ni ganas tenemos de ser reconocidos como especialistas del pensamiento. Solo queremos poner en común nuestras reflexiones.

Hay quienes se autodefinen “anarquistas” y se creen poseedores de la “verdad absoluta” como buenos “estalinistas” sacerdotes de la sagrada Idea, sólo es válido lo que hacen y piensan ellos, sus praxis autoritarias, sus manejos asamblearios, sus manipulaciones del todo. Con su superioridad moral deciden cómo comer, como amar, como odiar, como vivir a nuestra gente que por supuesto ignora quedándose en el aislamiento del grupúsculo, baluarte de la auténtica ideología. Para nosotros son elementos extraños a no tener en consideración que se dedican a criticar todo cuando no son ellos, mejor dicho, todo cuanto dicen ser ellos que de hecho, ni siquiera son.

Lo mejor de los anarquistas es que somos “seres cambiantes” ausentes de dogmas y de ídolos, a veces nos equivocamos, pero precisamente por ser “seres cambiantes” acostumbramos a rectificar nuestras actitudes o nos apartamos ante la voluntad colectiva de la gente que está dispuesta a hacer. Que haya anarquistas que se suman a las CUP, las votan y piden su voto o piden el voto a Barcelona en Común o a Podemos, no significa que sean traidores, como así opinan algunos “ortodoxos”, para nosotros todo lo que impida la extensión de la auto organización y la lucha es un falso debate que beneficia más al estado que el de participar en sus instituciones, preferimos ahorrar tiempo y saliva en la construcción en presente de la autogestión generalizada frente al Estado-Capital. Eso no quiere decir que la política no deba ser radicalmente criticada pero pensamos que urge más empezar los cimientos del día a día que proclamar que somos la creme de la creme de la rectitud doctrinaria. En sí, todo es criticable y debe ser criticado, la crítica es un instrumento más para analizar y conocer un poco más la realidad. La autocrítica debe ser algo bueno pero solo para el resto.

Que haya anarquistas que comen carne tampoco significa que sean traidores, simplemente son omnívoros. Como seguramente no se sentirán traidores los “antiespecistas”. Hoy por hoy, por mucho que preguntemos al resto de los animales por sus opiniones no entendemos su respuesta y como la liberación solo es posible si el sujeto a liberar se libera a sí mismo, apartamos este tema a no ser que algún parapsicólogo de la new age nos enseñe a filosofar en lenguajes ajenos al homo sapiens, en definitiva, nos es imposible saber el color político del resto de los animales….

Que haya anarquistas que se compran coche o moto para desplazarse en distancias largas o cortas, no significa que sean traidores y mucho menos se justifica que les quemen el coche por el hecho de ser meras “máquinas”. En sí, a muchos colectivos les gustaría tener a algún obrero u obrera del metal, al menos para que alguien cotice pues siendo “hereus” y “pubillas” la mayoría de sus componentes, la “economía alternativa” no da suficiente para “liberarse”. Simplemente quizás tengan sed.

Que haya anarquistas que beben cerveza, cubatas… no significa que sean traidores.

Que haya anarquistas que consumen tabaco o drogas ilegales, no significa que sean traidores.

¿Acaso los anarquistas “ortodoxos”, esos que se creen poseedores de la “verdad absoluta”, viven apartados de la sociedad? Algunos molaría que se aireasen un poco y dejasen al resto en su tranquilidad, sin gritos, ni insultos, con el modesto y anti heróico hacer de la lucha cotidiana.

Sólo existe una verdad absoluta y esa es la individual de cada cual, no existe una “verdad absoluta anarquista” eso es dogmatismo.

José Suñé López “OdO”
Xavi Cañadas “Kynikos”
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