El Mundo en dos bloques: La OTAN y el Pacto de Varsovia

Tras la II Guerra Mundial, las diferencias entre las grandes superpotencias mundiales quedaron nítidamente reflejadas. Merced a ello, el planeta quedó dividido en dos bloques bien distintos: los países aliados de EE.UU. defensores del capitalismo, y los países en la órbita de la URSS, bajo regímenes  comunistas.

Tal distinción dio lugar a la llamada Guerra Fría, en la cual la nota predominante en las relaciones internacionales entre los EE.UU. y la URSS fue la desconfianza mutua, lo que desembocó en un clima de tensión mundial. Aquella política de acusaciones mutuas y de miedo soterrado hizo que la mayoría de los países se viesen forzados a tomar parte, constituyéndose dos poderosos bloques militares: la OTAN (formada por EE.UU. y sus aliados) en 1949 y el Pacto de Varsovia (La Unión Soviética y sus aliados) en 1955.

El mundo en dos bloques
 

A lo largo del periodo conocido como Guerra Fía, ambas potencias han vivido del equilibrio del terror, es decir, la consciencia de que un enfrentamiento abierto no solo llevaría a la destrucción de los países afectados por al guerra, sino posiblemente al resto del planeta. Esto fue en parte gracias al desarrollo armamentístico de los dos bloques, como por ejemplo la generación de armas nucleares de cada vez mayor potencia y más largo alcance.

La OTAN

La OTAN es una de los dos grupos militares vinculados a superpotencias que aparecieron tras la II GM, los Estados Unidos de América. Concebida originalmente como una entidad defensiva frente a la otra gran superpotencia, la Unión Soviética. La OTAN se fundó inicialmente en 1949 con los siguientes miembros: EE.UU., Reino Unido, Canadá, Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Islandia, Portugal y Luxemburgo. A lo largo de los años se han unido otros países, entre ellos España, en 1982. La sede estuvo en París hasta 1967, cuando se trasladó a Bruselas, en Bélgica.

La OTAN es una consecuencia directa de la II Guerra Mundial, de la división de los vencedores en dos bloques y el subsiguiente surgimiento de la guerra fría entre los dos grandes bloques ideológico-económicos. En 1947 surgieron en Estados Unidos dos grandes iniciativas relacionadas con el continente europeo, escenario principal de la reciente conflagración mundial: La llamada Doctrina Truman, de carácter básicamente político y adoctrinador, y el Plan Marshall, de naturaleza económica. La idea de los dirigentes estadounidenses era reconstruir Europa Occidental, la más castigada por la guerra, con el fin de que no pudiese ser víctima de un ataque de los soviéticos, ya desde el punto de vista militar como el del ideológico.

En la misma línea de trabajo, el ministro británico de asuntos exteriores, Ernest Bevin, logró que cinco países de la zona firmasen un pacto de asistencia mutua en caso de un eventual ataque armado (Tratado de Bruselas, 17 de marzo e 1948). Su colega canadiense, un mes más tarde, propuso que EE.UU. debería participar en este acuerdo militar. Con todos estos antecedentes, el 4 de abril de 1949 fue firmado el Tratado de Washington por parte de diez ministros de exteriores europeos y dos americanos (Canadá y EE.UU.), documento que dio nacimiento formal a la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Su entrada en vigor se produjo el 24 de agosto de ese mismo año. Posteriormente se unieron Grecia y Turquía en 1952 y la República Federal Alemana en 1955.

La OTAN es, según sus fundamentos, una agrupación de estados soberanos, según la cual, las decisiones y resoluciones deben ser muestras del deseo colectivo de las naciones asociadas, mediante un consenso. En la práctica, sin embargo, los deseos del aliado principal, los Estados Unidos, son los que suelen mover las iniciativas del resto de naciones, quienes siguen la política de Washington de forma más o menos general. Por otra parte, EE.UU. es quien más gasta en armamento, llegándose a cotas de un 56% en 1980.

La OTAN cuenta con una estructura política y con otra militar. La primera la forma el Consejo del Atlántico Norte, máxima autoridad de la alianza, e integrado por todos los países miembros, asistido por otros comités y consejos, que responden ante el Secretario General. Éste cargo incluye responsabilidades tales como promover consultas y proponer temas de discusión, estando facultado a mediar entre posibles conflictos que pudiesen afectar a dos o más estados miembros.

El aparato militar de la OTAN está encabezado por el Comité Militar, integrado por los jefes del estado mayor de los países miembros. Este comité puede formular recomendaciones al Consejo del Atlántico Norte y al Comité de Planes de Defensa.

Los ejércitos de cada país permanecen en tiempos de paz bajo sus mandos nacionales, y sólo se hallan bajo un mando integrado la Fuerza Naval Permanente  del Atlántico (STANAVFORLANT), la Fuerza Naval Permanente del Canal de la Mancha (STANAVFORCHAN) y algunas unidades de defensa aérea en estado de alerta permanente.

Problemas de la OTAN

La OTAN ha sufrido varios quebraderos de cabeza a lo largo del medio siglo de vida que lleva. Dejando de lado las cuestiones de carácter militar y las diferentes intervenciones que ha realizado, podemos destacar algunos acontecimientos:

La OTAN ha sido blanco de diferentes grupos terroristas, o denominados terroristas por las naciones miembro de la Organización. Un ejemplo de ello fueron la ola de atentados que se dieron durante los años 1984 y 185. Los atentados, reivindicados por grupos como la Fracción del Ejercito Rojo, que actuaba en la RFA; Acción Directa, en Francia; y las Células Comunistas Combatientes, de Bélgica  o Las Fuerzas Populares 25 de Abril, en Portugal; tuvieron como objetivos tanto materiales, como dependencias, jefes militares o empresarios de industrias de guerra.

Otro gran problema que llevó de cabeza a la alianza atlántica fue la mala relación entre dos miembros vecinos, Grecia y Turquía, enfrentados política e ideológicamente. Los Balcanes eran una zona donde cohabitaban dos países aliados (Turquía y Grecia), junto a dos del Pacto de Varsovia (Bulgaria y Rumania), más dos no alineados, Yugoslavia y Albania. La situación provocó aun mayor malestar en los jefes de la OTAN cuando el jefe del gobierno griego, Papandreu, desvió parte de las tropas de la frontera greco-bulgara en febrero de 1985 para colocarlas en la frontera con Turquía.

El Pacto de Varsovia

La Otra cara de la misma moneda la ofrecieron los países de tendencias comunistas y aliados de la URSS. El Tratado de Varsovia de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua fue suscrito en la capital polaca en mayo de1955. Sus miembros fundadores fueron Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, República Democrática Alemana, Rumania y la Unión Soviética.

Los órganos principales del extinto Pacto fueron, entre otros, el Comité Consultivo Político (CCP), integrado por los secretarios generales de los partidos comunistas de los países miembros.

La preeminencia que Moscú tenía en este pacto era incluso mayor que la que Washington tiene sobre sus aliados. En efecto, la URSS suministraba los dos tercios de los medios convencionales del Pacto, la totalidad del armamento estratégico, y sobre todo, ostentaba la exclusividad radical de la fuerza nuclear. Del mismo modo, en los máximos órganos del Pacto se han encontrado siempre cargos soviéticos.

En 1985, tras las últimas maniobras de los países miembros, el Pacto de Varsovia fue ratificado por los miembros fundadores, que suponía la base jurídica de los países de la denominada Europa del Este. El mismo Tratado albergaba la posibilidad de su disolución, pero era necesario para ello la existencia de un Tratado General Europeo sobre la Seguridad Colectiva, lo que supondría automáticamente la disolución de la OTAN.

Los firmantes del Pacto volvieron a reunirse en Sofía (Bulgaria) en 1986, con el fin de reagrupar a todos los gobiernos participantes en torno al nuevo dirigente político, Mijail Gorbachov, y respaldarlo en sus negociaciones con EE.UU. El CCP, como máximo organismo del Pacto, dio a conocer un comunicado por el cual se reiteraban las propuestas de Gorbachov al bloque occidental; documento titulado En pro de la eliminación de la amenaza nuclear y para un giro positivo de la situación en Europa y en el mundo.

Las relaciones entre ambos grupos

Las relaciones entre la OTAN y el Pacto de Varsovia han respondido siempre al estado de las relaciones entre sus dos máximos representantes: Estados Unidos y la Unión Soviética. Y estas relaciones han conocido acusados altibajos, puntos de tensión y relajación desde el año en que fue fundada la Alianza Atlántica, en 1949.

La primera fase de estas relaciones fue de gran tensión, hasta el punto que se sospechaba un enfrentamiento directo. Este periodo fue conocido como Guerra Fría. La mejor muestra de ello fue el nacimiento de la OTAN y como respuesta, la creación del Pacto de Varsovia (en el Tratado fundacional del Pacto de Varsovia se indica que éste quedará automáticamente disuelto en cuanto desaparezca el primero). Esta fase duró toda la década de los 50.

En los primeros años 60, coincidiendo Kennedy en los EE.UU. y Jruschov en la URSS, se fue abriendo una época de distensión en las relaciones, descendiendo el grado de desconfianza mutua y creciendo a la vez los diálogos y contactos acerca de un eventual desarme. Esta es la fase conocida como distensión. Este alejamiento del peligro hizo que el presidente francés, el ultranacionalista De Gaulle, retirara a Francia del aparato militar de la OTAN (10 de marzo de 1966). Como consecuencia, EE.UU. tuvo que evacuar a 26000 soldados del país galo.

Durante los primeros años de la década de los 70, la distensión provocó que ambos bloques trabajasen en conjunto por una política de paz y por el control y limitación del armamento, en especial del tipo militar. Esto no sólo obedecía a cuestiones meramente altruistas ni pacifistas, aun en periodo de relativa calma, los estados habían seguido una escalada armamentística que dañaba seriamente al progreso económico de las naciones. Un logro más, en esta línea, fue el tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (11 de julio de 1968). Luego, las conversaciones SALT conducirían a la firma del tratado de Moscú (26 de mayo de 1972), por el que ambos países aceptaban una importante disminución en su armamento estratégico.

La segunda mitad de la década de los 70 vino marcada por una fuerte crisis económica, sobre todo en los países capitalistas. A la vez, los regímenes pro americanos de Indochina fueron sustituidos por gobiernos comunistas (abril de 1975), que, junto con la entrada soviética en Afganistán (diciembre de 1979), pusieron de manifiesto un evidente renacimiento de la tensión internacional. Una muestra de ello es que el tratado SALT II no fue ratificado por el senado estadounidense, con lo cual jamás entró en vigor.

En la década d los 80, la tensión se hizo más patente, con el despliegue de armas nucleares en Europa Occidental por parte de la OTAN, lo que provocó una oleada de protestas por parte de los movimientos pacifistas europeos y la retirada de la URSS de las negociaciones por el control armamentístico.

El mundo en dos bloques

A continuación veremos el estado de las naciones y el conflicto entre el capitalismo y el comunismo en diferentes regiones del mundo a lo largo de los años de la guerra fría y el conflicto entre las potencias.

Ø      Europa:

La expansión soviética en Europa Oriental y central era visible tras la guerra mundial. Esto fue visto como una amenaza por los estados capitalistas, llegando incluso a hablar el presidente Truman de “contener el avance del comunismo”. De aquí nacieron tanto el Plan Marshall como la Doctrina Truman.

Por su parte, la Unión Soviética apoyaba, o imponía por la fuerza si era necesario, regímenes de corte estalinista en la Europa del este. En 1961, las fuerzas comunistas levantaron el muro de Berlín con la intención de separar la zona occidental de la oriental.

Ø      Asia:

El triunfo en un país del potencial de China de una Revolución Comunista alarmó más si cabe a los estados occidentales. En 1949 se proclamó la República Popular China, que se mostró como aliada de la URSS.

Corea había quedado dividida en dos estados, al norte la República Popular de Corea, comunista; y la República de Corea al sur, capitalista. En 1950, el ejercito del norte, apoyado por los chinos, invadió el sur. EE.UU. acudió en apoyo del Estado de Corea del Sur, desencadenándose una dura guerra que finalizó en 1953 sin ningún resultado: las fronteras volvieron a su lugar anterior, y el antagonismo entre norte y sur permaneció.

En Indochina, Francia tuvo que conceder la independencia a cuatro estados: Laos, Camboya, Vietnam del norte y Vietnam del sur, formándose un gobierno comunista en Vietnam del norte.

Ø      América:

En 1959 se concluyó en Cuba una revolución que derrocó la dictadura aliada de Batista, al servicio por completo de los intereses de EE.UU. Fidel Castro se alzó con el poder, llevando a cabo una política de corte comunista y realizando pactos con la Unión Soviética.

El gobierno americano vio esto como una gravísima amenaza. Era el primer gobierno comunista que se daba en el continente americano, y además, a muy pocos kilómetros de las costas estadounidenses. En 1961 trató de realizar una invasión que fracasó (Bahía Cochinos). Al año siguiente, la Unión Soviética comenzó a desplegar misiles atómicos, lo que provocó que Kennedy decretara el bloqueo de la isla. Se trató del punto de máxima tensión de la guerra fría, pero finalmente, la URSS retiró los misiles (aunque EE.UU. no desbloqueó la isla de Cuba).

La tensión desapareció después de diferentes actos. Los tanteos y acercamientos entre EE.UU. y la URSS fracasaron tras el asesinato de Kennedy y el alejamiento del poder de Jruschov, quien denunció los excesos del estalinismo y trató de empezar una democratización (desestalinización) en la Unión Soviética. Jruschov fue apartado del poder por la burocracia estalinista, volviéndose a un régimen dictatorial estalinista bajo el gobierno de Brezniev (1964).

Tras la caída del bloque comunista, la distensión entre los países del antiguo comunismo y los capitalistas casi desapareció del todo. Actualmente, la mayoría de los estados del antiguo bloque comunista han acotado las políticas e ideologías del mundo capitalista.

Antonio J. Dionisio

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