Tomás, Trini y los partidos vacíos

Ha sido tanto el azote recibido con las primarias del PSOE, que Trini y Tomás parecen como de la familia (política). Y si bien es cierto que a la totalidad de los lectores de este diario digital les traerá al pairo, si el candidato de la socialdemocracia en Madrid es uno u otra, los datos de esas elecciones internas nos dejan la posibilidad de algunas reflexiones.

El PSOE en la Comunidad de Madrid sacó 1.000.000 de votos en las elecciones autonómicas del 2007, sin embargo, sus afiliados apenas alcanzan los 18.000 en esa región. O lo que es lo mismo, una Comunidad con seis millones y medio de personas, apenas 18.000 son afiliados al PSOE, el principal partido de la oposición y siempre aspirante a gobernar. Significativo.

No pierdan tampoco de vista el dato de los concejales electos por ese partido en las municiapales del 2007, fueron 700. Si a esa cifra sumamos entorno familiar y cargos administrativos de toda índole (incluida la cantidad que aportan los hermanos de UGT), ojo, ya estaríamos cerca de los 18.000 afiliados que confiesa el partido.

Entonces… ¿quién habita el interior de los partidos?, ¿qué función orgánica cumplen?, las respuestas se acercan a palabras defintivas: nadie, nada. Los partidos grandes (y no tan grandes) en número de votos, han hecho de las agencias de publicidad y el marketing su ideario político. Los pocos militantes que quedan no se reunen para debatir y acordar nada, no pegan carteles, no hacen asambleas, no eligen a los compañeros/as que van en las listas…, pagan las cuotas (los que lo hacen), son trasladados en autobús a aplaudir al líder con una bandera al uso cuando y juegan a las cartas en las sedes viendo televisión, como si estuvieran en el Centro de Mayores del barrio. El vacío ideológico es de tal dimensión que sin sus altavoces mediáticos no serían capaces de llegar ni a la poca población que aún los escucha. Estamos ante un teatro

Esto obliga a las organizaciones pequeñas, de esforzados y abnegados militantes que aspiran a cambiar el sistema capitalista, a mirar el futro con optimismo, porque los grandes, esos que llenan la vida política-medíatica patria y sostienen el marco capitalista, tienen los pies de barro, detrás no hay más que títeres de los intereses económicos de los poderosos, no hay más que Trinis y Tomases, nada.

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