El Gurugú francés: Miles de migrantes esperan en Calais llegar a Gran Bretaña. Migrantes, los esclavos del S.XXI

A estas alturas no nos queda duda de la guerra abierta y declarada contra lxs migrantes así como los intentos de las élites de despojar, para así poseer, al resto de habitantes. Pero todxs somos migrantes porque todxs somos su mercancía. Si no trabajas para ellos solo tienes dos opciones: migrar o irte a vivir al gueto. Hoy presentamos un lugar padisíaco, la frontera Francia-Inglaterra.

_______________

La situación actual en Calais

1.200 inmigrantes – principalmente de Eritrea, Sudán y Afganistán, así como grupos procedentes de Somalia, Pakistán y Chad – acampan en los bosques de Calais, con la esperanza de un día cruzar el Canal de la Mancha a Gran Bretaña.

Los migrantes solían ser kosovares, turcos, seguidos por los afganos. Pero ahora son los africanos del este, los que hacen el camino, a menudo a pie a través de Libia, para tomar un peligroso barco hasta Italia y el tren a través de Francia para finalmente llegar a Inglaterra [sus antiguos colonizadores].

Las tensiones han alcanzado el punto de ebullición. A principios de esta semana hubo enfrentamientos violentos al parecer provocados por la violación de una niña de Eritrea por un sudanés, que se convirtió en una guerra territorial por el control de la ruta de acceso al puerto y el Eurotúnel.

«Les venden este falso sueño, este ‘El Dorado’ de Inglaterra,» dijo el Sr. Lacour [de la empresa de caridad Solid’R]. «Pero cuando llegan aquí se dan cuenta de que la mayoría es mentira.»

Están acampandos en los bosques de la ciudad, polígonos industriales y casas bajas vacías.

Las autoridades y sus previsiones: carne de cañón de sobra

La brutal policía de fronteras francesa informó esta semana que casi 62.000 migrantes desembarcaron en Italia en los primeros seis meses del año. Durante el mismo período del año pasado, la cifra fue de menos de 8.000. Y, casi todos sin excepción, quieren cruzar las 20 millas que los separan de Gran Bretaña. [Cifras claramente tendenciosas y manipuladas, que contrastan con los datos italianos con el fin de crear alarma social].

Sicarios asaltando al pueblo

El Ministerio del Interior no quiere ofrecer estadísticas sobre el número de personas que llegan al Reino Unido, ya sea de contrabando en camiones montados en los ferries, o escondidos en camiones que utilizan el Eurotunel. Philippe Mignonet, teniente de alcalde de Calais, estima alrededor de 40 personas al día – pero nadie lo sabe con seguridad.

El Observatorio de la Migración con sede en la Universidad de Oxford calcula que el número de personas que viven en el Reino Unido sin el derecho legal a permanecer podría estimarse  entre 417.000 y 863.000.

Las razzias policiales se suceden con las más variopintas excusas. La última un brote de sarna. ¿Por qué no enviar a los servicios sanitarios? Evidentemente es un problema que no se quiere atajar.

«La calle del Diesel». Al final está «la Jungla»

Toda la marea humana confluye en Calais, [arremolinándose entorno al puerto y al Eurotunel]- específicamente en la carretera alambrada de púas que flanquea la periferia de esta ciudad de 75.000 habitantes, a la que el Sr. Baker [alias de un camionero inglés] denomina «La calle del Diesel» porque todos los camiones repostan allí.

Durante el día la Calle del Diesel está poblada por bandas de los migrantes, que permanecen agachados al lado de la carretera y aguardan vigilantes cualquier camión que se detenga el tiempo suficiente para encaramarse.

Por la noche el polígono industrial parece un plató de cine de ciencia ficción. Las luces verdes y rojas del puerto parpadean sus señales de entrada y salida, las chimeneas vomitan humo amarillo en el cielo nocturno. Figuras en la sombra con las sudaderas y capucha reptan entre los camiones y se lanzan a través de los páramos iluminados y a la vista, trepando las cercas de alambre.

Y al final de la calle está «la Jungla» – un bosque muy poblado situado en una parcela donde la policía nunca puso un pie, y donde al menos 80 afganos viven bajo lonas, carpas y palets de madera cubiertos por bolsas de basura.

Frente a La Jungla se encuentra una fábrica abandonada, en un sitio lleno de fósforo y ácido sulfúrico, donde los eritreos han establecido un campamento.

Rebasando los límites impuestos

Todos los camiones que entran en los transbordadores y en el eurotúnel se someten a escaneres de latidos del corazón, calor o perros, explicaron los conductores de camiones. Pero el punto débil – como los migrantes y los conductores sabemos – es después de la exploración, es el momento de colarse.

[También se puede pagar.] El miércoles un tribunal Calais condenó a dos conductores polacos se enfrentan a 18 y 14 meses de prisión, después de admitir haber pedido dinero para el transporte de 11 afganos a Gran Bretaña – con el pago prometido de € 4,000 por migrante.

Calais y los migrantes

Calais, desde siempre ha sido una de las ciudades más pobres de Francia, se ha mostrado notablemente estoica al respecto de las llegadas de migrantes.

Cada noche, a las 6 pm, dos empresas benéficas locales suministran una comida de arroz o pasta y verduras.

Calais es un laboratorio – al igual que Lampedusa, en Italia, [o Ceuta y Melilla en España]- donde se comprueba la voluntad política para abordar el problema. [Ninguna].

El campo de concentración de Sangatte de 2002

Campo de concentración Abandonado Sangatte

«Sangatte era un mal sitio», dijo Dominique Megard, voluntaria de una organización no gubernamental refiriéndose a la infame campamento de inmigrantes a cinco millas de Calais, fue cerrado en el 2002 «pero al menos había agua, baños e instalaciones sanitarias».

En el pintoresco pueblo de Sangatte nada queda del ominoso campamento de inmigrantes, que fue demolido después de desplazados sus 1.000 prisioneros.

El centro fue inicialmente una solución para los 300 inmigrantes que se asentaron entonces en la zona -, pero pronto se convirtió en un imán, y acabó atrayendo a traficantes y criminales junto con todos aquellos refugiados que genuinamente huían de la persecución en su país.

Carabanas de esclavos en el Siglo XXI

Son los traficantes los que quedan como los verdaderos villanos de esta historia, comerciando con la miseria de los migrantes, atrayendolos hacia Calais – tanto como atraen las iras interesadas de políticos, y sinceras de residentes y conductores de camiones.

[Los Migrantes] miran para otro lado y mueven la cabeza cuando cuando se les pregunta acerca de cómo serán tratado por los traficantes.

Basado en Calais’ thousands of migrants waiting, hoping to get to Britain – Telegraph

__________________

Tráfico de esclavos en el S. XXI

No solo se trata de falta de trabajo y oportunidades en nuestros países de origen. Las tensiones militares han provocado el mayor desplazamiento humano conocido hasta la fecha. Asilados. Incluso mayor que los producidos durante la Segunda Guerra Mundial. Esta masa desposeída somos utilizada para rebajar costes de producción en bienes y servicios, tanto legales como ilegales, atendiendo a los intereses de las oligarquías locales.

Las mafias se ceban, y como buitres acechan en sus territorio de caza esperando nuestro paso para cobrar su parte. Tasa a tasa el viaje se hace largo. Son el Paraestado, llegan donde el Estado no quiere. Y nosotros somos su mercancía humana. No actúan solas, necesitan una red, el apoyo y control de las autoridades y atienden a los intereses de las oligarquías locales.

La mayoría de los intermediarios de las mafias son de nuestros países de origen. Así son capaces de contactar y comerciar fácilmente. Muchos son vistos como salvadores, guías, guardianes, protectores y revolucionarios. La realidad es que son sucias ratas miserables que cobran por sus servicios como malditos traficantes de carne.

Los migrantes incapaces de atravesar algunas de las fronteras impuestas estamos abocados a vivir en los distintos bosques, ruinas, cárceles o campamentos dispuestos para nuestro disfrute. Guetos a nuestra medida.

Una vez en el país de destino nos encontramos con una cruda realidad, una lucha feroz por los peores puestos de trabajo en una sociedad demencialmente superflua y competitiva. Es difícil adaptarse a todo un sistema, tardas mucho tiempo, es muy difícil. Siempre puedes volverte al gueto.

Los refugiados políticos somos verdaderos desposeídos. No nos queda nada más que lo que llevamos en la maleta, la fuerza de trabajo y la salud. Si no te queda ya sabes dónde acabas: cuneta.

A los refugiados económicos no se nos reconocen muchas de las habilidades y capacidades obtenidas en nuestros países, solo cuando le conviene a las autoridades, al servicio de las oligarquías. Otro desperdicio del sistema capitalista. Se infravalora nuestras capacidades para impedir nuestro desarrollo como personas y nuestra independencia económica. No tenemos oportunidades. Nos lo han quitado todo, migración es sinónimo de despojo y desarraigo, de destrucción de las estructuras sociales.

La esencia humana indomable se doblega a base de represión. Compruebo que muchos de mis compañeros están completamente alienados y quieren volver a sus pueblos siendo grandes reyes y señores. En su imaginación infantil quieren ser futbolistas y tener un Ferrari. Los más realistas quieren tener pisos y vivir de las rentas. En sus discursos la sombra de la iglesia y los estúpidos nacionalismos.

El pueblo decidido no se doblega

a los designios de sus opresores

Los migrantes somos sometidos a presiones psicológicas y físicas de todo tipo. Pensamientos circulares: No podemos volver, pero tampoco podemos avanzar. No sabemos lo que comeremos mañana o dónde dormiremos. ¿Habrá redada? Me pillarán en la frontera. No me cogerán vivo. No sé si me llegará el puto dinero. Necesidades, miedo y frustración.

El lento camino de la integración. Fronteras dentro de Europa

Hay mucho por hacer. Demasiados frentes. Manos a la obra!

Personalmente encuentro gran potencial en nosotros migrantes si somos capaces de satisfacer nuestras necesidades mientras creamos lazos comunes que permitan crear una conciencia de grupo. Se necesita un ancla, una idea, un motivo que nos una a todos, y esa es la conciencia de clase. Es absolutamente fundamental y el eje de toda nuestra lucha. 

Nativa o extranjera la misma clase obrera. 

Los migrantes desposeidos somos una gran masa, silenciosa, invisible, pero estamos ahí, por miles. Necesitamos de los migrantes nativos para proporcionar un mínimo soporte que permita olvidar nuestros estómagos y centrarnos en cómo organizarnos para superar las barreras de las oligarquías.

Somos los de abajo, vamos a por los de arriba, pero no queremos ser como ellos! Queremos un mundo nuevo!

Desde la Tarcoteca todo el apoyo a aquellxs que por uno u otro motivo han tenido que migrar y a todxs aquellxs que contra viento y marea siguen sosteniendo la llama de la lucha en sus hogares. Sois admirables compañerxs.

Fuente – El Gurugú francés: Miles de migrantes esperan en Calais llegar a Gran Bretaña. Migrantes, los esclavos del S.XXI

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio