Salvador Seguí: Pintor de Rebeldías

A cien años vista del asesinato político del Noi de Sucre, por cuatro sicarios de la patronal protegidos por altas personalidades de la judicatura y los cuerpos de seguridad, creemos que es nuestro deber hacer memoria de uno de los primeros leones confederales. Nos centraremos pues, en la primera parte de su biografía, resumiendo algunos de los episodios de lucha menos conocidos del Noi.

Todo comenzó cuando Salvador contaba 15 años y hacía poco que se había mudado con su familia a un callejón del Distrito V barcelonés, poblado de talleres, tabernas y prostíbulos. Concretamente al 4º piso del nº 5 de la calle Lancaster.

Había decidido cambiar los pupitres por la escuela de rebeldía que eran las calles de Barcelona, y según José Viadiu, por entonces cayó en sus manos un ejemplar del Zaratustra de Nietzsche, y sufría los abscesos de rebeldía propios de un adolescente que comenzaba a entender las injusticias sociales.

Así mismo, trataba de aportar algún dinero al núcleo familiar; ya fuera vendiendo caramelos en la puerta de los teatros, o como ayudante de panadero en una tahona del barrio, donde conoció a José Regás Cardús, joven militante del ramo que le facilitó los primeros folletos anarquistas.

Aunque no haya constancia documental, sería lógico pensar que hubiera vivido bautismo de fuego durante la huelga general de febrero de 1902, en la que dicen fue detenido por primera vez; ya que el tal Regás fue uno de los más activos en aquellas jornadas.

Según contó una vez Ramón Homedes, cuando trabajaba como conserje de la sede de los Metalúrgicos en la calle Hospital, reabierta en febrero de 1903 tras la huelga, apareció un chaval alto y bonachón que se ofreció a ayudar, pero al que tuvo que reprender cuando advirtió que sislaba los terrones servidos con los cafés.

Descubierto, provocó las risas de los concurrentes, y la chanza dio para apodarlo Noi de Sucre, un mote común en tierras catalanas, usado en tono jocoso y que venía a significar blandengue, o delgado en extremo. Lejos de encajarlo mal, así es como firmaría sus primeros escritos allá por 1904; y no “Del Sucre” como suele decirse.

Caricatura de 1899, aparecida en La Tomasa. De su padre, Salvador, solo sabemos que era panadero, u operario en una fábrica de azúcar, según otros. Su madre, Dolores Rubinat Valls, hubo de declarar varias veces por el procesamiento del Noi, en septiembre de 1906 y mayo de 1908

Esta es la parte conocida de la leyenda, que en eso quedó, en simple leyenda; ya que el protagonista solía dar evasivas. Sus amigos, para no hurgar, le llamaban Noi a secas.

Sin embargo, el tema del seudónimo tiene una segunda lectura, ya que es muy probable que toda esa sacarosa fuera expropiada para la causa, o mejor dicho, para experimentar con explosivos.

Este dato surge de las declaraciones de un anarquista valenciano, que se fue de la lengua en una visita que hizo a Isidoro Lapuya en su casa de París, hacia mediados de 1903. Al reprocharle el republicano catalán que arrasara con el azúcar siempre que venía, se justificó diciendo que ..eran materias primeras para unos experimentos que hago.

Se hacía llamar Acracio Progreso, y después se implicaría en el atentado contra Alfonso XIII en París, junio de 1905; eso sin contar que durante una estancia previa en Barcelona, visitó los entornos autonomistas, paraba por el Centro de Estudios Sociales, y tuvo relaciones con el Comité Antimilitarista.

Volviendo al Noi, que trabajaba ahora como pintor de brocha gorda, sabemos que fue detenido el 20 de marzo de 1904, por formar parte de un grupo encabezado por el citado Regás, que interrumpió una representación teatral en el café Español para protestar por la situación de los presos. El hecho no tuvo mayor trascendencia, pero al igual que varios de aquel grupo, seguramente los famosos Fills de Puta, el Noi también acabaría salpicado por el asunto de las bombas; en octubre de 1906, y principios de agosto del año siguiente.

