El esperanto, una lengua internacional al servicio de la emancipación de los trabajadores

ZamenhofA pesar de su respetable edad de 125 años, de una floreciente literatura para una lengua con solo un siglo de existencia y de numerosos grupos locales e internacionales, el esperanto se mantiene como un idioma relativamente confidencial. El propósito de este artículo es señalar brevemente algunos rasgos característicos del movimiento esperantista, especialmente del obrero, esbozando también algunas perspectivas.

Los orígenes del esperanto y las diferentes concepciones del esperantismo

Entre los muchos proyectos de construcción de una lengua internacional, el esperanto es más conocido por la personalidad de su creador, Luis Lázaro Zamenhof. Nacido en 1859 en Bialystok (entonces Imperio ruso, actualmente Polonia), fue traumatizado a una edad temprana por las injusticias que observaba en una ciudad donde muchas comunidades convivían juntas. Describió así cómo era la situación en su infancia:

“En Bialystok, la población se compone de cuatro elementos distintos: rusos, polacos, alemanes y judíos, cada uno de los cuales habla un lenguaje propio y mantiene relaciones hostiles con los otros. Me crié como idealista: me enseñaron que todos los hombres son hermanos, y sin embargo, en la calle, en las casas, a cada paso, todo me daba la sensación de que la humanidad no existe: sólo había rusos, polacos, alemanes, judíos, etc. Este pensamiento torturaba mi mente infantil (…) Me repetía incesantemente que cuando fuera mayor, nada me impediría eliminar este mal” (Carta a Borovko, 1895).

A la edad de dieciséis años, con una intuición y un notable sentido de la observación, Zamenhof sentó las bases de una lengua con sintaxis maleable y flexible, pero construida a partir de elementos universales como para ser reconocidos como naturales. Este proyecto fue mejorado en los años siguientes, y Zamenhof comenzó a darle vida utilizándolo especialmente para componer poesías. En 1887, cuando tenía veintiocho años de edad, pudo finalmente publicar en ruso Mejdunarodni Yazik, su primer folleto del idioma internacional bajo el pseudónimo Doktoro Esperanto (“doctor que tiene esperanza”) (1).

El esperanto, resultado del trabajo apasionado y perseverante de su fundador, es fácil y de rápido aprendizaje, ya que no contiene casi ninguna excepción. Aunque su vocabulario es esencialmente de raíz indoeuropea, el esperanto permite de manera a la vez muy libre y muy rigurosa derivar numerosas palabras nuevas a partir de una palabra conocida. Por ejemplo, si sabemos que la idea de “trabajo” se expresa en esperanto por la raíz labor se pueden crear las palabras labor’ist’o (trabajador) o sen’labor’ec’o (desempleo). También puede aglutinar varias palabras: con strik’o (huelga) y romp’i (romper), podemos construir strik’romp’ant’o (rompedor de huelgas, esquirol) (2).

En su primer folleto, Zamenhof sugería simplemente que las personas interesadas prometieran aprender esperanto si un cierto número de personas aceptaran hacerlo. En realidad, los curiosos comenzaron a aprender inmediatamente, y el movimiento esperantista empezó a organizarse en torno a la edición de un periódico. Los primeros esperantistas eran ciudadanos del Imperio ruso pero, pronto, el esperanto fue conocido en otros países, especialmente en Francia, donde su defensor más ardiente y más eficaz fue el “marqués” Louis de Beaufront, que estableció un contrato de exclusividad con el editor Hachette para la distribución de libros en esperanto. Conservador burgués, fue el primero en teorizar el concepto del esperanto como “simple herramienta de comunicación” desprovista de toda significación ideológica.

En el primer Congreso Internacional de Esperanto en Boulogne-sur-Mer (1905), fue adoptada una declaración sobre el esperantismo. Decía, entre otras cosas, que “el esperantismo es el esfuerzo por difundir en todo el mundo el uso de un lenguaje neutral, que ‘no imponiéndose en la vida interior de los pueblos y no teniendo por objeto sustituir los idiomas existentes’, daría a los hombres de diversas naciones la oportunidad de entenderse entre sí, que podría ser utilizado por las instituciones públicas de los países donde existen rivalidades lingüísticas, y en el cual podrían publicarse obras que tienen el mismo interés para todos los pueblos”.

