Que la pedofilia entre los sacerdotes católicos fuese un vicio en todo el mundo se sabia y se sabia también que la Iglesia habia, sistematicamente, tratado de encubrir todos los posibles casos de denuncias hasta que el problema vino a la luz, pocos años atrás.

Lo que no se sabia es que los obispos de todo el mundo en vez de denunciar y expulsar a los sacerdotes pedofilos, los transferían de una parroquia a la otra, y además que se comportaran de este modo no por razones personales o por ordenes locales sino en base a un verdadero decreto central, tan rigido cuanto detallado, llamado «Crimen Solicitationis».

«Crimen Sollicitationis» es un documento de la Iglesia que se remonta a más de 40 años, y que vino a la luz, recientemente, gracias a una referencia al pie de una carta que Ratzinger envió a todos los obispos del mundo. De lo contrario hasta hoy no nos habríamos enterado de nada. El que sigue es un documental realizado por la BBC llamado «Sex crimes and the Vatican» realizado en el 2006.