¡Que viene el Papa!

PapaHabía tres países en la Unión Europea sometidos a la dictadura religiosa del supuesto Estado Vaticano: el reino de España y las repúblicas de Polonia y de Irlanda. Parecía imposible que surgieran disonancias entre ellos, pero el 25 de julio de 2011 se ha producido el hecho memorable, por parte del supuesto Estado Vaticano, de llamar a su nuncio diplomático en Irlanda para celebrar consultas. En el lenguaje diplomático esto significa una advertencia para la ruptura de relaciones.

La República de Irlanda encargó a una comisión gubernamental que elaborase un informe sobre las denuncias de pederastia sacerdotal en la diócesis de Cloyne. El resultado de la investigación se hizo público el 13 de julio, en 400 páginas documentadas con nombres y situaciones. Se relaciona a diecinueve clérigos como culpables de las violaciones, y se acusa al obispo diocesano de encubrirlos, limitándose a trasladar de parroquia a los denunciaos por sus víctimas.

El día 20, durante un debate parlamentario, el jefe del Gobierno irlandés, Enda Kenny, censuró la complicidad de los obispos al no tomar medidas contra los pederastas, y señaló al Vaticano como culpable de haber dado la orden.

Hasta ahora la Curia vaticana guarda silencio sobre las denuncias contenidas en ese informe, pero ha censurado que el primer ministro irlandés acuse al llamado Estado Vaticano de complicidad, y para expresar su disgusto ha llamado a consultas al nuncio. Es el colmo de la desfachatez, pero la Iglesia catolicorromana nos tiene acostumbrados al uso de la desvergüenza en todos sus gestos.

Hay diócesis de Estados Unidos y Canadá que se encuentran en quiebra a causa de las indemnizaciones que han debido pagar por la lujuria de sus obispos y clérigos. El conocido como papa Juan Pablo II reunió en el Vaticano a los cardenales y obispos estadounidenses el 23 de abril de 2002, para abroncarlos por el escándalo continuado que se estaba produciendo en el mundo entero debido a esa causa. Le dolía también que el presunto Estado Vaticano se encontrara con las arcas vacías por primera vez en su historia, al tener que pagar las millonarias indemnizaciones ordenadas por jueces estadounidenses a las víctimas. Entre los asistentes al minicónclave se hallaban varios acusados de violaciones a niños.

Desde entonces han continuado las denuncias de pederastia sacerdotal en otros países. Una orden religiosa, la de los legionarios de Cristo, a la que pertenecen José María Aznar y Ana Botella como laicos de su movimiento Regnum Christi, se halla en entredicho por parte del propio Vaticano, a consecuencia de los escándalos sexuales cometidos por su fundador y sus secuaces.

LA SECTA MÁS CRIMINAL

La Corte Penal Internacional acusa de haber cometido violaciones de mujeres, no probadas, a los militares libios que luchan contra los robots de la CIA. Las violaciones de niños en todo el mundo por parte de cardenales, arzobispos, obispos, abades, curas, frailes y sacristanes están documentadas, y los culpables reconocen lo que llaman su pecado, que no su delito, por el que piden perdón a su Dios. ¿Por qué no se actúa contra esta secta, culpable de horrendos crímenes genocidas a lo largo de su historia, y ahora que no puede emprender cruzadas ni encender hogueras ni impedir el desarrollo de la ciencia y de la cultura es culpable de innumerables violaciones a niños, denunciadas en los países desarrollados, pero no tenidas en cuenta en los del llamado tercer mundo en donde actúan sus misioneros? Esta secta es enemiga del género humano, al que ha pasado a cuchillo o quemado durante diecinueve siglos, y ahora se entrega a la violación sistemática de niños. Debe ser prohibida, extirpada de la sociedad sana a la que aspiramos.

En el reino de España se han presentado pocas denuncias, aunque todos conocemos casos notorios, y los que tuvimos la desgracia de estudiar en colegios regidos por frailes sabemos bien sus métodos lujuriosos. Parece que en “la católica España”, según la definen los llamados papas, son pocos los que se atreven a denunciar violaciones clericales.

Lo aberrante es que del 18 al 21 de agosto se va a celebrar en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud, organizada por la Curia pederástica, que asistirá al completo, presidida por el dictador del conjeturable Estado Vaticano, el antiguo joven nazi Joseph Ratzinger, después inquisidor mayor en su edad adulta, y en su senectud denominado papa. Se espera que jóvenes de todo el mundo vengan esos días a Madrid, para complacer a los máximos dirigentes de la secta. Toda una orgía.

El reino de España carece de una religión oficial, según el artículo 16:3 de la Constitución monárquica vigente. Pese a ello, un representante de su majestad el rey nuestro señor, que luce el distintivo de rey católico por herencia de Isabel y Fernando, realiza una ofrenda todos los días 25 de julio ante la falsa tumba del apóstol Santiago.

EL ALTAR CON EL TRONO

El cardenal arzobispo de Madrid, el ultraconservador Rouco, ha regalado al rey católico la llamada mochila del peregrino, que se entregará a los jóvenes asistentes al reclamo. Siempre el altar y el trono han estado complementados en España, incluso cuando el trono lo ocupaba un ex general genocida, al que los obispos metían en sus templos bajo el palio reservado para la hostia consagrada. No se les ha ocurrido hasta ahora condenar los crímenes que cometió; al contrario, califican de cruzada religiosa a la rebelión militar, y hacen santos a los muertos de su bando.

Y el actual Gobierno, sustentado por el partido Pseudo Socialista Obrero Español (PSOE), ha calificado de “excepcional interés” la concentración pederástica mundial, lo que implica que las empresas patrocinadoras de la vergonzosa reunión se beneficiarán  de una deducción de sus impuestos. De esta manera, Hacienda dejará de ingresar unos cuarenta millones de euros.

Los vasallos debemos boicotear a esas grandes empresas y bancos que han aprovechado la oportunidad para patrocinar la infamante convocatoria.

El gerente de la Conferencia Episcopal Española, Fernando Giménez Barriocanal, valora en cincuenta millones de euros el coste de la reunión pederástica en Madrid. Los cálculos de economistas laicos indican que costará el doble, cien millones de euros. El reino cuenta con cinco millones de desempleados, a los que se reduce el parco subsidio de paro y se termina por anulárselo, pero se dilapida el dinero a favor de la secta catolicorromana.

Los integrantes del Movimiento 15 de Mayo, que tomaron Madrid este fin de semana, para protestar contra el desgobierno del partido PSOE y reclamar la convocatoria de un referéndum sobre la forma de Estado que deseamos, están obligados a ocupar la plaza de Cibeles antes de la llegada del dictador vaticano, para impedir que se celebre allí su anunciada reunión con sus víctimas. Basta ya de dictadura eclesial, y de quienes la propician. Hay que impedir por todos los medios la celebración de la Jornada Pederástica Mundial. Que la celebren en el Vaticano.

Arturo del Villar
Colectivo Republicano Tercer Milenio
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