Bajo el signo del anarquismo. Los tres hermanos Torres Escartín

Introducción

Es indudable que en los últimos tiempos se está realizando una ingente labor en pro de la recuperación de nuestro pasado. Por ello es de agradecer la desarrollada por Víctor Pardo Lancina y Raúl Mateo Otal en su monumental obra “Todos los nombres. Víctimas y victimarios (Huesca, 1936-1945)”, (Huesca 2018), que tal como la califican sus propios autores, es un diccionario biográfico “sobre la represión habida en la ciudad de Huesca durante la Guerra Civil y la primera etapa de la posguerra. En la cual se recogen cada una de las víctimas mortales abatidas por los pelotones de fusilamiento en las tapias de los cementerios de la ciudad y también en los lugares desconocidos, aparece con su nombre y apellidos…”.

Rematando: “…También los asesinados en las acciones punitivas extrajudiciales, los detenidos cuyo rastro se difumina tras haber ingresado en las cárceles, los presos que pierden la vida en intentos de fuga o los condenados a muerte que logran recobrar la libertad y salvarse tras saltar los muros de la prisión. Todos tienen voz en las páginas de los dos volúmenes”[1]. Y  entre aquellas voces las de los tres infortunados hermanos Torres Escartín, de cuyo conocimiento le debemos en gran medida a dicha obra.

Advirtiendo que en el presente trabajo hemos decidido invertir el orden familiar natural, al iniciar la saga por el tercer hermano, siguiendo por el segundo y dejando para el final el primero, de hecho el más conocido de los tres, por el motivo de sus espectaculares acciones revolucionarias, que al final debieron pesar y mucho como excusa a  su sangrienta muerte, de la que posiblemente  Rafael no fue consciente, al tener la mente muy extraviada a causa de las torturas carcelarias sufridas. 

Fidel Torres Escartín

Fidel Torres Escartín, el tercero de los hermanos, nació en Gurrea de Gállego, siendo hijo, como sus dos hermanos anteriores, de un guardia civil que había estado destinado en los puestos  oscenses de Bailo y Gurrea de Gállego, localidades ambas en las que habían nacido los tres hermanos Torres Escartín: Rafael (Bailo-1901), Benito (Gurrea-1906) y Fidel (Gurrea-1911). 

Antes de iniciarse la guerra civil, Fidel residía, junto con sus ancianos padres Pedro y Orencia, en el número 13 de la calle Ricardo Gasset de Ayerbe. De estado soltero, se ganaba honradamente la vida como comerciante, y en la tienda de su propiedad se despachaban entre otras mercancías, fruta y pescado.

Al tenerse noticias en Ayerbe del golpe de estado de los militares en julio de 1936, Fidel pasó a engrosar la delegación de la CNT de Ayerbe que se desplazó a la carrera hasta el gobierno civil de Huesca,  primero en busca de armas y  después de una información fidedigna sobre lo que estaba sucediendo en la capital  o en el resto del país.

Debió ser por ello que al triunfar en Huesca el golpe militar, Fidel pasó a tener la condición de  detenido, al pasar a estar ingresado en la prisión provisional de Huesca el 26 de julio de 1936. Liberado temporalmente, fue detenido de nuevo y fusilado sin más formación  de causa, pero por orden de la Comandancia Militar el 23 de agosto, justamente el día de su cumpleaños y cuando cumplía 25 años.

Y su delito debió pasar, por una  simple denuncia de los “buenos vecinos”, de haber formado parte de la delegación de la CNT, o por el de ser el hermano pequeño de la “terrible” saga de los Torres Escartín. Junto a él tres gurretanos más fueron también asesinados salvajemente: Francisco Castán de Val, Jesús Sarraseca y Lázaro Vinau, unidos los cuatro por su militancia en la CNT.  

En la misma fecha de 23 de agosto, 95 hombres y mujeres de Huesca fueron fusilados en la tapia del cementerio. Todos habían sido detenidos los días anteriores por oponerse activa o pasivamente al glorioso movimiento nacional.  Muertes todas que daba valor a la frase que corría por Aragón en boca de los fascistas: “Hay que acabar con toda esa “raza”…”  Los restos mortales  de Fidel Torres Escartín están enterrados en el cementerio municipal de Huesca, cuadro nº 15.

