El ‘PPSOE’ frena la revisión de las pensiones vitalicias de los cargos políticos

Felipe GonzálezLa unión del PP y el PSOE hizo posible que Aznar y González sigan cobrando 80.000 euros al año y disfrutando de beneficios de todo tipo, a costa del erario público.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular PP  pusieron ayer freno a un intento parlamentario de limitar las pensiones vitalicias que cobran los ex presidentes del Gobierno, como Felipe González o José María Aznar.

El PSOE y el PP se quedaron hoy solos en el Congreso (Cámara baja) a la hora de defender el mantenimiento de las pensiones vitalicias que cobran el socialista González y el popular Aznar, pero la suma mayoritaria de sus votos bloquea una proposición de Ley Orgánica de varios partidos de izquierda que querían poner límites.

Todos los grupos avanzaron el apoyo a la toma en consideración de la propuesta, si bien los votos de socialistas y populares hacen que la iniciativa quede desestimada.

La propuesta se debatió tras la polémica generada recientemente por el «fichaje» de González y Aznar como asesores de dos compañías energéticas.

Los dos ex presidentes del Gobierno van a percibir retribuciones compatibles con sus pensiones vitalicias de más de 80.000 euros (unos 107.000 dólares) que les paga el Estado.

González ha sido nombrado miembro del Consejo de Administración de Gas Natural Fenosa, mientras Aznar ha sido contratado como asesor externo por la eléctrica Endesa, especialmente en temas relacionados con Latinoamérica, una de las áreas fundamentales para la compañía.

Gaspar Llamazares, portavoz de Izquierda Unida (IU), uno de los partidos que impulsó la proposición de Ley Orgánica, abogó por una labor política que sea «noble, digna y austera».

El fin de su propuesta es «avanzar en la transparencia» porque, en opinión de Llamazares, «la antesala de la corrupción política es la confusión y la colusión entre lo público y lo privado».

IU planteó un sueldo digno para cada cargo público, dedicación «exclusiva», incompatibilidad entre más de una asignación pública y de éstas con las privadas, y también limitar las indemnizaciones a ex diputados y senadores, pese a reconocer que son las más austeras de Europa.

Por eso, el partido de Llamazares apuesta no sólo por acortar a dos años las pensiones de los ex presidentes del Gobierno, ahora vitalicias, sino por evitar que sean compatibles con retribuciones privadas.

«No se puede compatibilizar con empresas privadas, que pretenden convertir las relaciones del presidente del Gobierno en un fondo de mercado», agregó el portavoz de IU, que también aboga por regular los grupos de presión que actúan en el Parlamento.

En nombre del PSOE, Daniel Fernández justificó el voto en contra de su partido por entender que la proposición no mejora la eficacia de las incompatibilidades y porque sus medidas «van en una dirección errónea y perjudicial para la buena salud del Parlamento», ya que contribuirían a la «profesionalización» de la política.

El diputado Vicente Ferrer justificó la postura del PP alegando que los cambios que propone IU son innecesarios y oportunistas.

Según el diputado del PP, «a nadie se le oculta» que la propuesta obedece a un estado de opinión, con una ciudadanía descontenta con la clase política, pero no por su régimen de incompatibilidades, sino por la crisis económica y la falta de soluciones a la misma.

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