Europa Battle Zone: Rusia cede a las provocaciones de Estados Unidos, y ésta se cobra tres piezas. Geopolítica

En 2022 la invasión rusa de Ucrania se produce 36 horas después de declarar ésta en la Conferencia de Seguridad de Munich del 19.2.2022 [aquí íntegro] que ha intentado revisar el Memorándum de Budapest de no proliferación nuclear en las antiguas repúblicas soviéticas y, textualmente dice, «Ucrania tendrá todo el derecho a creer que el Memorándum de Budapest no está funcionando y que se han cuestionado todas las decisiones del paquete de 1994». Es decir, las armas nucleares se tienen, se quieren o no se tienen, por lo que Ucrania demuestra su deseo por tener estas armas nucleares en su territorio. Esto es lo que sucedería de todos modos si ingresase en la OTAN. EEUU emplea a un títere con un cebo que ni Rusia ni cualquier otro país puede rechazar: la amenaza nuclear.

Breves notas de Geopolítica

En Geopolítica, el mundo no se divide en países, sino en bloques o regiones, en los que los estados interactúan. Estos son actores en un teatro mundial en el que a su vez todos influyen unos en otros. Son caracterizados por su localización, recursos disponibles e intereses propios y comunes. Por eso los países situados en regiones concretas tienen problemas e intereses parecidos, muchas veces contrapuestos, pero similares. 

Doctrinalmente, la condición de victoria es dominar un bloque. Y la de victoria mundial es la de controlar todos los bloques. Pero las características de la tierra son unas determinadas, por lo que se entiende que: quien controle Eurasia controla el mundo. 

Eurasia se compone de cuatro bloques geopolíticos: Europa, que es controlada por Berlín; Asia central, que es controlada por Moscú; Extremo oriente, que es controlado por Pekín; y el borde externo, donde se sitúa la India, Irán, Arabia Saudita e Israel. Las otras regiones son América, África y Pacífico.

Berlín es controlada por Washington que también controla el bloque americano, mientras que Moscú y Pekín son interdependientes y cooperan unidas desde 2001 en que se funda la OSC. Desde entonces han aumentado sus contactos hasta que en 2013 Pekín plantea su plan de reorganización hegemónica Belt and Road Initiative BRI, la Nueva Ruta de la Seda, en el que Rusia es parte fundamental; central. El siguiente paso era articular Europa a través de Berlín con Moscú, pero Washington no lo puede permitir, ya que sería su fin de juego. Esto empuja cada vez más a Moscú hacia Pekín, y finalmente ha sido el origen de la Guerra de Ucrania, acabar de separar Berlín de Moscú y hacer que orbite en torno a Washington; el dominio de bloques.

Europa Battle Zone

Hagamos una breve lectura de los hechos desde la perspectiva geopolítica de Europa para ver cómo se ha llegado a producir la Guerra de Ucrania.

En 1939 Berlín inicia una Guerra Mundial cuyo objetivo es conquistar Moscú y así hacerse con el eje oeste de Eurasia. Después de crear 45 millones de muertos Berlín pierden dramáticamente y la ciudad y el propio bloque queda dividido en dos partes.

Desde 1945 EEUU controla Europa occidental hasta medio Berlín mediante varios mecanismos. Militarmente establece en 1949 la OTAN sobre Europa y un protectorado de unas 35 bases militares extranjeras sobre Berlín, nagándola la posibilidad de un ejército autónomo. Económicamente financia gobiernos liberales y promueven la economía de mercado. Políticamente financia gobiernos fascistas y de derechas es sus múltiples variantes y formas. 

Por otro lado, desde 1945 la URSS controla las fronteras oriental hasta la propia mitad de Berlín usando otros mecanismos que se pueden considerar antagónicos: en lo político partido único, lo cual incluye dictaduras de facto; en lo económico control de precios y planificación; en lo social internacionalismo.

Pero ambos ejercen su poder en función de las condiciones europeas concretas: Europa no es autónoma, tiene déficit de recursos de todo tipo, como pudo comprobar Hitler en 1941. Pero los más críticos son los energéticos, por lo que Europa/Berlín se controla eficientemente por medio del control del flujo de energía, que establece una red clientelar y una relación de dependencia. Y de toda la energía es el petróleo, la fuente de movimiento de personas y mercancías, la que determina la sumisión de bloque. 

Europa disponía de pequeñas fuentes de petróleo en UK y Noruega, hoy día desmanteladas. Pero del todo insuficientes para el bloque. Desde el inicio EEUU toma ventaja sobre el bloque europeo por una razón muy simple: el control energético mundial ha sido ejercido por EEUU por medio de una flota petrolera, puertos francos, bases militares y flotas armadas que aseguran su suministro. Solo décadas después toman importancia estratégica los materiales radiactivos, gas y otros como fuentes de energía. Así como ahora la están tomando importancia las tierras raras y materiales ultraprocesados.

En 1947 comienza el Plan Marshall, y con este la reindustrialización de Europa. Y cuanto más aumenta la capacidad industrial mayor es el consumo energético; que aumenta la dependencia del proveedor. Una tendencia que continúa aún en nuestros días. Ocupada militarmente por EEUU, UK y Francia, carente de política exterior, dependiente del petróleo, Washington encierra a Berlín en una torre de marfil neoliberal que es la CECA/CEE/UE, haciéndose con el flanco oeste de Eurasia.

En 1948 USA y UK fundan el estado de Israel en Palestina con el fin de controlar el flujo de hidrocarburos de la zona. 

En 1971 con la crisis del Petróleo EEUU se alía con Arabia Saudita, abandonando el patrón oro y adoptando el petrodólar. Se asegura el control del primer productor de petróleo del mundo.

En 1973 se produce la guerra del Yom Kippur en Egipto y UK pierde el control del Canal de Suez, pasando a control de EEUU. Se asegura el control del suministro rápido de petróleo.

En 1975 se instaura la primera central nuclear en Alemania, llegando a tener 12. En 2008 se plantean planes estratégicos para el desarrollo extensivo de energías renovables y la ‘transición ecológica’. En 2011 tras el desastre de fukushima cierran temporalmente todas las plantas nucleares. En 2021 tras el desabastecimiento pandémico se dan cuenta de que no son suficientes y se plantea el retorno a lo nuclear. Plantean la reconversión parcial de la industria Europea con el plan Fit For Fifty Five FF55. En 2022 Alemania tiene 3 funcionando, con previsiones de ser apagadas. La energía nuclear no es una opción para sus necesidades energéticas, ni domésticas; ni industriales ni de movilidad. Tampoco el gas ni carbón. Europa debe transitar.

En 1978 la URSS inaugura el gasoducto Soyuz, con destino Alemania y con el visto bueno de EEUU y UK, que ya había iniciado los planes de liberación y liberalización de la URSS, intentando apoderarse de la rama Berlín-Moscú. Ucrania se convierte en llave de paso del gas de los Urales y foco geopolítico. Se instalan misiles nucleares que serán retirados tras la caída del bloque soviético.

En 1979 la Guerra de Afganistán arruina a la URSS. Crece el descontento interno.

En 1985 se implanta la Perestroika de la mano de Gorvachov. Por muchos motivos, pero sobretodo la codicia, la URSS inicia la cuenta atrás para su implosión y abandonar el socialismo ante el neoliberalismo. La Nomenklatura se reparte las empresas con los Padrinos mafiosos. Washington echa el guante a Moscú.

En 1989 comienza la deslocalización industrial de EEUU a China. Japón entra en declive. Este es un año clave porque marca el inicio del declive industrial definitivo de EEUU, el momento de terciarización de su economía y el inicio de la relación Pekín-Berlín.

En 1991 se disuelve la URSS, se divide en Repúblicas independientes, Rusia pasa a ser el área de dominio de Moscú. Se bombardea Moscú. Ese mismo año la OTAN se amplía y abarca al Grupo de Visegrado. Parte de las repúblicas se desmecanizan, Rusia pasa de ser un exportador de bienes industriales a materias primas. Una década marcada por extractivismo interno del dominio de los oligarcas y el neoliberalismo salvaje. Borrachera de poder en Washington. Se celebra con la Guerra de Kuwait. Es el punto álgido de la influencia de Berlín sobre Moscú.

En 1992 se inaugura el gasoducto Yamal, con gas ártico dirección Berlín. Es interpretado como nuevo triunfo del neoliberalismo europeo capaz de extractivizar Rusias. Se afianza el ramal Washington-Berlín-Moscú. Bielorrusia y Polonia se convierten en nuevos reguladores.

En 1994 estalla la Guerra de Yugoslavia. La OTAN toma por lo militar la exrepública socialista y la moldea a su fondo y forma por medio de la limpieza étnica y el fascismo. Al sur de Rusia estalla la 1º Guerra de Chechenia. Rusia no puede intervenir en ambas; Serbia queda aislada.

En 1999 se produce el bombardeo de Belgrado y estalla la 2º Guerra de Chechenia. A la vez. Después de varios genocidios y limpiezas étnicas tanto en Yugoslavia como en Chechenia, las oligarquías rusas ven amenazados ya no sus intereses sino su propia seguridad; se dan cuenta de que detrás de Yugoslavia y Chechenia ellos son los siguientes. Yugoslavia se balcaniza atomizándose en estados étnicamente uniformes, con todo lo que implica, estableciendo el nuevo modelo de ocupación imperialista americano.

En 2001 se produce el ataque al rublo (y a la libra). Año fundamental. Rusia comienza a implementar sus políticas de autonomía y autosuficiencia. Como se mencionaba, firma el tratado OSC de cooperación con Pekín, fortaleciéndose otra de las ramas del eje euroasiático. Mientras EEUU inicia la Guerra de Irak, asegurándose el control de la producción de petróleo y reservas de uno de los mayores productores mundiales.

Por último, en 2001 China entra en la OMC apadrinado por EEUU. EEUU cree que es capaz de beneficiarse de los recursos chinos y dominar así Pekín, haciéndose con la rama oriental de eurasia y cercando a Rusia para que colapse. Pero China no ha abandonado la política de partido único, como hizo la URSS, solo ha liberalizado parte de sus mercados, que permanecen intervenidos. Pekín permite que EEUU desarrolle sus productos, manteniendo un perfil bajo internacional. China poco a poco desbanca a EEUU en los mercados industriales internacionales, creando la actual dependencia estadounidense de las manufacturas Chinas.

En 2004 la OTAN se amplía políticamente al grupo de Vilna. Revolución Naranja en Ucrania. Rusia nacionaliza Rosnef, invirtiendo el sentido de poder/influencia entre Moscú y Berlín debido a su dependencia energética. Berlín sigue siendo dependiente del petróleo de EEUU, pero ya se ha establecido el otro sólido eje de la rama euroasiática. La nueva política de EEUU para Rusia parece que será la de aislamiento.

En 2008 se produce la Gran Recesión, EEUU disminuye su influencia económica sobre Europa, que empieza a ser ejercida por China por la dependencia de las manufacturas. Comienza a oírse con fuerza voces en Europa que claman por la independencia militar de Europa y la formación de una federación política, sobre todo París. Berlín no está de acuerdo; sigue siendo dependiente del petróleo americano, como el resto de Europa.

En 2012 estalla la Guerra de Siria, ante la amenaza de un Gasoducto Qatar-Turquía que desmontase la arquitectura de poder petrolífero de bases, puertos, petroleros y convoyes establecida. A pesar de la superioridad rusa y el despliegue de nuevo armamento Misión cumplida para EEUU. La estructura no verá la luz esta generación.

En 2013 China inicia una ronda de fuertes financiaciones estructurales entorno a su propio proyecto hegemónico, el RBI, que intentan vertebrar Eurasia. Se establece con fuerza la rama Moscú-Pekín. Sin embargo se invierte la influencia Pekín-Washington, al punto de iniciar Pekín una estrategia de engorde a base de productos baratos, que le lleve a la dependencia del producto chino. Los frutos de esta política los vimos durante la crisis del coronavirus y los problemas de abastecimiento en EEUU. Una política que Pekín mantiene. EEUU responde con la «Iniciativa de los 3 mares», intentado organizar a países bálticos, adriáticos y del mar negro entre ellos, de modo que evitasen la intromisión de los mercados rusos y chinos. Pero también alejándolos del poder de Berlín. Un alejamiento que obligado y ejecutados por sus agentes políticos, la extrema derecha local alimentada por la extrema derecha y el propio gobierno de EEUU.

En 2014 aprovechando los problemas domésticos, EEUU logra dar un golpe de estado en el EuroMaidan de Kiev. Se instala un régimen profascista que comienza su propio proceso de balcanización y limpieza étnica. Con mayorías rusas, se separan de facto las repúblicas orientales y Rusia se anexiona Crimea. Comienzan los problemas de abastecimiento para Alemania y Europa. Ese año estalla la Guerra de Libia, liderada por USA-UK-Francia. Se debilita el eje Berlín-Moscú, pero también Washington-Berlín.

En 2016 se inicia el Nodstream 2, fruto de la debilidad de la influencia de EEUU y la necesidad de Berlín. En 2022 finaliza su construcción, pero su uso se ve frenado ante la Guerra de Ucrania. Este proyecto se incluiría dentro del BRI y permitiría la vertebración del eje Berlín-Moscú-Pekín. Sin embargo no acaba con el ansia europea por petróleo, su gran dependencia, del cual EEUU es el principal suministrador.

En 2018 comienzan las sanciones de EEUU a Rusia, pretendiendo el desentramado del eje Berlín-Moscú. Es el inicio del Fortress America y el repliegue americano.

En 2020 con el inicio de la pandemia EEUU afianza su influencia sobre Berlín, controlando el suministro de vacunas contra el covid19, y llegando casi a paralizar el Nordstream 2. 

En 2022  La invasión rusa de Ucrania se produce 36 horas después de declarar ésta en la Conferencia de Seguridad de Munich del 19.2.2022 [aquí íntegro] que ha intentado revisar el Memorándum de Budapest de no proliferación nuclear en las antiguas repúblicas soviéticas y, textualmente, «Ucrania tendrá todo el derecho a creer que el Memorándum de Budapest no está funcionando y que se han cuestionado todas las decisiones del paquete de 1994». Es decir, pretende que proliferen en su territorio. Esto es lo que sucedería de todos modos si ingresase en la OTAN.

Conclusiones

Washington se cobra tres víctimas: Moscú, Kiev y Berlín. Dos competidores hegemónicos y un títere. Acepta hacerse cargo de Berlín, un tercio de Eurasia, a cambio de enfrentarse a Moscú-Pekín.

Rusia acomete esta tarea cuando cree que está fuerte. Antes de la integración de Ucrania en la OTAN, evitando el casus belli directo. Después del repliegue de EEUU de Afganistán y Siria, lo cual ha dejado a decenas de miles de soldados mercenarios recorriendo las ratlines sin rumbo, con base de operaciones móviles y de difícil coordinación, como hemos visto en Kazajistán 2022. Ha aguantado el envite en Bielorrusia en 2021 en forma de revueltas fascistas. Y la Segunda guerra del Alto Karabaj de 2020.

Rusia ve a EEUU débil, y se atreve a atacar un protectorado. Esto no ocurría desde la Guerra de Chechenia. El mensaje que envía a los países del entorno es inequívoco y declarado, sobre todo para los escandinavos, en pugna por el ártico: no os unáis a la OTAN. El argumento nuclear es un argumento que Rusia no puede tolerar ni desatender, y así ha sido. Ucrania debe ser ejemplo para que no se vuelva a repetir la transgresión.

Rusia exige que la OTAN no se extienda y que no proliferen las armas nucleares en sus fronteras. Ambos fines son el mismo.

Washington consigue múltiples objetivos en una jugada Maestra de acoso y provocación. Sin pegar un tiro, solo con instigaciones, separa a Rusia de Europa y hace que Europa invierta en gas y armas estadounidenses, objetivo de Trump. Su objetivo primario, que es mantener Berlín y alejarla de la influencia de Moscú, conseguido por lo menos por décadas. Es decir, la unión del bloque euroasiático que supondría su sumisión ha sido desbaratada. Sin embargo solo consigue un balón de oxígeno, ya que sus problemas no están en Europa, sino en su niveles estratosféricos de consumo e inequidad, que generan todo tipo de disfunciones sociales; domésticamente y en el extranjero. Es decir, no van a poder enfrentarse a China si no se replantean su modelo económico. Y no pueden replantearse su modelo económico sin cuestionar su modelo político. Lock down.

Los planes de Pekín de unir Eurasia son de nuevo desarticulados. Pero China es paciente y ordenada. No necesita actuar para que estalle una crisis en Europa/Berlín que fuerce su entendimiento con Rusia. Si China actúa no será en forma de restricción de sus propios suministros, sino que se aprovechará alguna debilidad americana o europea, como acercarse a Taiwan afectando al suministro de chips a Washington-Berlín, azuzando a Corea del Norte, para forzar el entendimiento Berlín-Moscú. 

Europa es la gran perdedora. Seguramente aumentará el gasto militar y la inflación vuele lo que queda de fuerza para el crecimiento postpandémico. Avanza inexorablemente hacia una transformación energética y de movilidad, rompiendo con el modelo postindustrial y pasando al digital. Y dentro de Europa el país que sale peor parado es Alemania, el país más industrializado y dependiente de la energía. La clave del control de Europa no reside en el gas, aunque es muy importante; reside realmente en el petróleo, que es lo que le ancla inexorablemente y sin fisuras a EEUU.

A pesar del suministro de Gas Licuado de EEUU, China será el gran suministrador de manufacturas, obteniendo una victoria parcial al dependizar a Europa, Estados Unidos y la propia Rusia. Si EEUU continúa con su política de deslocalización China se hará con el control de Eurasia y América a la vez y sin dar un tiro. Si EEUU comienza a producir sus propias manufacturas los estratosféricos costes de producción se comerán los beneficios, debilitando los planes internacionales. El EEUU de hoy solo puede confiar en armas y control del petróleo; pero tiene mucho de ambos.

Europa en la medida que desescale energéticamente adquirirá nuevas necesidad y dependerá de nuevos materiales. Pero el modelo establecido deberá pasar por el replanteamiento económico que lleve a un menor consumo y una aproximación a la producción local, algo a lo que las élites simplemente se niegan desde que en 1956 Hubbert planteó el Pico del Petróleo y en 1988 el IPCC descubrió el cambio climático. Eso ya lo tienen previsto desde el Gran Reset «lo poseerás todo y no poseerás nada». Cualquier cosa menos ajustar el consumo a la capacidad de carga del territorio.

Este año la cesta de la compra se ha encarecido entre un 30% y un 50%. No hay mejor manera de encender los corazones que vaciar los estómagos. Estamos viendo cómo por ahora Rusia mantiene los suministros a la población para evitar levantamientos. Sin embargo en Europa va a haber gran cantidad de masas descontentas en el medio plazo. Los medios fascistas hegemónicos van a intentar vincular lo ruso con la URSS y la izquierda. Si lo unimos a la promoción del fascismo es bastante posible una militarización generalizada de Europa y una fascistificación progresiva, como ya anunciamos desde 2020. Claro, que pueden promover el fascismo todo lo que quieran, pasear banderas, hacer desfiles o tatuar esvásticas; si al final del día no hay pan, trabajo y techo acabarás gritando en las calles. De ahí la importancia que han tenido el desarrollo de los Escudos Sociales durante pandemia: de corazón agitado a estómago agradecido. Preparaos, vamos a tener fascismo para rato.

Salud! PHkl/tctca

Pablo Heraklio

Fuente – Europa Battle Zone: Rusia cede a las provocaciones de Estados Unidos, y ésta se cobra tres piezas. Geopolítica 26.2.2022

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