1
Una mujer se balancea
desde las nubes que sujetan
las cumbres de los planetas,
de su vulva gotas de sangre
germinan la tierra que cubre
los cuerpos de sus hijos,
que florecen en fuego.
Las ciudades arden mientras
juegan entre los ciclones,
sus hijos se alegran,
todo lo viejo quedara destruido.
2
Añorare esos tiempos,
no recuerdo si pretéritos o futuros,
donde definiré mi acracia,
hogar de las brujas
y ríos de ambrosia que recorren el paraíso.
Donde todo lo obligatorio estará prohibido,
lo censurado y secreto estará a la vista.
Amantes de la sabiduría cogeremos del montón,
nada sobra y nada falta.
La magia, regazo protector de la madre…
la ciencia la leche de su pezón.
De nuestros jardines de libertad los dioses con sus
ángeles serán expulsados
y las serpientes que nos donaron el conocimiento serán
un dulce recuerdo pues la razón y el experiencia
ya no serán secretos.
3
Hoy los Ancestros vuelven a casa:
Un nacimiento.
Hoy los Ancestros vuelven a casa:
Una muerte.
El Descenso, La Ascensión,
Los Inicios, Las Rupturas,
Los Placeres, El Dolor,
El Movimiento, La Quietud.
La felicidad en una mirada,
la vida en una Vida.
Cuando los Ancestros nos abrazaban
en la calma del fuego,
en el suave murmullo,
la memoria es contada
en los brillantes siglos
del motor, la apariencia y la máquina
hemos perdido el origen.
La libertad del dinero
es la esclavitud humana
y una vez muertos
ni siquiera somos ancestros.
4
Crisis,
buenas palabras,
¡Queda usted despedido!
¡Queda usted desahuciado!
¿Qué harías si quedases durmiendo en la calle?
La propiedad es defendida solamente
depende de a quien pertenezca.
Crisis,
no necesitas palabras
estas otra vez desarmado.
Hay niños encadenados,
cientos de solidarios que viven de esta bicoca,
dadle una pistola al niño.
Hay niños encadenados,
múltiples adultos viviendo
de estos asuntos,
¡dadle una pistola al niño!
tantas buenas palabras
no han desencadenado a nadie.
Cuando un niño tiene una pistola
alguien tiembla, adultos mueren
los disparos son indiscriminados,
por fin alguien se fija en las cadenas.
Múltiples adultos en crisis de pánico
piercings en la nuca
el niño tiene una pistola
la rabia se ha desencadenado.
Asistentes sociales,
celadores torturando
como carceleros,
maestros estúpidos
pidiendo que los respeten como a sabios
sin autoridad moral
pues solo están por su salario de funcionario.
Encargados de las horas, los meses y los años:
los niños encadenados necesitan una pistola
y dispararla a bocajarro…
Psicólogos, psiquiatras, madres del prozac,
padres de la ausencia,
asesores del empleo
¿necesitáis un piercing
de los niños encadenados?
vuestras crisis será una crisis de nervios.
Dadles un revólver a esos niños encadenados
pues no hay mas soluciones.
Dadle la bomba nuclear al muerto de hambre
y dejad que todo la civilización reviente.
Si vuestra brillante realidad no es para todos,
que no sea para nadie.
No os asombréis
de la destrucción que se os avecina.
No solo vosotros tendréis el derecho
de destruir la humanidad.
Dadle una bomba a un muerto de hambre.
5
Un tumulto enciende mi cuerpo,
revuelta del deseo que es presente.
Alboroto que rompe el futuro,
en un ahora, en el recuerdo.
Aspiración de una noche encontrada…
El grito en la palabra sacudida
por el mensaje de la piedra arrojada
mediante el impulso incierto de tus ojos.
Tus ojos están escritos en los muros,
cascadas de luces donde tus colores
hablan al viento desde la tierra.
Tú mirada… Tifón que destroza
al horizonte que limita el mundo
con lo lejano de tus párpados.
Te buscare más allá.
Aquí cerca.
Te buscare entre los botes de humo.
Te buscare donde nuestra rosa de fuego
dispara vida contra los asesinos de sueños.
Oleré tu sudor entre los contenedores quemados,
acariciare tu cuerpo entre las llamas…
Cristales rotos… Gasolina…
De nuestros ritos nacerán puños
que sacudiendo mentiras de sueños ilusorios
conquistarán estimados infiernos.
Te buscare entre los coches cruzados
y nuestro aliento jadeante
será prueba de un encuentro,
de una amorosa y triunfante batalla.
Las sábanas serán barricada
y nuestras sonrisas, violentos gestos placenteros,
escupirán sangre sobre el asfalto.
Te amare en el fuego del que arden las calles.
Te amare como un disparo en el sentido,
explotaré con la alegría de nuestras caras,
ya no habrá aburrida tristeza.
Y nada será sino humo de gasolina.
Amare tu mueca entre las piedras.
Amare tu piel entre las continuas derrotas.
Encontrare perderme entre tu cuerpo
y tu sudor será por fin
el preciado destino de mi vida.
6
El sortilegio se desliza
entre la bruma,
escondiéndose entre los desechos
donde el habla enmudece,
mientras,
entre ellos emergía
la creación
de la luz y de los muros.
El mar aceitoso
yace sobre las playas
donde la ciudad muere.
En el puerto
los barcos ya no descargan madera,
Barcelona desemboca
en comercio al descubierto,
los tratantes de esclavos
son ahora una nueva izquierda.
Encontrados y arruinados,
agotados por irreales campanarios,
paseamos en amaneceres
perseguidos por los pistoleros de la limpieza,
esos malditos campanarios
hacen lustros que no arden
y
nuestras hermosas plazas
ya no son parques de la palabra
sino llanuras de duro cemento
regadas por el triunfo del turismo.
Nuestra brujería muere….
muere sin otro renacimiento previsible.
Hablando en medio de una noche,
esperando el diluvio de fuego
de nuestras negras tormentas.
Luz en sangre,
orina la espiritualidad acechada
de un mendigo cualquiera,
muy cerca los centros de turismo,
mas cerca el amenazante policía.
La ciudad nos ha sido robada,
no nos quedan ni los tejados.
Media noche hablando
y el faquir toma la palabra entre los ojos.
Terrible viaje hacia su nada,
acepto la venganza
mientras las piedras vuelan.
La revelación descubre la ausencia de dioses
y la bestia espera la resurrección
en cada uno de los pequeños hábitos
para tomar la palabra
y recuperar el aliento.
7
Atractivos y monstruosos
fuimos una y otra vez destruidos
de la faz de la tierra
por esos venerados poderosos adoradores
de los siglos sumisos,
de los tronos de oro,
de las dagas en sangre frente a sus pirámides,
de los enormes rascacielos.
del marfil arrancado muerto,
de las enormes avenidas
y sus desfiles colosales.
Los heroicos rebeldes insultantes deben ser destruidos,
los lobos que no sean perros deben ser eliminados,
domesticados, con los siglos,
¿Somos los de abajo cada vez más débilmente estúpidos?
8
La oscuridad con su rencor
reprocha al fuego su cultura,
de las llamas nacieron nuestras historias
de las cuales los pensamientos
dieron a los sueños palabras mágicas.
E imaginamos sin anhelo, danzando
sobre los cadáveres que amontonados
por la Historia resucitan en barricada.
Eléctricas imágenes apagaron las llamas
que con esencia violenta
vigorizan al peligro cuando emergen los puños.
Los insensatos y sus sensaciones,
los razonables y sus miedos.
El hambre y la sed
sobre las voces secuestradas:
diálogos vacíos de mentiras publicadas.
Marcas de dolor sobre los muros sordos
y la muerte se paseo por las playas.
Las sombras buscan la luz para existir,
fastidiadas tardes y jornadas pérdidas.
Recuerdos pasados por las manos del taxidermista,
poemas conservados, cartas no escritas,
un lugar junto a mi vacío
y un olvido sobre el lecho.
9
El dolor penetra al vientre de la tierra,
con su avaricia lo están matando todo.
La resurrección sin crueldad cada vez es más inviable,
sus mentiras cada vez son más rebuscadas y obsesivas
10
Desde el pensamiento
la libertad es una magia.
Las palabras arden,
las calles arden,
mis amantes queman,
la amistad es un cuchillo
que anda en la frontera.
Bajo nuestro pies los Templos arrasados,
dentro de nuestros zapatos
Imperios devastados.
Mis manos entre tus piernas
y
nuestra libertad quemando todas las banderas.
Incluso las que dijeron nuestras.
Trapos… olvidaos esas letras,
que afean el rojo y el negro.
Trapos… del sudor gastados
por la fuerza…
Suena la campana de la inteligencia,
revientan nuestros trapos
en el fuego de las botellas,
nuestra antorcha que guía al pueblo
es llevada por una travestí,
las putas se han cerrado de piernas…
Las mujeres por fin ya no cocinan,
y los machotes crudos
son golpeados por maricones karatekas.
Suenan los cañones,
Llegara una nueva Comuna,
que no os estorbe el pasado,
somos los desertores
las revoluciones solo existen mientras hayan sonrisas.
11
Tras las cumbres borrascosas,
solo hay humos de fábricas,
sonoras carcajadas atraviesan los estúpidos dramas
y la violencia gratuita de los jóvenes proletarios
pues todo lo divertido
cuesta una entrada.
Las maravillosas ruinas adoradas por los románticos
ya no son los castillos de heroicos héroes
sino las destrozadas naves industriales,
donde duermen los mendigos,
donde los okupas resisten
y las ratas son vencidas
por gloriosas raves de quince días.
Sangrare con indolencia
por la nariz y las encías,
no es la enfermedad,
es el odio.
Os advierto, científicamente esta demostrado,
Venus no es un sitio agradable
para el sexo y
África arderá sobre un Mediterráneo muerto.
12
Cubierto por las mortajas
de la mentira vestido,
con el desconsuelo enterrándome
mientras las legiones cruentas
conquistan los desiertos
desde los mares.
Mis muertos lejanos
destrozados
por los espejismos
y por las falsas palabras
de los guardianes del osario.
Sobre nuestras cabezas penden espadas,
bajo nuestros pies la carroña de miles,
mientras los alegres soldados
juegan con los despojos de los niños que han matado.
Fieles en la victoria, cobardes en sus derrotas,
Dios de Abraham descuartiza a los pobres,
cerdo dios del dólar, imperial Mediterráneo
repleto de nuestra sangre.
Creyentes borregos sumisos,
enaltecidos por el glorioso matadero,
humanitarios asesinos
que con el honor intacto se dirigen a la guerra
adorando al dorado becerro escondido
en sus cuentas de ahorro.
Desde los cuatro puntos cardinales
el dolor infringido
se resuelve con rabia.
Con las lágrimas rojas en los ojos:
¡Somos los verdaderos infieles!
¡Conquistaremos vuestros altares!
¡Arderán los reinos!
De los paraísos de nuestros sueños
brotaran en la tierra sobre los destruidos tanques
vergeles y riberas, jardines donde las madres
harán renacer libres a sus hijos recién muertos.
Los cánticos llenaran las ciudades
y las piedras volverán a nuestras manos
para construir nuevas y hermosas fuentes.
13
Aséptica inmundicia les rodea,
junto a sus amigos y amigas
saben que es el momento.
bombas de gasolina a punto de lanzar,
la revuelta en el barrio,
ya no aguantan mas,
saqueada su vida llego
la hora de saquear
y saben que la policía disparara…
Buscar y destruir
hoy es un buen plan,
nada de los pijos del pre punk,
arderán las calles una vez mas.
es suyo el problema este, que llaman social.
En algunos sitios se inmolan contra los tanques,
en otros chiquillos juegan a estampar
contra las comisarias los coches robados.
En otros la revuelta es general,
mas allá las manifestaciones son brutales.
y vete a saber el ambiente es insurreccional,
pero en Barcelona algunos…
quieren repartir flores…
En el Barrio ya no hay dinero ni para flores
ni campos donde recogerlas
Buscar y destruir
puede ser un buen plan.
Ya no pueden pedir perdón, ni aceptan disculpas,
ni son viejos ni jóvenes, ni de la utopía hacen un plan…
rabia, amistad, y los bolsillos vacíos,
hoy tendréis realmente un problema,
han decidido, buscar y destruir
14
Los celosos adoradores del dinero
enviaron a sus perros
a imponer el silencio de los templos.
Sus resurrecciones y rencarnaciones
dieron sufrimiento a las miradas
imponiendo la fe con los golpes
de las nuevas espadas.
Los leones rugirán de nuevo
con sus nuevos bailes,
a pesar de tantos valientes muertos
nuevos valientes nacerán.
15
Arrancaremos nuestra piel con orgullo
arrastrándonos por las espinas eléctricas
de los suplicios de los combates,
de nuestros rápidos sueños, los océanos
serán nuestra sangre y los tifones nuestros
doloridos músculos. Sombreada la tierra
por el avanzar de miles, dispuestos mueren
en las playas de la riqueza.
La brea reposa envolviendo
a nuestros leones, desde el Cantábrico
hasta el Levante los puños serán cordilleras.
Arrancaremos las lenguas desde las más hirientes palabras,
el sinsentido engullirá los dominios de los dioses.
Sucumbidos los cantos a la Victoria,
la tierra será el infierno de los adoradores del oro.
Sobre el yermo campo se acumularan los cadáveres,
mientras los torrentes de nuestra gente
nacerán ahí donde duermen los glaciares,
y las ciudades hundidas en el marasmo
serán el paraíso de los que ya odiamos todo.
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