Las características específicas del esperantismo obrero

En contraste con las concepciones burguesas de Louis de Beaufront, la clase obrera y socialista entendió rápidamente los beneficios que los trabajadores y trabajadoras podrían obtener de esta herramienta: para unirse, necesitan un lenguaje común y el esperanto es particularmente adecuado para este papel debido a su facilidad de aprendizaje, que lo pone al alcance de todos. Este beneficio también lo percibió claramente el iniciador del esperanto, que declaró, entre otras cosas, que “es posible que para nadie en el mundo nuestro idioma democrático tenga tanta importancia como para los trabajadores, y espero que a más o menos corto plazo los trabajadores constituyan el más firme apoyo a nuestra causa. Los trabajadores no sólo van a experimentar la utilidad del esperanto, sino que también percibirán mejor que nadie la esencia y la idea del esperantismo”.

Desde principios del siglo XX, el esperanto fue utilizado continuamente en el movimiento obrero, sindical o revolucionario, pero con mayor o menor intensidad dependiendo del contexto histórico. Desde 1903, grupos de trabajadores esperantistas se formaron en varias ciudades, como Estocolmo. El movimiento incluso recibió apoyo oficial de algunas organizaciones obreras. Así, en 1912, el X Congreso de la organización sindical francesa CGT (Confederación General del Trabajo) aprobó una moción en favor del esperanto: “invita a los trabajadores, especialmente a los activistas, a aprender y difundir este idioma indispensable que presta y que está llamado a prestar grandes servicios al proletariado mundial y que llegará así, y sobre todo más rápido, a la meta que todos nosotros perseguimos para la desaparición de las fronteras que nos separan” (3).

El esperantismo obrero creció espectacularmente durante el periodo de entreguerras, impulsado por la ola revolucionaria e internacionalista (5). Autores originales aparecieron en gran número, se publicó el primer diccionario completo, factor importante de estabilización y unificación del léxico, y el esperanto se utilizó ampliamente como lengua puente para transmitir informaciones sobre el desarrollo del movimiento obrero de un país a otro. Por ejemplo, durante la Guerra Civil española, varios periódicos aparecieron regularmente en esperanto. Los más conocidos son el Informa Bulteno (Boletín informativo) de la CNT-FAI y Popola fronto (Frente Popular), editado por varias organizaciones socialistas. Los esperantistas no solo fueron numerosos en las Brigadas Internacionales, sino también entre los que organizaron la solidaridad con los detenidos en los campos de concentración del sur de Francia después de la retirada (4).

Al entusiasmo de los primeros días lamentablemente sucedió un menor interés por parte de los movimientos sindicales y políticos. Sin embargo, la barrera del idioma sigue siendo un problema importante en la creación de un movimiento europeo o internacional, en momentos en que las nuevas tecnologías hacen más frecuentes los contactos internacionales, incluso para los activistas de base. Consciente de este problema y de la ayuda que podría aportar el esperanto, la CGT aprobó en 2010 una moción que establece entre otras cosas que “el idioma internacional esperanto es actualmente el más adecuado para la puesta en práctica de relaciones horizontales e igualitarias entre los trabajadores del mundo entero y entre las diferentes organizaciones libertarias”.

La principal asociación de trabajadores esperantistas funcionando actualmente a escala mundial es la Asociación Mundial Anacional (SAT), fundada en 1921. Sus objetivos se resumen de la siguiente forma en sus estatutos desde 1928: “En una palabra, SAT tiene como objetivo, mediante el uso constante del esperanto y su aplicación a escala mundial, contribuir a la formación de personas dotadas de pensamiento crítico, capaces de comparar, entender y evaluar adecuadamente las ideas, las tesis, las tendencias y por lo tanto capaces de elegir de forma autónoma el camino que les parezca más directo y más factible para la liberación de su clase y para llevar a la humanidad al más alto nivel posible de civilización y de cultura”.

Sus objetivos se concretan mediante la publicación de una revista bimensual, Sennaciulo (el Anacional), donde los activistas de diferentes países y de diferentes orígenes intercambian sus experiencias en una amplia gama de temas, desde los más prácticos a los más filosóficos, mediante la publicación de libros y folletos, mediante debates en congresos, o durante todo el año por Internet, correspondencia postal o encuentros informales. SAT ha tenido hasta 6.000 miembros en su apogeo en los años 30, pero sus efectivos actuales, más modestos, se sitúan alrededor de 600 miembros, lo que sin duda es poco, pero aún más que suficiente para alimentar provechosos debates. Una de las peculiaridades de la forma en la que los procedimientos se llevan a cabo es que realmente no hay búsqueda de consenso, ni deseos de dejar los puntos embarazosos bajo la alfombra. Los miembros de SAT están allí para intercambiar simplemente pero con franqueza sus ideas, con vistas a entrenarse, a expresar sus pensamientos con claridad y con la mayor precisión posible, pero también para ser capaces de entender la lógica de los que eligen opciones militantes diferentes. Esto puede parecer trivial, pero hasta el activista menos experimentado sabe que, además de los problemas de las diversas culturas nacionales, que pueden hacer que sea difícil para los activistas la comprensión mutua, el chovinismo de organización o de tendencia es a veces difícil de circunscribir. Por supuesto, los mismos esperantistas no son siempre impermeables a este tipo de problemas, pero la cultura de la tolerancia frente a los que piensan de manera diferente se toma más en consideración, dada la historia del movimiento.

Además de esta asociación, que opera a escala global y que moviliza a lo esencial de las fuerzas militantes, hay organizaciones cuyo fin es la difusión del esperanto en el movimiento obrero de las diferentes regiones lingüísticas. En parte debido a la necesidad de cooperación internacional de estas organizaciones es por lo que surgió la organización mundial.

Proyectos en curso y perspectivas

De hecho, uno de los objetivos de SAT es facilitar los contactos y la comprensión mutua entre los diferentes componentes del movimiento obrero, pero se trata de identificar los puntos en los que los contactos se desean o son deseables.

Este deseo de identificar con mayor precisión a sus interlocutores no es incompatible con campañas de información más amplias. Así, SAT-Amikaro, organización esperantista francófona, ha iniciado con Espéranto-France (Esperanto-Francia), la asociación “políticamente neutral” de los esperantistas franceses, el lanzamiento de una petición para obtener la oportunidad de elegir el esperanto como prueba opcional en el bachillerato en Francia (6). Esta petición, patrocinada por Albert Jacquard, ha sido firmada por más de 20.000 personas, entre ellas muchas celebridades.

Una de las actividades abiertas desde hace dos años es el establecimiento de una colaboración con la Asociación Internacional de Ferroviarios Esperantistas, que se centró en cuestiones técnicas, para estudiar cómo contribuir eficazmente a la creación de un servicio público mundial de transportes al servicio de los usuarios y no de los intereses de los capitalistas.

El papel creciente del inglés en las relaciones internacionales, que refleja el poder de Estados Unidos en las dos décadas que siguieron al final de la Guerra Fría y su influencia en los países occidentales, no debe hacernos olvidar que el orden lingüístico nunca es estático. El ascenso de China, la creciente integración de América Latina al margen de los intereses norteamericanos, y la decadencia de los Estados Unidos, arruinados por sus aventuras en Iraq y Afganistán, hacen cada vez menos imaginable la adopción del lenguaje de un bloque por los otros. En este contexto, un idioma que no está vinculado a ningún país ni a ningún poder económico en particular, sino que es portador de valores de intercambio en pie de igualdad, debe ser una herramienta valiosa para ayudar a la construcción de un mundo libre de todas las formas de opresión.

El próximo congreso de SAT tendrá lugar en Madrid, entre el 28 de julio y el 4 de agosto de 2013, en el Colegio Mayor Universitario Chaminade. Buena ocasión, sin duda, para comprobar de cerca las posibilidades del idioma esperanto como cimentador de sólidas relaciones verdaderamente humanas, no circunscritas a particularismos nacionales.

Andre Hoarau
Markov Vinko

Notas:

1.- Sobre la vida y la obra de Zamenhof, se puede consultar su biografía escrita por René Centassi y Henri Masson: El hombre que desafió a Babel (GRAM Ediciones, 2005), que analiza en detalle los inicios del movimiento. También recomendamos Esperanto, documental de Dominique Gautier, producido por la cooperativa editorial SAT.

2.- El apóstrofo se utiliza como separador para señalar a los principiantes la construcción de la palabra. De lo contrario, se utiliza sólo en raras ocasiones: strikrompanto. Para aprender esperanto en Internet: http:lernu.net

3.- http://www.esperanto-sat.info/article2011.html

4.- http://www.delbarrio.eu/guerracivil.html

5.- Sobre la historia del movimiento esperantista obrero (1918- 1939), véase la tesis de maestría de Historia deAnne-Sophie Markov, que se puede descargar desde el sitio web de SAT-Amikaro: http://www.esperanto-sat.info/article1747.html; con especial énfasis en el movimiento obrero en España está escrito el libro Crónicas del Movimiento Obrero Esperantista, de Antonio Marco Botella, editado por Izquierda y Esperanto – SATeH, organización para las áreas hispanohablantes ligada a SAT: http://www.nodo50.org/esperanto/Libroservo/CronicasMovObrero.htm

6.- http://esperanto-au-bac.fr

Publicado en el número 300 del periódico anarquista Tierra y libertad (julio de 2013)
Fuente: http://www.acracia.org/Acracia/El_esperanto,_una_lengua_internacional.html
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