Gato Negro. Periódico Anarquista de Agitación Cotidiana. Número 8 – Marzo 2019

Carta a nuestrxs lectorxs a dos años de haber nacido

Esta es una hoja de desahogo y sinceramiento, un momento de desnudez existencial, un acto de cordura en un mundo de locuras, o de locura en un mundo cuerdo.

Somos un grupo de personas, de individualidades con nombre y apellido que creen que no importa tanto el nombre, y menos aún el apellido que se nos adhiere a los cuerpos como una marca registrada, como una mochila de historias pesadas como elefantes. Al igual que ustedes, querides lectores, sobrevivimos y hacemos lo que podemos para sobrellevarla. Tenemos aciertos, pero también nos equivocamos, y mucho. Sin embargo, creemos que vale más hacer mucho y equivocarse, que no equivocarse nunca por esperar el momento perfecto para actuar, como decía Malatesta. Sí, estamos abiertes a los errores porque no nos creemos ninguna vanguardia, nadie es más que nadie para decirle qué hacer, nunca. ¿Entonces para qué escribir? Para contagiar valores, sentires y deseos. Así como también miedos, angustias y sospechas. La escritura es nuestro medio, y Gatx Negrx es el canal.

Es el canal que supimos construir, una construcción en movimiento perpetuo, y que durará lo que tenga que durar. El objetivo no es crecer cuantitativamente y contener un movimiento que cambiará el mundo. Creemos que tanto ética como históricamente, esas fórmulas han demostrado estar gravemente equivocadas en todo sentido. Nos organizamos y escribimos no para aumentar seguidores, sino para aumentar rebeldes que desprecien seguir, que no quieren ser más meros espectadores de una vida que se nos escapa a través de las pantallas, que odien esperar órdenes porque tienen tanta vida dentro, que quieren crear. Nuestro público son todes: el chico adolescente que odia ir al secundario, el estudiante de derecho que estudia porque los padres lo mandaron, la ama de casa que no duerme solo con su marido, la hermana que sale con dos chicos a la vez, la oficinista que está cansada de estar sentada 8 horas por día en la computadora, para el obrero que se cansó de ir solo a marchas y quiere empezar a utilizar el sabotaje, para las mamás solteras que se sienten acosadas por preguntas como “¿Y dónde está el padre?”, para les explotades que estudian y trabajan y no tienen vida social porque el mundo exigen mucho de nosotres, para el papá de casa que siente curiosidad por los gays, para las travestis que deciden ser lo que ellas quieren, para el zurdo aburrido de la burocracia roja, para les villeres que no quieren ser ni transas ni yutas porque ambos reproducen al Estado, así como tampoco soportan al puntero peronista y al zurdo “popular” que en vez de instarlos a organizarse y rebelarse, los instan a civilizarse, a conseguir un “trabajo”, construyendo sus aparatos no con elles, sino sobre elles, para les ancianes que a pesar de la edad, siguen deseando, y también escribimos para los fascistas, si es que se animan a leernos.

Escribimos para el continuum. Escribimos para darnos una voz. Una más entre las tantas que aún faltan florecer. Escribimos para organizarnos como pueblo, para fomentar la organización del pueblo. Hoy en día no nos encontramos desorganizades, sino que nos encontramos organizados por el Estado, lo cual es muy distinto. Estamos organizados en base a la violencia y no a los deseos, en base al privilegio y no al común. Así nos lastimamos diariamente, desde lo más cotidiano de nuestras existencias, hasta lo estructural del sistema, el daño es siempre contra nosotres mismes.

¿Qué estamos esperando para organizarnos? ¿Por qué no hay mil periódicos distintos? ¿Dónde están nuestras radios? ¿Nuestros locales, debates, bandas, reuniones? ¿Dónde está el movimiento? ¿Seguimos esperando al eterno salvador que venga a cambiar el mundo? ¿Tan cómodes estamos mirando Netflix y comiendo basura? El momento es ahora, siempre. Escribimos para decir una gran verdad que aún no ha sido entendida del todo: la mejor arma del Estado no es su fuerza e inteligencia, sino nuestra pasividad. Lo que nos impide crear otra forma de vivir es la falta de confianza en nosotres mismes. Las luchas del pasado, los deseos irreductibles de nuestres hermanes que dieron hasta el último respiro para cambiar la vida, nos demuestran de lo que somos capaces si nos ponemos a ello.

Escribimos para darnos confianza, para que nos animemos a intentarlo. Para destruir no solo al Estado material, sino también el que llevamos dentro.

Lo existente no agota lo posible,

La vida es de les que se atreven.

Fran Fridom, Luna, Onrubia, Volten, Vladimirovich, Lous Salomés, Hufupukar, Roscigna.

Acceso al Número 8 de Gato Negro

https://periodicogatonegro.wordpress.com/

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio