Basta ya de falacias: la energía nuclear no es la alternativa al petróleo

Explosión nuclearInteresantísimo el debate que se planteó el viernes pasado en Hora 25 global en torno a la energía. Volvieron a salir los clichés habituales como la supuesta ausencia de un debate serio sobre el modelo a seguir, la falta de información de los ciudadanos, la dependencia energética del exterior… Inevitables todos ellos en una tertulia que se precie. Pero hubo un apasionado cruce de opiniones entre el pronuclear José María Brunet y el antinuclear Fernando Berlín.

Brunet ejerció de mamporrero de la industria y determinados poderes fácticos obsesionados por el renacer nuclear, dando por hecho que es la única alternativa energética al modelo petrolero actual. Brunet criticó las energías renovables por caras, cuando, como le recordó Berlín, no hay ninguna empresa privada que aborde la costosísima construcción de una central nuclear, con el problema añadido de que ninguna aseguradora cubre los riesgos de su actividad. En consecuencia, el Estado ha de correr con los costes, regalando luego el negocio a las empresas concesionarias de su explotación.

Otro argumento pronuclear es la dependencia energética del exterior. Dejaríamos de importar petróleo y gas, cierto. Pero pasaríamos a importar uranio, un mineral escaso cuyas reservas se estiman en menores a un siglo y del que España practicamente carece en cantidades que hagan rentable su extracción.

Asimismo, es necesario reiterar una vez más la realidad contra las falacias. España exporta energía, no la importa. Desde 2004 nuestro saldo eléctrico es positivo (ver este extraordinario artículo de El Mundo escrito por Pedro Cáceres). Y si continuáramos con la política de apoyo a las renovables, mejor saldo lograríamos. Hay que subvencionar su implantación, cierto. Pero las ventajas de apoyar una tecnología española de gran proyección, que nos independiza al 100% del exterior, que elimina el problema de la contaminación y a la larga tiene un gran recorrido para abaratarse sería la mejor política energética posible.

El simple detalle de que en dos días de ascenso del precio del petróleo, España gastó más dinero que todas las primas concedidas a energías renovables el año anterior entero, deja bien claro el estúpido argumento de que son caras. Dejamos de invertir en tecnología y economía nacional para enviar nuestro dinero a dictaduras de Oriente Medio y enriquecer a especuladores.

[Puedes oir el corte del debate sobre energía nuclear y el debate completo en el post original]

David Avendaño
http://www.laaldeaglobal.com/
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