Benito Torres Escartín

Benito Torres Escartín, el segundo de los hermanos, nació en Gurrea de Gállego, en 1906, según otras fuentes en 1905, y en su caso fue un reputado anarcosindicalista. Ayudante de mecánico y metalúrgico, trabajó en la fábrica de productos químicos de Sabiñánigo (Huesca) ciudad en la que residía. En Diciembre de 1930, tomó parte en la sublevación republicana de Jaca, entrando en Ayerbe al formar parte de la columna encabezada por el capitán Galán. Afiliado al Sindicato de Gas y Electricidad de la CNT de Sabiñánigo desde junio de 1931, con el carné número 8, fue su presidente y secretario[2].

Con 26 años fue detenido e ingresado en la prisión del partido judicial de Jaca el 2 de junio de 1932, para ser trasladado  a la provincial de Huesca el 15 de octubre,  permaneció  preso hasta el 2 de diciembre, momento en que  quedó en libertad. El motivo fue ser el principal encartado, como promotor y miembro del comité de huelga en el conflicto obrero de abril de 1932, promovido  por la UGT y la CNT  en la empresa de Energía e Industrias  Aragonesas  S.A. (EIASA), que paralizó las fabricas de Sabiñánigo en demanda de mejoras  laborales.

Las acusaciones contra él y nueve trabajadores más[3], fueron por delitos tales como incendio, o tenencia ilicita de armas y de explosivos, con una petición fiscal de 34 años de prisión para cada uno de ellos. El juicio tuvo lugar  el 2 de diciembre, y para sorpresa general, todos los acusados salieron absueltos.

Unos días más tarde, el 24 de diciembre se publica en el periodico Vida Nueva un artículo firmado por el veterano militante socialista Ricardo Zabala. En él Zabala que había participado muy activamente en la articulación del sindicalismo en Sabiñanigo, glosaba el auge que había  alcanzado  el movimiento obrero desde 1931, y acusaba a la empresa EIASA de despedir a 40 obreros,”los mejores”, con la intención de descabezar al sindicalismo local y señalaba a un traidor  utilizado  por los ingenieros franceses de la fábrica  para hacer fracasar la huelga.   Concluyendo su discurso con un breve resumen: “¡Siete meses largos de cárcel! Seis hombres acusados de incendiarios. Cuatro, de inductores. La justicia burguesa tiene siempre grandes medios para hacer confesar.”[4]

En diciembre de 1933 Benito participó en el movimiento revolucionario de Zaragoza, que se inició con una huelga general revolucionaria acompañada de la actuación de milicias armadas que tuvo su epicentro en la ciudad de Zaragoza y en general en Aragón y La Rioja, movimiento que pretendía implantar el  comunismo libertario, y cuyas consecuencias se extendieron por puntos de Extremadura, Andalucia,   Cataluña y la cuenca minera de León[5].

Iniciada la sublevación militar en julio de 1936, Benito se enfrentó, junto con otros muchos paisanos, a las tropas del regimiento Galicia nº 19 sublevado en Jaca. Derrotada la resistencia civil en la capital jacetana, se evadió junto con otros  a la zona republicana, con la intención de ingresar en las Milicias Antifascistas, Tras regresar a Aragón,  participó en la toma de Yesero, Oliván, Gésera[6]  y el puerto de Monrepos, después pasó a luchar en el frente de Huesca.

Más tarde pasó a engrosar la 128ª Brigada Mixta, y el 20 de enero de 1937 entró a formar parte del  4º Batallón de la 153ª Brigada Mixta de la 24 División, unidad que en aquellas fechas estaba afincada en Aguillón, (Zaragoza). A mediados del mismo año fue ascendido a teniente de Infantería y el 13 de marzo de 1938 fue hecho prisionero  por fascistas en dicha localidad. Como prisionero, fue internado en el campo de prisioneros de Bilbao (Vizcaya) y concluida la guerra civil fue juzgado y condenado a 30 años de reclusión, pasando a cumplir condena por diversas prisiones. Como la de Albacete, o la de Jaca (23 marzo 1942 a abril 1943), Barbastro (21 abril 1943 a agosto 1944), Pamplona-Navarra (31 agosto 1944 a abril 1945) y Cuéllar (Segovia) desde el 24 de abril de 1945 hasta el 16 de febrero de 1946, momento en que salió en libertad condicional, estableciendo su residencia en Selgua (Huesca). Durante la guerra había estado domiciliado en dicha población al estar casado con Josefa Torres Ara, con la que tenía un hijo. A partir de su salida de la última prisión se le pierde el rastro.[7]

Rafael Liberato Torres Escartín

Rafael, el hermano mayor del trio familiar, nacido  en 1901 en Bailo (Huesca), vio su primera luz en la Casa cuartel de la Guardia Civil de aquella población, donde su padre, Pedro Torres Marco, natural de Bolea, estaba destinado; mientras que su madre, Orencia Escartín Villacampa, era natural de Biescas.

Pero sus primeros contactos con el anarquismo se remontan a su época de estudiante en Huesca, donde fue alumno de Ramón Acín, estudios que abandonó muy pronto al decidir ejercer el oficio de pastelero. Por aquel motivo decidió marchar en 1918 a  Zaragoza con la intención de ejercerlo allí, una vez instalado no tardó en afiliarse  en el  Sindicato de Alimentación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), siguiendo con su profesión en diversas pastelerias zaragozanas.

Se presupone que por aquellas fechas debió asumir las tesis de los grupos de acción y seguramente fue cuando se integró en el grupo Los Justicieros, junto con Ascaso, Clemente Mangado, Clemente Aldabalcetrecu, más conocido como Trecu, Manuel Sancho y otros. Desde los finales de 1920,  despues de desplazarse a Barcelona, empezó  a trabajar de su oficio en el afamado Hotel Ritz.

En 1922 era miembro del grupo anarquista Crisol de Zaragoza. Hecho que da en suponer  que Rafael  debería estar viviendo a caballo de ambas capitales. En el plano laboral fue despedido de su trabajo barcelonés el 13 de marzo de 1923, por organizar una huelga tras producirse el asesinato del secretario general de la CNT de Cataluña, Salvador Seguí, el noi del sucre, el día 10 de marzo, a manos de los pistoleros del Sindicato Libre, financiado por la patronal, Un tiempo despues Rafael pasará  a formar parte del grupo Los Solidarios.

Como integrante de dicho grupo participó en numerosas acciones, entre ellas y con Ascaso, en la que le costó la vida al cardenal Soldevila en Zaragoza, acción que tuvo  lugar el 4 de junio de 1923[8]. Después intervendrá en los intentos por acabar con el general Martínez Anido en San Sebastián y La Coruña, involucrándose también en el asalto al Banco España de Gijón, de donde lograron llevarse 565.000 pesetas, pero a resultas del cual fue detenido en Oviedo el 2 de septiembre de 1923, después de un enfrentamiento con la Guardia Civil, momento en que resulto muerto su compañero Eusebio Brau.  Detención de la que se escaparía Rafael al día siguiente, junto con siete reclusos más, pero acabando de nuevo detenido el 8 de aquel mismo mes[9]. Momento en que su buena estrella empezó a declinar.  

Procesado en enero de 1923 por la causa de la operación contra el cardenal Soldevila[10], en septiembre del mismo año Primo de Rivera da un golpe de estado y en España se implanta la Dictadura con el apoyo de la corona española. Tal vez por ello el juicio no se inició hasta abril de 1925, concretamente los días 1 al 5,  siendo los  procesados: Rafael Torres Escartín, Esteban Eleuterio Salamero  Bernard, Juliana López Mainar, Manuel Lázaro Grasa y Francisco Ascaso Abadía, solicitando el fiscal pena de muerte para los ejecutores, y 14 años, 8 meses y un día para los complices, aunque de hecho Ascaso y Lazáro seran juzgados en rebeldia.  Juicio que concluyó  con una condena de pena de muerte a Torres Escartín  que le será conmutada por la de cadena perpetua, mientras que Juliana López, y Esteban Salamero fueron condenados  a  6 años y 12  años respectivamente, por complicidad y encubrimiento.

Concluido el primer juicio, Torres Escartín fue enviado a Oviedo, donde quedaba pendiente el juicio por el robo del Banco de España de Gijón, juicio que se iniciará el 3 de julio de 1925, siendo los procesados Rafael Torres Escartín, José Pueyo Paneda, Ceferino Fernández, y Aurelio Fernández, en su caso en rebeldía. Al segundo día y a causa de falta de pruebas, el fiscal retira las acusaciones a José Pueyo y a Ceferino Fernández, pidiendo para Torres Escartín cadena perpetua, al haber muerto durante el asalto el director de la sucursal.

En sus declaraciones Torres Escartín declara que su compañero muerto por la policia tras  el atraco era Durruti, al que acababa de conocer. El juicio concluyó el día 5, condenandose a Torres Escartín a cadena perpetua, y al pago de 500.000.- pesetas en concepto de daños al Banco de España, y  de 50.000.- pesetas más para la familia del director fallecido, en concepto de indemización.

Ingresado en el penal cántabro del Dueso, en Santoña, no tardó en enloquecer a causa de las terribles condiciones de su encierro, en el que se le mantuvo casi quince meses aislado, despues de dos huelgas de hambre, en una celda sin luz, además de sufrir  a manos de sus guardianes diversos simulacros de fusilamiento. Ante su penoso estado fue traslado al manicomio de Sant Boi de Llobregat, en la provincia de Barcelona, donde recibió la visita de Lola Iturbe una destacada activista anarquista, a la que acabaron acompañando otros libertarios,  consecuencia de aquellas visitas fue el folleto Locos[11], escrito por el maestro anarquista Salvador Cordón[12]

Con la reaparición de Solidaridad Obrera  en agosto de 1930 se inició una campaña pública de denúncia de su situación por parte del medico anarquista Isaac Puente   pidiendo de paso  su libertad. Liberado en abril de 1931  con motivo de la proclamación de la República, asistió a la primera Conferencia Peninsular de la FAI de Madrid, en junio, previa al III Congreso de la CNT.  A su salida Rafael fue detenido y apaleado en los calabozos de la Dirección General de Seguridad en Madrid, y a su regreso a Barcelona, volvió a ser detenido  en calidad de sospechoso. Conseguida su libertad, ante su deplorable estado de salud, sus compañeros lo internaron en varios centros de salud de Barcelona y finalmente en el Hospital Psiquiatrico Instituto Pere Mata de Reus, de donde huyó en tres ocasiones, llegando en una de ellas hasta Ayerbe, donde vivía su hermano Fidel y sus padres.

Detenido finalmente el 4 de marzo de 1933, los periodicos desgranaban las andanzas de Rafael Torres Escartín. Así La Vanguardia del día 28 de febrero de 1933, y bajo el epígrafe: “Fuga de un anarquista loco”, se explicaba que el domingo anterior por la tarde se había fugado  del Manicomio Pedro Mata de Reus el conocido anarquista Rafael Torres Escartín. Entrando al detalle se recogía que “había sido condenado por  el asesinato del cardenal Soldevila… y por el asalto al Banco de España de Gijón”, lista de delitos al que se añadió otro nuevo “…estaba, además, inculpado de ser uno de los autores de la muerte de Manuel González Regueral, ex gobernador de Bilbao, un hecho ocurrido en León.”   

En la actualidad la familia del fallecido gobernador sigue insistiendo en la prensa local que el culpable fue Durruti[13]. Luego aquella acusación de 1923 era cuando menos fraudulenta, máxime cuando el diario madrileño La Acción, diario de la noche, apostillaba en su noticia de aquel asesinato, el día 18 de mayo de 1923, que: “se sospechaba que aquel acto había sido cometido por un sindicalista de Bilbao, que al parecer rondaba por el lugar”  

En La Vanguardia antes citada del 28 de febrero de 1933, se daban más detalles sobre las peripecias de Rafael Torres Escartín explicando que: “ despues de las condenas fue declarado loco, siendo recluido en el manicomio de Nueva Belén[14], de Barcelona, de donde se fugó  hace un año aproximadamente. Fue detenido… y conducido después a Reus…de donde logró fugarse”. Pero lo increible fue como concluyó aquella fuga que finalizó  el 3 de marzo de 1933, al ser detenido en Ayerbe.

Noticia que recogió de nuevo  La Vanguardia en la edición del día siguiente, bajo un titular resaltado: “Detención de un significado anarquista, fugado del manicomio de Reus”.  Seguía la noticia dando interesantes detalles, incluido los familiares: “En la villa de Ayerbe fue detenido anoche, ingresando hoy en la carcel de Huesca, el anarquista Rafael Torres Escartín fugado el 27 del pasado mes del manicomio de Reus. Llegó a Ayerbe por Zaragoza, el día 28, encontrandose en esta población con sus padres y hermanos alli residentes. El padre, paralítico,  es guardia civil retirado. El detenido dijo que ha salido del manicomio de acuerdo con el médico director.”

Según el autor Francisco Cortes, publicado en su blog, La amapola libertaria,[15] durante aquel periodo Rafael Torres Escartín “declaró preferir la muerte  más que el manicomio. Su familia pidió hacerse cargo del enfermo, y en “Solidaridad Obrera” se hizo una campaña por su libertad, pero fue internado en un psiquiátrico”.

