El Libertario #72, falta el papel pero sobran las ganas

portadaEstá circulando este nuevo número del vocero ácrata de ideas y acción. En esta ocasión, y por primera vez desde su inicio en 1995, sólo en versión digital pues, como explicamos en el Editorial, con la situación venezolana actual es practicamente imposible que un medio periódístico autónomo frente a los poderes del Estado y el Capital tenga acceso a los insumos requeridos para su impresión.

En todo caso, se ha diseñado el # 72 para que quien pueda y desee haga la impresión en tamaño carta de sus 42 páginas (21 hojas por ambas caras), cuyo índice de contenidos detallamos a continuación (cuando no se indica autor, es responsabilidad de la Redacción):

– Editorial
– El discreto encanto de la boliburguesía
– A veces llegan cartas
– Las fotos
– Doblepensar
– Declaración – Ahora más que nunca: Autonomía, Autogestión, Acción Directa y Solidaridad
– Piense como un «socialista» del Siglo XXI
– 12 preguntas frecuentes sobre febrero 2014 en Venezuela; por Pepe el Toro
– Fragmentos de un tiempo revuelto
– Febrero 2014: empieza el calor; por Sofía Comuniello
– Se acaba el mambo y lo que viene es joropo
– Crónica desde la ciudad de Mérida: ¡Ganas no me faltan!; por Viento sin Fronteras
– Propuestas para la protesta, protestas con propuesta; por Old Sideshowbob
– Propuesta anarquista ante la crisis venezolana; por Curare
– contra el paquete económico camuflado del madurismo
– Agoniza la economía nacional; por Humberto Decarli
– Quiebre moral; por Mariana
– Una hipótesis para visualizar el origen y prosperidad de la boliburguesía; por Armando Vergueiro
– Cemento: ¡Ah mundo ese aparecido que ahora sale en El Tocuyo!; por Sargento Montilla
– Lo que debe saberse de CIVETCHI y sus trabajadores presos
– «Somos wayuu, no bachaqueros»; por Prensa Provea
– Movimiento ambientalista venezolano y neo-extractivismo: la dificil resistencia; por María P. García Guadilla
– Los Piaroa ante 2 (o más) Estados; por Euclides Perdomo
– Minería, FARC y tolerancia estatal en Amazonas
– Carbón en el Zulia: 20 preguntas sin respuesta; por Yldefonso Finol
– Mi «lavado de cerebro» en la Universidad Bolivariana; por Gabriel Andrade
– Una contradicción llamada Juancho Montoya; por Curare
– Asi trata el PSUV a su disidencia interna
– entre dos mundos; por Pedro Pablo
– Las cárceles tras 15 años de «revolución bolivariana»; por Observatorio Venezolano de Prisiones
– Patriarcado con esteroides: La fiebre de la cirugía plástica; por Alan Furth
– Uruguay: Monsanto y la legalización de la marihuana; por Karen Hermosilla
– Escribe un supuesto “peruano” a unos supuestos “chilenos”; por compas de Chile y Perú
– La IFA en solidaridad con anarquistas de Cuba; por Internacional de Federaciones Anarquistas
– Suráfrica: A toda máquina con la “Marca Mandela”; por Tina Sizovuka
– En Viena la Pizzería “Anarquía” lucha por la (A) y contra el desalojo; por Pizzería «Anarquía»
– La economía del anarquismo: Algunas ideas básicas; por Anarcho
– ¡No vayas al circo que explote animales!
– Leer Libera
– La Soledad, una biblioteca móvil; por Daniel
– Noticias breves
– Humor y (A) en el bicentenario de Bakunin; por Puye y Autogestione
– Biblioteca Móvil La Soledad; cómic por EsboZine

Descargar El Libertario # 72

Haremos todos los esfuerzos a nuestro alcance para reanudar la edición impresa en los números siguientes. Mientras tanto, invitamos a «bajar» esta edición digital desde nuestro blog http://periodicoellibertario.blogspot.com, o a solicitarla vía e-mail a periodicoellibertario@gmail.com; igualmente agradecemos correr la voz para que otras personas y grupos sepan de esta edición y dónde conseguirla.

::Editorial # 72

Desde 1995, fecha en que comenzamos este camino editorial y periodístico independiente, es primera vez que nos vemos imposibilitados a imprimir nuestra edición. No es un problema de dinero. Nuestro método autogestionario ha conseguido una comunidad de compañeros, afectos, afines y lectores que por distintas vías, incluyendo la compra solidaria de materiales, se han autoresponsabilizado de aportar económicamente para costear los gastos de impresión de cada número. Tampoco es un problema de contenidos. Al ser una de las poquísimas publicaciones de izquierda antiautoritaria y anticapitalista del país, cada edición debe seleccionar entre las diferentes contribuciones escritas de los cada vez en aumento colaboradores y colaboradoras.

La imposibilidad de imprimir esta edición es consecuencia de la aguda crisis económica venezolana. Ante la dependencia cada vez mayor de las divisas extranjeras, en un país que sólo tiene energía para vender e importa todo lo demás que necesita, el gobierno de Nicolás Maduro ha limitado la entrega de dólares para la industria gráfica del país, que compra en el extranjero todos los insumos que necesita. La escasez de tintas y papel se suma a la larga lista de productos inexistentes en los anaqueles, algunos tan dramáticos como los medicamentos para pacientes con enfermedades crónicas y terminales. Varios medios impresos en el país han tenido que disminuir páginas y frecuencia, en una situación que afecta particularmente a los periódicos pequeños e independientes, como el nuestro. La negación de divisas para la importación de insumos para publicaciones tampoco es casual. La progresiva construcción de la hegemonía estatal comunicacional bolivariana necesita ahogar todas las voces críticas y disidentes posibles. En el caso de los medios televisivos y radiofónicos, desde el año 2002 la burguesía que ha crecido bajo la sombra del árbol chavista ha contado con los recursos necesarios para adquirir la mayoría accionaria de los principales. En el caso de los periódicos, la boliburguesía ya es dueña de Últimas Noticias, el diario de mayor circulación del país. El resto intenta ser doblegado por el mecanismo del acceso a los dólares preferenciales para la importación. Por nuestra parte, esperamos en el menor tiempo posible volver a circular de manera impresa, que para nosotros es lo medular en nuestro trabajo de propaganda de la libertad y la justicia social.

El problema estructural de fondo en el país no es político sino económico, el cual ha generado un amplio malestar que se expresa de manera diferente según la ciudad y el sector político. Las protestas del interior de Venezuela, tras años de sufrir interrupción de servicios básicos, el alto costo de la vida y la escasez de productos de primera necesidad, tienen muy presentes las demandas sociales. Las ciudades de provincia han protagonizado manifestaciones que han robado el otrora protagonismo caraqueño, autoconvocadas por la gente y sobrepasando a los partidos políticos de oposición. Por otra parte, es evidente que las amplias bases sociales de apoyo al chavismo no se están movilizando en el apoyo al gobierno de Nicolás Maduro. El “desobedecer” las líneas de la actual dirigencia madurista también es una expresión de profundo sentido político. Como nunca antes en los últimos 15 años tenemos un escenario en donde las bases de ambos sectores de la polarización están en rebelión contra su dirigencia. Y este es campo fértil para la construcción de una alternativa social libertaria de cambio.

Además de la represión y la invisibilidad de sus contradicciones, el programa de gobierno del madurismo para el corto plazo privilegia la aplicación de un programa de ajuste económico que hará pagar los costos de la crisis no a quienes la generaron –la corrupta clase política roja o azul, los “brokers” del mercado energético, los estafadores del dólar Cadivi, los importadores de la falsa soberanía alimentaria, las anclas endógenas de la especulación financiera y el narcotráfico, el Estado cubano y demás “amigos del exterior” – sino a todos los asalariados y asalariadas del país. La llamada “Conferencia Nacional de Paz”, convocada por el gobierno con la excusa de las protestas, sólo intenta conformar la plataforma necesaria para legitimar el paquete económico en ciernes. Aunque la naturaleza de la economía venezolana es transnacional, el madurismo necesita el apoyo de los parásitos del sector empresarial privado del país para castigar a los sectores populares con la progresiva devaluación de la moneda y la disminución general de la calidad de vida. La resistencia al paquete económico del madurismo, donde desnuda su naturaleza capitalista, es la tarea clave de los libertarios en el momento actual. Aquí coincidiremos con todos los sectores que, desde la base, desean la construcción de un oasis diferente al desierto de los partidos políticos oficialistas y opositores. Sin líderes providenciales ni mesías, mediante la cooperación sin mando y proponiendo la autogestión y la autonomía como herramientas clave para la acción de transformación. Si lo deseas puedes caminar a nuestro lado, o comenzar tu propio proceso de toma de conciencia mediante la acción y reflexión junto a tus pares. Tenemos toda una vida por ganar.

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