Antonio Amate Espino, anarquista y campesino

antonioNací en Sanlúcar de Barrameda, el 14 de diciembre de 1923, en el seno de una humilde familia de jornaleros , pegado a la tierra, soy lo que aquí se conoce como «un hombre del campo», he trabajado como viticultor toda mi vida , hasta este mismo año , en el que veo impotente como las pocas fuerzas que tengo a mis 86 años, ya no me permiten siquiera arrancar la motillo para ir a la parcela, donde tengo mi pequeño huerto, que es mi única distracción, ya que como los míos saben, nunca he sido hombre de frecuentar bares, ni de juegos, ni me gusta el hogar del pensionista, no se hacer otra cosa que lo que he hecho toda mi vida: TRABAJAR.

Con 4 años me quedo huérfano de madre y mi padre tiene que recurrir a su hermana Rosario, y que todos conocíamos como «la chacha» , para criarnos a mi y mis tres hermanos. Transcurre los años y entra la República, recuerdo los pocos años fui al colegio, donde apenas tuve tiempo de aprender a leer y escribir ,y también recuerdo el ambiente social que se vivía entonces, de una gran efervescencia de lucha obrera, muy distinto al que se vive hoy. Tanto es así, que hasta en el recreo del colegio, los niños entre otras actividades, jugábamos a sindicatos y a las huelgas.

Mi formación anarcosindicalista venia desde edad temprana, ya que muchas conversaciones en casa eran sobre política y se leía prensa de la CNT, que era el sindicato mayoritario, la UGT que por aquel entonces era revolucionaria de verdad (no como ahora ) y hermana de la CNT, en Sanlúcar tenia poca presencia , quizás en sitios mas industriales tendría mas fuerza, pero aquí todos eran de una CNT que abarcaba todos los gremios de la localidad, desde pescadores hasta la gente del campo, albañiles etc…, tanto es así que llego a conocerse a este pueblo como «Barcelona la chica» por su gran presencia anarcosindicalista…

Los trabajadores estaban representados por el sindicato, mientras que por otra parte los burgueses y los señoritos estaban representados por los políticos, es decir, en aquella época tenían muy claro la mayor parte de los trabajadores cual era su sitio, y también donde estaba el enemigo, cosa que hoy en día no ocurre.

Luego llega el 18 de julio de 1936 con el golpe de Estado que dieron los militares fascistas, junto al clero y el capital, fue el final de mi infancia, la confusión y la incertidumbre era general, recuerdo que estuve encargado llevar las noticias a los que estaban escondidos por los campos de Martín Miguel de lo que ocurría en el pueblo, ya que al ser un chiquillo con 13 años de edad, no sospecharían de mi en ningún momento; Después sucede algo que me marcaría de por vida, a los pocos días del golpe son apresados mi padre Antonio Amate Vidal y su hermano Mariano, ya que eran militantes destacados de la CNT, tengo que decir que en esos días nadie esperaba ni sospechaba lo que luego sucedió, es decir, que se asesinara a la gente con aquella impunidad y se sembrara el terror dejándolos en las cunetas para que todo el que pasara pudiera verlo, en entre otras cosas porque en Sanlucar no hubo resistencia apenas contra los fascistas, también recuerdo de entonces que recogimos a un compañero en nuestra casa y lo tuvimos oculto un tiempo, con el riesgo que eso conllevaba, porque si nos descubrían, nuestros familiares presos tendrían la muerte asegurada, cosa que desgraciadamente les ocurrió tres meses después de estar presos en el castillo de Santiago, ya que son asesinados como cientos de sanluqueños mas, mi tío Mariano en el Puerto de Santamaría y mi padre en cuesta blanca, en la carretera de Rota.

Este hecho ha marcado mi vida para siempre y de no haber sido tan joven por aquel entonces de seguro que yo también habría muerto, y pienso que, reforzó aun mas mi espíritu de rebeldía,ya existente gracias a mi entorno familiar y social, yo diría que incluso de venganza, ya que no era necesario matarlos como a perros, porque mis familiares asesinados, al igual que tanta gente buena, no habían cometido delito alguno, tan solo pertenecer a una organización de trabajadores y defenderse de la explotación. Recuerdo el miedo que se apodero del pueblo y también el aislamiento a que se sometió a mi familia, ya que la gente por no verse comprometida nos evitaba como la peste, por eso siempre digo que yo ni olvido ni perdono, y aunque la CNT no tenga el empuje que tuvo cuando yo era un niño sigo, convencido de que es el único camino que tiene el trabajador para recuperar su dignidad, y el único sindicato de clase y honrado que existe en la actualidad.