En los bajos del nº 5 de la Calle Lancaster, estaba el taller de litografía de Joan Bastard, inaugurado en 1877, y del que se hicieron cargo sus hijos tras la muerte del padre en 1912. Pudo inspirar a los Fills sense Nom

Tras esta última detención preventiva decidió plantar cara a la situación, y tras ser liberado, el 11 de agosto se presentó con su pañuelo blanco al cuello en un teatro del Paralelo, donde se celebraba un acto lerrouxista, exigiendo la palabra para desmentir ciertas informaciones vertidas en uno de sus periódicos. Lo acusaban de secundar a Juan Rull en sus fechorías terroristas amparadas por las autoridades.

Por supuesto le negaron la palabra y se armó el cisco. Volaron sillas, mamporros y hasta sonó un disparó que dejó un muerto entre el público.

El Noi y un amigo que le acompañó en aquella misión suicida curarían de sus heridas entre rejas, donde purgaron nueve largos meses hasta ser absueltos de todos los cargos, en un juicio de los llamados mediáticos. Corría el rumor, de que el Noi le había regalado un mandoble al mismísimo Lerroux.

Cuando salió de prisión, el Noi estaba algo cambiado. Quizás fuera por el turbio asunto de Rull, abandonado por todo dios y agarrotado; o porque había integrado un coro patibulario junto a Paco Miranda y Tomás Herreros, descubriendo su chorro de voz; o tal vez porque dispuso de tiempo para estudiar a los grandes del sindicalismo revolucionario: Cornelissen, Fabbri, Pouget… Quien sabe!.

El caso es que ya en julio de 1907, el Noi había sido uno de los firmantes del primer manifiesto de Solidaridad Obrera, en nombre de los pintores de la Nueva Semilla. Pero en los meses siguientes a su excarcelación a nediados de 1908, su labor fue simplemente decisiva; como ariete contra la influencia de los lerrouxistas entre los obreros, o como uno de los maestro de obra de la nueva Federación de Sindicatos, que adquiría entonces rango regional, y pronto sería estatal.

El Noi no solo participó en eI primer Congreso de Solidaridad Obrera, sino que colaboraba en la preparación del certámen fundacional de la CNT, previsto para el mes de septiembre de 1909; cuando el levantamiento popular contra la guerra de Marruecos a finales de julio, alteró los planes.

Según Adolfo Bueso, el Noi integró el Comité de Huelga y más tarde se batió en las barricadas de su distrito, en mangas de camisa y portando un flamante máuser. Luego, no quedó otra que refugiarse en un pueblo del Vallés durante unos meses.

El Noi, que años atrás había sido alumno de las clases nocturnas de la Escuela Moderna, y llegó a tratar amistosamente con Ferrer Guardia, sufrió en carne propia el asesinato político del pedagogo de Alella.

Cerca del primer aniversario, y ante la prohibición de recordar públicamente a Ferrer, el domingo 9 de octubre de 1910 se organizó la conmemoración del fusilamiento de Clemente García, mozo de carbonería con problemas de salud mental, implicado en los sucesos.

El gentío era inmenso a pesar de la lluvia, y la policía vigilaba los movimientos de camino a Montjuich. En principio nada impidió que Miranda pronunciara un discurso ante la tumba del carbonerillo García; pero cuando se acercaron al nicho de Ferrer a despositar unas flores, y trató de hacerse oír el presidente de La Nueva Semilla, Antonio Salud, señalando a los traidores, los lerrouxistas montaron en cólera y trataron de agredirle.

Crujieron garrotes, intervino la policía y sonaron unos disparos que desataron el pánico; y pese a la desbandada, finalmente cayeron una veintena de anarquistas, que no serían puestos en libertad hasta diciembre. Y estas detenciones, explicarían la incomparecencia del anarquismo barcelonés en el primer congreso de la CNT, iniciado unos días después. Entre otros, encarcelaron a los veteranos Herreros, Castellote o Cardenal, pero también a una parte de la nueva hornada anarcosindicalista, representada por miembros del Ateneo Sindicalista.

Al Noi no lo citan, pero andaba por allí seguro; y ésta debió ser la razón de su ausencia en el primer congreso confederal. Sí lo haría en septiembre de 1911, trabajando duro para que se adoptaran las tácticas del sindicalismo revolucionario.

A partir de aquí, su trayectoria ya nos resulta más conocida, puesto que es la misma de la primera CNT, que tuvo en el Noi de Sucre a uno de sus baluartes.

Alacant Obrera

Fuente: https://alacantobrera.com/2023/01/30/salvador-segui-pintor-de-rebeldias/

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