El comunismo libertario

Para hablar de experiencias con tintes anarquistas podemos remontarnos siglos atrás, pero es Miguel Bakunin que en el seno de la Internacional de los Trabajadores, sistematiza y sintetiza los ejes articuladores del anarquismo ( lucha de clases, critica al capitalismo y al estado, antiautoritarismo, etc.). 

Bakunin empuñaría la tendencia conocida como colectivismo, que reivindica la propiedad social de los medios de producción y rechaza la plusvalía, pero sostiene que la retribución del trabajo individual debe ser proporcional al trabajo realizado. Posteriormente surgiría la figura de Kropotkin y la corriente comunista que rebate la postura colectivista bakunista, por ser esta fuente de desigualdad social y además de ello resultaría prácticamente imposible poder determinar a quien corresponde que, de los frutos del trabajo, ya que este es resultado de la labor conjunta. Así como el intelectual debe estudiar durante años para ejercer su rol, es también cierto que tiene la posibilidad de estudiar gracias  a que otros están trabajando para que el disponga de tiempo libre y puede cultivar su intelecto. Imaginen si no hubiera quien construya los edificios, cultive los campos o labore en la industria; que es lo que comería el intelectual, donde se cobijaría, que utensilios usaría, etc.?

Además de ello ha de considerarse que la labor del obrero es rutinaria, monótona y exige considerable esfuerzo físico, mientras la labor intelectual es mas grata, diversa y casi no demanda trabajo físico.

Por ello el comunismo libertario apunta a la propiedad social de los medios de producción y al disfrute de los frutos del trabajo por igual, a la libertad, igualdad, libertad política y social de todos los productores. Resume muy bien el pensamiento comunista libertario, la vieja formula:

“Cada quien según su capacidad y a cada quien según su necesidad”.

Un argucia frecuentemente usada por nuestro enemigos, es tachar al anarquismo de abstracto y suprahistorico. Es preciso denotar, que el anarquismo no nace de la cabeza de cuatro tipos; los escritores clásicos descubrieron las ideas libertarias en el seno de la clase trabajadora, en sus luchas históricas, en sus necesidades y urgencias, sus experiencias y reacciones. Limitándose ellos a especificarla y divulgarla con la fuerza de su pensamiento.

Por tanto el anarquismo es producto de la lucha de clases, de carácter materialista, histórico y revolucionario. Nació de lo social y tendrá que esperar un coyuntura histórica determinada para mostrarse claramente en una concepción revolucionaria, completa y coherente.

Pero así como las aspiraciones libertarias reivindican al individuo como tal, caer en el sofisma de sostener una sola humanidad es reaccionario y burgués. La humanidad no es una sola esta dividida en clases en un extremo la burguesía propietaria de los medios de producción y que a través de la explotación lucra, y en el otro polo la clase trabajadora (en su sentido mas amplio) que vive de su laburo y que es la productora de la riquezas sociales, pero que a cambio recibe solo lo necesario para no morirse ya que esto permite al capitalista lucrar. En el medio una clase que péndula oscilante entre un polo y otro, que carece de peso social y económico capaz de determinar el rumbo histórico.

Mientras lo burgueses pretenden enriquecerse lo mas posible a costa del trabajo ajeno, los productores buscan satisfacer sus necesidades materiales y espirituales, Si llegaran a hacerlo seria el fin de la ganancia para el capitalista, por ello decimos que sus interés son opuestos y así como la clase capitalista jamas renunciara a sus privilegios, la clase trabajadora no obtendrá libertad e igualdad sino es a través de la destrucción total de la burguesía y su sistema capitalista, además de su estado.

 El proletariado es la clase revolucionaria por sobre todas, pues es quien puede desarrollar una revolución social y no solo política, al emprender control directo de la producción, rompiendo con el sistema capitalista,  no solo se libera a si misma sino también a la humanidad entera.

 Es la ocupación y la actitud lo que define a la clase trabajadora, mas que el salario.