Después de esto y una vez perdida la guerra civil, 40 años de régimen fascista, condenado al silencio y a la militancia clandestina, solo podía apoyar las huelgas y movilizaciones que producían en el campo, aunque no fueran de mi sindicato, entonces igual que ahora, protestar en el trabajo suponía el despido o que el capataz no te volvieran a llamar al día siguiente, como me ocurrió a mi en muchas ocasiones, época de mucha hambre y necesidades y la tristeza de ver como esos asesinos consiguieron su objetivos, que no eran otros que cortar de raíz todo vestigio de aquella generación de hombres libres y reescribir la historia a su manera, imponiendo un nacional catolicismo encargado de criar y educar unas nuevas generaciones a su forma.

Luego una falsa transición, para borrar todo el pasado, una monarquía impuesta y una CNT perseguida, recuerdo en aquella época como, los comunistas de Sanlucar me metían el carnet de CC.OO. en el bolsillo cuando estábamos en el Comunitario, entonces yo se lo devolvía diciéndole que los 20 duros que me pedian pagar como cuota eran para mi sindicato, la CNT, y discutía con ellos diciéndoles que lo que había en Rusia era una dictadura comunista y que Stalin era tan asesino como Franco o Hitler. Pues bien, por pertenecer a la CNT y luchar junto a mi sindicato, media Sanlucar dejo de hablarme, sin embargo, es curioso como el tiempo pone a todo el mundo en su sitio, y una vez visto el fracasado el comunismo de la Unión Soviética, los que antes me veían por la calle y cambiaban de acera, ahora me saludan efusivamente .

He vivido dos dictaduras, la II Republica española, un golpe de Estado fascista, la guerra civil, y finalmente una transición a esto que llaman «democracia», pero que no es más que una Dictadura encubierta, y tengo que decir que en todos y cada uno de estos periodos, no ha habido en mi opinión ningún avance que se pueda decir sea beneficioso de verdad para el trabajador, porque todos y cada uno de ellos no son mas que formas distintas que adopta el capital para explotarnos de una manera u otra; Por poner solo mi ejemplo personal, toda mi vida trabajando, y muchas veces de sol a sol, en la viña que tenia arrendada a mi cuñado, que era el patrón y también como jornalero por cuenta ajena en los campos de Jerez , y jamás, en toda mi larga vida he podido ahorrar ni un duro, tan solo he logrado alcanzar lo justo y a veces ni eso, para sacar adelante a mis 7 hijos junto a mi compañera María Natalia, que ayudaba sirviendo en la casa de los señoritos de Sanlucar ó trabajando también en el campo, pidiendo fiado muchas veces en la tienda de ¿Paco el del almacén?, etc. así íbamos tirando. El único periodo que considero el trabajador logró una emancipación verdadera fue con la revolución española de 1936, con la consecución de las colectividades anarquistas y en las cuales se demostró al mundo entero que el comunismo libertario no es una utopia irrealizable sino que se puede vivir sin gobierno cuando al pueblo se le prepara para ello.

No me gusta el rumbo que lleva el mundo y siento lastima, no ya por mi, sino por mis hijos, y las futuras generaciones que vienen por detrás; A mi ya me queda poco para que la madre naturaleza, me acoja, y digo Madre Naturaleza porque es el único Dios en el que creo, la religión ha sido y sigue siendo uno de los grandes males de la humanidad, creada para mantenernos en la ignorancia y en la superstición, una humanidad con una mayoría de la gente materialista por completo, egoísta, competitiva y consumista , hipnotizada con el deporte y obsesionada con los vicios, tan solo puede terminar en una autodestrucción o en un desastre ecológico a nivel planetario. Me aturde la rapidez con que todo marcha hoy día y no entiendo este mundo actual en el que llaman del bienestar y el progreso , bienestar solo para unos pocos y progreso solo en lo tecnológico, porque avance humano veo muy poco, todo lo contrario esta situación de pasividad de la clase trabajadora nos esta llevando a que todos los logros que nuestros antepasados lograron a base de lucha y sangre derramada , se estén perdiendo.

La explotación del hombre por el hombre sigue y las nuevas generaciones que viven de las rentas de los que en su día lucharon, tienen por delante un futuro muy negro si no se defienden contra las agresiones del Capital y luchan de verdad por sus intereses, organizándose y dejando de confiar en políticos y medios de comunicación, y aunque mi gente diga que me tengo que adaptarme, yo se que nunca podré hacerlo , porque soy de otra generación y de otra época, en la que las palabras libertad, igualdad y solidaridad no eran palabras vacías, y en la que el Capital es verdad que también dominaba , pero por lo menos le hacíamos frente y existía la esperanza de crear un mundo mejor y más justo.

Publicado en el número 2 de la revista Municipio Libre: http://www.municipiolibre.org/
¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio