La muerte como espectáculo

Una imagen vale mas que mil palabras”

Nick Ut. Fotógrafo de la Associated Press 

No tenemos que salir a la calle. La revolución la van a transmitir por cable.

La sociedad contemporánea se mueve al ritmo de los grandes medios de comunicación, de la creciente tecnología telefónica y de Internet.

El sujeto, maravillado por lo instantáneo de la información, se desplaza de la cama al living poniendo toda su rabia, y su indignación de un suceso, en un solo clic. Botón que anuncia el prender algo o poner me gusta en Facebook.

Es de aclarar que todo tiene que ver en última instancia en el uso que le damos nosotros mismos a la tecnología. O sea, extender la misma noticia masticada que proporcionan los medios y no quedarse con la idea ingenua de que nos están engañando o manipulando (el oscuro mundo del poder).

La cosa es simple. Ante la falta de lo social, aparece como espacio social lo virtual, la supuesta horizontalidad de la información. La masa solo espera el evento para moverse, la ansiedad del instante.

Los defensores de toda la tecnología y los medios aseguran que se puede dar buen uso, por ejemplo, cambiando a la gente que dirige, poniendo programas interesantes, mirando canales con una información más cercana a nosotros y nuestros intereses.

Pero el problema no sería solo mejorar esto y aquello. El mismo medio (tv, Internet) invita a lo banal y pasivo. Se desactiva el espacio social de ver al sujeto en acción, la práctica activa, el tiempo se consume en el mismo instante que comienza a prenderse la maquinaria de los medios.

Además se podría señalar, y es de orden hacerlo, que la buena información va a tener el mínimo impacto compitiendo con todo: publicidad, programas de TVShow , propaganda, y todas las miles de imágenes, páginas y estímulos visuales que hoy en día se puede encontrar en los medios (mundo liberal).

La imagen fotográfica en la sociedad actual tiene un valor incalculable. Es el discurso mismo. La imagen actúa como elemento instantáneo que persuade todo acto de pensar, reflexionar y accionar sobre las causas profundas de las distintas situaciones en el planeta.

Los medios de comunicación que responden masivamente al capitalismo, al poder, al dinero y al mercado, se hicieron eco de la noticia sobre la muerte del niño en las costas turcas.

Rápidamente se desplegó a nivel mundial un dispositivo de control, una suerte de mensaje humanitario, respaldado con una foto galería al estilo National Geographic.

Luego la noticia funcionó en dos sentidos:

1. Poner toda la energía en lo emocional, el impacto, el shock, para situar el problema en la misma foto, la técnica y toda la estética que lo invade todo.

La foto entonces como situación nos proporciona los datos para seguir la crónica de los días posteriores: familia, documentos, destino, permisos, etc.

2. Sacarle todo punto de conexión con una crítica profunda, la reflexión, el pensamiento y la acción de la gente frente al suceso.

Está muy claro que mayoritariamente se llegó al objetivo. Lo emocional lo invadió todo “TODOS SOMOS EL BEBE AHOGADO”.

A eso se agregó rápidamente todo lo que decían los involucrados, padre, políticos, el policía que levantó el cuerpo.

Los medios se encargaron de que siempre saliera a modo de titulares.

Y comenzó el “Big Brother” TV:

¿Se abren las fronteras para los refugiados?

Vote- (Si )para que se abran las fronteras, (No) para cerrar todo y tener más seguridad.

La gente comenzó a brindar todo su apoyo. Como una gran masa electrónica, todo se multiplica, se comienza a usar toda la red social, el público comparte y le pone me gusta a la foto del Bebé encontrado en la playa.

Seudos artistas hacen su versión de la foto como una especie de los famosos “memes”

que son utilizados ej: en el fútbol, o eventos sociales importantes.

Todo se vuelve en pocos días una situación ansiosa. Esperamos los dichos y declaraciones de Bruselas y los Mandatarios Europeos ( ¡puede pasar lo peor! )

Los Nazis y las derechas se hacen oír como una especie de muertos vivientes desesperados por carne y sangre de extranjeros.

El tema se hace viral. Los técnicos comienzan sus apariciones, cifras, números, estadísticas, la desesperación gana minuto a minuto, la TV, Internet, diarios, mesas redondas con especialistas.

¿qué hacemos con los refugiados? ¿qué hacer con el Otro?

Suben los porcentajes por el (SI) para abrir las fronteras.

Ya podemos estar un poco mas tranquilos, se descomprime la situación por un instante, ahora se dispersa todo a la acción de los militares en cada frontera, a los trenes con destino a la Europa del norte.

Pero nada se dice en los grandes medios, ni se maneja la posibilidad de hablar de las causas de la guerra, de las intervenciones de EE.UU y la OTAN, del control Geopolítico, del negocio de las armas, del saqueo de los recursos naturales de los pueblos, agua, petroleo, tierra, gas, minerales, nada de la desestabilización constante de los gobiernos de África.

Nada de la forma opulenta que vive el norte gracias al hambre del sur.

Banalizar todo, hacer de la violencia la nada, acostumbrarnos a ella como algo más, eso también es la vida nos dicen. Y esto pasará, la oleada de Refugiados y sus penurias dejarán de pasarse en los medios. Pasará la foto del pequeño Aylan Kurdi, su hermano Galip, su madre Aylan y las miles de fotos que se generan por día, pasarán como otros momentos históricos, hasta otra oleada de catástrofe humanitaria otra revolución virtual que nos emocione.

¿Cómo generar solidaridad entre los pueblos? ¿cómo salir del sistema de dominación y por ende del capitalismo? La revolución social ¿para cuándo?

 Rosalino Rodríguez
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