A la vez que las clases teóricas se imparten clases prácticas con los recursos más sofisticados para torturar a un preso sin dejar lesiones visibles.
Los alumnos aprenderán estrategias para que una muerte provocada parezca accidental. También recibirán formación de cómo incitar al suicidio.
El curso está avalado por el Ministerio de Justicia.
Se requiere que los alumnos sean; desalmados, crueles, despiadados y ante todo discreción.
A los más aventajados se les ofrece plaza fija y posibilidad de ascenso.
Con todas las garantías de los altos cargos del gobierno.
Adelaida Artigado