“Una sociedad jerarquizada solo es posible si se basa en la pobreza y en la ignorancia». 

(George Orwell)

«La primera gran virtud del hombre fue la duda y el primer gran defecto la fe … en la autoridad»

(Carl Sagan)

Mijaíl Bakunin alguna vez planteo como la creencia en una jerarquía divina también incidía en el hecho de naturalizar las jerarquías políticas, económicas y sociales, mucho tiempo después Murray Bookchin mencionaba que la jerarquización social implicaba el intento por jerarquizar la naturaleza, situación que hoy nos empuja lento pero seguro a un colapso ecosistemico, ya que el sistema económico sea capitalista o socialista además de jerárquico a nivel social es indiferente a sus ciclos. 

La cosmología y la ecología son de las pocas ciencias que intentan comprender la naturaleza como un todo, científicos como Stephen Hawking han logrado demostrar que no es necesario acudir a un ente divino para explicar el origen del universo, mientras biólogos y paleontologos como Lynn Margulis y Niles Eldredge han descubierto como la humanidad en el contexto evolutivo es un suceso transitorio y que finalmente no son las especies ni siquiera las que se transforman solamente son los ecosistemas completos, que a su vez son un fenómeno totalmente interdependiente y simbiótico.

De esta manera poco espacio están dejando las ciencias naturales a las ideas de jerarquía social, en este contexto otras ciencias como la psicología carecen de preguntas fundamentales, a diferencia de la cosmología, la evolución y la ecología, siendo más bien un aditamento destinado a que las personas acepten y se adapten al sistema social jerarquizado, que básicamente implica el control y condicionamiento de nuestra experiencia de vivir, ligándonos forzosamente a un territorio en forma estado, despojados del acceso a bienes comunes mediante el sistema económico criminalizando el derecho a defenderse de la opresión que se precia de orden publico,etc. 

Esta situación no deja de ser extraña ya que finalmente toda nuestra experiencia del mundo como totalidad pasa por nuestros sentidos y mediante el control y administración de deseos pasa en forma fragmentaria, es la vida falsificada sobre sí misma. La comprensión de la experiencia vital como una totalidad implica percatarnos que somos producto y sostenemos el peso de siglos de condicionamiento social y evolutivo, el pasado mira en todo momento a través de nuestros ojos tanto aquellas tendencias a ser altruistas como egoístas, libres y sumisos,etc. 

Si pudiéramos observar la textura de ese hecho tal vez nadie creería en las patrañas de la autoridad de turno ni en los valores de una sociedad fundada en la jerarquía, que se reproduce a través de la educación, familias, medios de desinformación, etc. empobreciendo nuestra experiencia del mundo limitándola, dirigiéndola por los causes que la clase dominante ya definió para su proyecto.

¿Por dónde partir entonces? Cuando todos los dioses parecen irse a dormir a sus propios infiernos, la democracia, las dictaduras, el socialismo, el capitalismo nada resuelve el hecho fundamental, que es que significa vivir plenamente, pienso que el primer paso es un sano escepticismo que nos lleve a dudar de todo y a la vez nos mantenga abiertos a lo que aparece en nuestra experiencia humana.

Cada condicionamiento social finalmente es una descripción del mundo que emerge de nuestra actividad en el, es una teoría finalmente y estas son solo formas de mirar en que se puede ver si las hipótesis que hacemos contradicen o no la experiencia, si sometiéramos toda nuestra experiencia vital a ese criterio muy poco de lo que damos por sentado tal vez quede en pie y al fin podríamos abrirnos a insospechadas posibilidades de transformación.