En el mismo trabajo del 2019 Cortés afirma que Rafael Torres Escartín, participó en el entierro de Durruti en Barcelona, un hecho que nadie más corrabora, salvo otra página electrónica, que al ser posterior, parece haber reseguido en casi todo el trabajo de Cortés[16]:

El 23 de noviembre de 1936 apareció en la segunda fila del multitudinario entierro de su amigo y compañero Buenaventura Durruti, con aspecto demacrado y envejecido por los años de encierro. Por entonces todavía tendrá alma para participar en organizaciones benéficas de ayuda a la infancia y los refugiados. Las tropas fascistas lo sacaron de una celda de dementes y lo fusilaron, sus compañeros habían confiado en que nada se haría a un enfermo”. Lo único que parece cierto es que: Rafael Torres Escartín fue  fusilado en Barcelona el 21 de gener de 1939.

Todo el mundo coincide que Rafael Torres Escartín se caracterizaba por ser un anarquista integro: con una vida sin lujos,enemigo del tabaco y del alcohol. Sus escritos se pueden leer en Solidaridad Obrera de Barcelona, o que con su muerte se cerró el ciclo familiar de los malogrados hermanos Torres Escartín.

Antonio Gascón Ricao

Notas 

[1] Op., cit, p. 13.

[2] Según otras versiones perteneció a la UGT, alcanzando a ser secretario de la Sociedad de Oficios Varios de la UGT de Sabiñánigo en 1931 y presidente de la misma en 1933. AGA/Alcalá de Henares (Prisiones); E. Bernard Royo y E. Sarasa Bara. Diccionario biográfico del socialismo en Aragón 1882-1975.

[3] Juan Izuel, Gregorio Orensanz, Pablo Piedrahita, Zacarías Germán Barón, Jesús Bellosta, Pascual Puello y Germán Fanlo; José María Azpíroz Pascual, Poder político y conflitividad social en Huesca durante la II República, Huesca, 1993, p. 131. 

[4] Castán Ara, José Carlos; Revista Serrablo, junio de 1998, nº 108, p. 9.

[5]  Eliseo Moreno Burriel, “Desorden en el campo, análisis de la conflictividad en la sociedad rural aragonesa durante el Bienio negro.Ver en: Nuevas tendencias historiográficas e historia local en España: Actas del II Congreso de Historia Local de Aragón, Huesca (Huesca 7 al 9 de julio de 1999).

[6] El hecho de estar en aquellos lugares, y por las fechas, da en poder pensar que pertenecía a la Centuria “Los Ciervos”.

[7] Parte de la biografía está extraida de la obra de Victor Pardo Lancina y Raúl Mateo Otal, Todos los nombres. Víctimas y Victimarios, (Huesca 1936-1945), Huesca, 2016.

[8] Causa criminal por el delito de asesinato del Cardenal Arzobispo de Zaragoza Juan Soldevila Romero. Sumario nº 237/1923. Nº de rollo 662 Legajo 1939. Archivo Provincial de Zaragoza.

[9] “Gijon, Atraco al Banco de España”. Ver en: https://gijonenelrecuerdo.elcomercio.es/2011/10/gijon-atraco-al-banco-de-espana.html

[10] Carlos Forcadell, “El asesinato del Cardenal Soldevila”, Tiempo de Historia. Año IV (47): 16-23

[11]  Cordón Avellán, Salvador, Locos, cub. Lázaro [1926], 30 p.

[12] Ver en: http://dbe.rah.es/biografias/51585/salvador-cordon-avellan

[13] Ramón García Moliner, Cartas del lector:” Fernando Gonzáles Regueral y Durruti”,20/11/2009, Diario de León.

[14] El manicomio de la Nueva Belén era un antiguo manicomio de Barcelona, situado en el popular barrio de Gracia  y  muy próximo a la actual plaza Lesseps. Fundado en 1857, al entrar en declive se cerró en 1942, y uno de sus edificios fue reconvertido en reformatorio femenino. Finalmente el complejo se derribó en la década de 1990.  

[15] Ver en:  http://laamapolalibertaria.blogspot.com/2019/02/rafael-torres-escartin-anarquista.html

[16] Ver en: http://www.estelnegre.org/anarcoefemerides/2012.html

 

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio