Estatismo y tecnología

El Estatismo (o el Capitalismo en su forma actualizada) como religión, se aceptó a partir de la creencia en el crecimiento, el desarrollo y la modernización de las condiciones (materiales) de vida de la sociedad, no obstante, el precio que pagarón nuestros antepasados y que estamos pagando nosotros en toda su dimensión social, de las que han derivado las guerras más destructivas por el control de los recursos naturales y la concentración de riqueza que han provocado la mayor miseria ética y material (corrupción y engaños) debido a la industrialización y a la técnica desarrollada e implantada durante el siglo XX para contrarrestar la supuesta pobreza y el «atraso» de las sociedad rural ha sido y está siendo muy caro en general; destrucción y contaminación para el posterior control de la Naturaleza, control del ser humano a partir de la tecnología, guerras de rapiña, conflictos sociales, terrorismo, caos, confusión, manipulación de los medios de comunicación masivos, miedo y temor en todas sus manifestaciones como sentimiento de sometimiento a un poder «invisible» que escapa a nuestro entendimiento.

El fetichismo por la tecnología constituye una forma de vida alienante en la cual el individuo se sumerge en el encapsulamiento de la vida privada. Que lo sustrae de la realidad en la que vive para que pueda evadirse de los conflictos y problemas que derivan de la guerra permanente que genera el sistema capitalista.

La tecnología ha sido concebida para la acumulación. No es neutra o no significa necesariamente que pueda ser usada para bien o para mal (lo que puede suceder en algunos casos y no en todos, ahí radica el engaño) como la inmensa mayoría cree.

Es un fin en sí misma y no un medio. Es totalizadora y totalizante en cuanto pretende el control absoluto de la Naturaleza y el ser humano. Este control que la tecnología ejerce sobre el individuo y el mundo en sí, se proclama en aras de la seguridad para crear un dispositivo que refuerce la confianza que se deposita en el Sistema.

La fe ciega en el Sistema se transforma en una adhesión a éste a cambio de seguridad. La libertad del individuo y el colectivo es restituida por el control y el dominio tecnológico. Sus vidas ya no les pertenecen, éstas pertenecen a la gran máquina del Estado y el Capital.

El individuo es absorbido por el Sistema que lo convierte en una pieza más del engranaje de la máquina. Se transforma en un ciudadano o súbdito más que acaba consolidando y perpetuando la dominación.

* La seguridad absoluta no existe. La seguridad relativa es administrada por la gran máquina según sus conveniencias e intereses. Todo dependerá del contexto en el que se halle cada sociedad y el destino que decida la élite de poder para aquella.

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