Privar al anarquismo de su carácter clasista, es hacer de este una mística de llorones pacifistas, que neutralizan su carácter revolucionario, condenandolo al amorfismo , a un humanitarismo vago y abstracto. Curiosidad académica para la burguesía.

Una sociedad en la cual se implementen la propiedad colectiva y los principios de igualdad, no es compatible con explotación y  estructura jerárquica alguna, es necesariamente la negación de esta. Solo la destrucción completa de las bases de dominación y explotación permitirá una revolución social, de lo contrario una casta burocrática que usurpe la voluntad de los trabajadores condenara inexorablemente a la desigualdad y opresión a esa sociedad.

Los bolcheviques gritan dictadura del proletariado, como fase esencial para defender la revolución y desarrollar la economía, una pandilla de monos sabios insisten en saber que es lo que le conviene a la clase trabajadora, acaso no es esto un atropello? Considerar a los trabajadores como inválidos mentales, incapaces de administrar sus propias vidas?

La división entre los que trabajan y los que administran este trabajo, es la fuente del burocratismo, de la desigualdad, de la explotación, de la coerción. 

 Es menester ganar y conservar el control de la producción en manos de los directos interesados, ello es el total reemplazo de la autoridad. Aboliendo los privilegios de las minorías que explotan y dirigen, siendo el cuerpo completo de los trabajadores (la asamblea) el que controle, organice y realice su propia administración, autentica democracia, libertad en igualdad económica, disponiendo según las necesidades de la revolución, del interés social.

De este modo el control obrero debe ser la abolición de todo poder ejercido por una minoría, de toda manifestación del estado. No puede seguir siendo cuestión de una clase dominando y guiando, sino mas bien de manejo y administración , en la arena política tanto como en la económica, por las organizaciones de masas económicas, de las comunas, del pueblo en armas.. Es el poder directo del pueblo, no del Estado.

Mientras se mantengan los principios de explotación y coacción la esclavitud pervivirá, así como un órgano canceroso debe ser extirpado radicalmente aunque tenga una sola célula cancerosa que puede diseminar la enfermedad. De igual forma el absurdo de transitoriedad de cualquier tipo de estado es la garantía de la muerte de la revolución.

 El sentido burgués de la libertad es el total libertinaje de hacer y deshacer a mi antojo, incluso llegando a explotar y oprimir al resto. Nos adherimos a Bakunin cuando dice:

“La libertad del otro no es un limite para la mía propia, sino que la prolonga hasta el infinito”

Y en verdad afirmamos que la libertad no es objeto de propiedad privada, mas por el contrario, es un fenómeno social única garantía para el desarrollo de la humanidad.

Esta no resulta de una abstracción, sino de un proceso dialéctico en los que libertad e igualdad son una unidad indivisible, solo el establecimiento de relaciones igualitarias entre individuos puede asegurar una autentica libertad. Y solo la gestión directa de nuestros recursos puede asegurar igualdad.

La Revolución es el momento en el que la nueva sociedad nace, destruyendo la estructura de la vieja: Capitalismo, Estado e Ideologías burguesas. Así la revolución es un pasaje entre dos mundos, posible bajo ciertas condiciones objetivas.

El acto revolucionario es preparado por largo tiempo al interior de la vieja sociedad, y que ha de orientarse a la toma y administración de los centros de producción y de intercambio por las organizaciones de masas. Es exitosa en la medida que no solo suprime a los viejos dominadores y paraliza la maquinaria gubernamental, sino también destruye las instituciones legales del Estado: sus leyes costumbre, métodos jerárquicos y privilegios, tradición y culto al Estado como una realidad psicológica colectiva.

La defensa de esta se asegura interna y externamente en base a una población armada organizada en milicias, con el imprescindible apoyo del proletariado internacional y de posibilidades reales de expanderla universalmente. Su muerte es su limitación y la restauración del Estado bajo pretexto de defenderla.

Ya que la única garantía que sobreviva es la afirmación del territorio en su carácter comunista libertario . produciendo energia y entusiasmo en casa y solidaridad y contagio hacia afuera.

PRINCIPIOS Y FINALIDADES

 (1)   El comunismo libertario fomenta la lucha de clases.

Tiene como objetivos: abolir toda jerarquía y crear una sociedad mundial sin clases sociales: el anarco-comunismo.

(2) El capitalismo se basa en la explotación de los trabajadores

por la clase dominante. Sin embargo, la desigualdad y la

explotación tambien se expresan en términos de raza, género,

sexualidad, sanidad, aptitud y edad. En estos casos, una parte

de la clase obrera oprime a otra. Esto nos divide, impide la

unidad de la clase obrera y refuerza el poder de la clase

dominante, que resulta beneficiada. Los grupos oprimidos se

refuerzan cuando hacen acciones autónomas, las cuales

subvierten las relaciónes (sociales y económicas) de

dominación. Para conseguir nuestro objetivo, debemos

renunciar al poder que ejercemos unos sobre otros, tanto a nivel

personal como político.

 

(3) Afirmamos que la lucha contra el racismo, el sexismo

(machismo) y la homofobia son tan importantes como cualquier

otro aspecto de la lucha de clases. No se puede lograr

comunismo anarquista mientras exista el racismo y el sexismo.

Puede que las mujeres, personas de color y homosexuales

precisen organizaciónes independientes para tener éxito en la

lucha contra la opresión en la sociedad y en su propia clase. No

obstante, deberían organizarse como mujeres o negros

obreros porque las organizaciones que son una mezcla de

clases ocultan las diferencias reales entre sus miembros y, por

lo tanto, logran muy poco. La liberación total no se puede

conseguir sin la abolición del capitalismo.

 

(4) Nos oponemos a la ideología de «liberación nacional» que

afirma la existencia de intereses comunes entre los patrones y

los trabajadores de la misma nación contra la dominación

extranjera. Apoyamos todas las luchas de la clase obrera contra

el racismo, el genocido, el etnocido y el colonialismo político y

económico. Nos oponemos a la creación de una nueva clase

dominante. Rechazamos todas la formas de nacionalismo

porque solamente sirve para dividir a la clase obrera

internacional. La clase obrera no tiene patria y las fronteras

nacionales deben ser eliminadas. Queremos construir una

internacional anarquista para trabajar junto a otros

revolucionarios libertarios de todo el mundo.

 

(5) Además de explotar y oprimir a la mayoría de los

habitantes del mundo, el capitalismo amenaza al mundo con la

guerra y la destrucción del medio ambiente.

 

(6) La abolición del capitalismo solamente será posible con una

revolución, que surgirá de la lucha de clases. Hay que derribar

totalmente a la clase dominante y destruir el estado para lograr

el comunismo anarquista. Porque la clase dominante recurrirá a

la fuerza de las armas antes que abandonar su poder, la

revolución social será un tiempo de violencia así como de

liberación.

 

(7) La liberación verdadera solo se podrá realizar por la

autoorganización de la clase obrera a gran escala. La sociedad

anarco-comunista exige, más que la cooperación entre iguales,

la participación activa en el proceso de formar y crear la

sociedad durante y después de la revolución social. Durante la

lucha revolucionaria, la gente necesitará crear sus propias

organizaciones revolucionarias, controladas por cada uno de

sus miembros. Estas organizaciones serán autónomas, no

estarán controlados por partidos políticos. Dentro de estas

organizaciones aprenderemos a organizarnos.

 

(8) Como anarquistas, nos organizamos en cada aspecto de la

vida para impulsar el proceso revolucionario. Creemos que es

necesaria una organización anarquista fuerte para lograr este

fin. A diferencia de otros supuestos socialistas o comunistas no

queremos el poder o el dominio para nuestra organización.

Reconocemos que solamente los trabajadores mismos pueden

hacer la revolución social. Sin embargo, antes de la revolución

debe haber organizaciones capaces de convencer a los

trabajadores de la validez de la alternativa anarquista y sus

métodos. Participamos en las luchas como anarquista

comunistas y nos organizamos de forma federativa.

Rechazamos el sectarismo y luchamos por un movimiento

anarquista unido.

 

Extraído de la antigua Página Web de OACA

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio