La sed de riqueza y la sed de poder son gemelas. La riqueza no genera únicamente más riqueza, sino que da luz también al poder político. Bajo el sistema capitalista actual la venalidad es un vicio generalizado. La regla se resume al precio que hay que pagar para comprar a aquellos que, a través de sus discursos o su silencio, por la pluma o por los medios de comunicación, por sus actos de violencia o todo otro medio, se ponen al servicio de la “bestia de la propiedad” que por sus dictámenes en oro, sigue siendo el poder absoluto, la verdadera divinidad».
¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)