«Yo sólo soy un mandao»

Decía Albert Libertad, y cargado de razón, que «el criminal es el elector» (es este como titula uno de sus escritos recogidos en aquella genial recopilación de artículos suyos y publicada en formato de libro llamada «Contra los pastores, contra los rebaños»)  pero me «atrevo» a ir más allá y decir que en dicha» ejecución» no sólo toman parte los electores, sino que son muchos más quienes conforman y hacen posible la maquinaria del crimen; el elector es el criminal pero esa papeleta que introduce en una urna no ha sido posible sin un diseñador que la haya confeccionado y sin una copistería que la haya imprimido; igualmente ese elector criminal no puede ejecutar su tarea si no existe un conserje o un bedel que le abra las puertas del centro que el censo le ha asignado en función de su orden alfabético; ni que decir del madero o cipayo enviado por el estado para velar que el sistema pueda seguir subsistiendo papeleta a papeleta, tampoco se libran interventores, apoderados, presidentes o secretarios de mesa…en dicha maquinaria electoral-criminal es el elector quien dispara pero son muchos más los colaboracionistas o «cooperadores necesarios», esclavo a esclavo…mercenario a mercenario.

Lo mismo podemos decir de los bancos que señalan, de los juzgados que desahucian en donde para que dichas órdenes se transmitan y materialicen tienen que mediar personal administrativo que procesen las comunicaciones de las entidades a las unidades judiciales, carteros que comuniquen las notificaciones de «día D» o los «pre-avisos» y en última instancia cerrajeros…todos ellos tratando de lavarse la capa de mierda tan malamente escurridiza bajo el burdo argumento de ser «mandaos», «yo sólo soy un mandao»…

León Darío.

Nota del autor: Albert Libertad, nombre «de guerra»  de Joseph Albert. Activista anarcoindividualista francés nacido un 24 de Noviembre de 1875 en Burdeos, de familia desconocida y muerto un 12 de Noviembre de 1908 en París, con apenas 33 años de existencia, pero 33 años de vital  e intensa anárquica existencia. Entre otros factores, conocido por ser fundador de la revista anarquista individualista «L ANARCHIE», en la que plasman sus pensamientos anarquistas como André Lorulot, León Israel o Emile Armand; colaborador y articulista en otras tantas publicaciones, co-edita con Aristide Briand en el periódico ácrata «la lanterne» y crea el sindicato de correctores; promotor activo de la abstención. Es uno de los dinamizadores también de las «Causeries populaires» que sirviría como espacios de charlas y debates entre militantes y poco después como propia imprenta para la elaboración de publicaciones, semanarios, cartelería y folletos con toda autonomía sin depender de terceros.

Es también uno de los impulsores de la Liga antimilitarista en el estado francés. Había nacido con una «enfermedad rara» que le hacía andar apoyado en muletas pero eso no fue menoscabo para sus tareas en la agitación del ideal anárquico, su propio y particular ideal en el que arremete contra patrones y «mandaos», contra explotadores y explotados, al considerar que estos últimos hacen posible las «políticas» de los primeros asumiendo su rol en la servidumbre como esclavos conscientes.

Al contrario de la caricaturesca imagen del anarquista enfadado con el mundo y encerrado en en su escritorio; Libertad era radical partidario de la filosofía del anarquismo como «la alegría por vivir» y de la agitación callejera , siendo organizador de actividades campestres, excursiones e incluso bailes que forjaban compañerismo y camaradería entre individualidades afines. 

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