Luchemos por nuestros derechos el 29-S

Mañana 29 de septiembre debe de ser un punto de inflexión para el movimiento obrero. El inicio de una justa lucha para devolver los derechos y dignidad perdida a los trabajadores.

Dignidad y derechos arrancados a los trabajadores por la clase empresarial y política dirigente.

El derecho a tener un puesto de trabajo digno, una vivienda digna y vivir en una sociedad más justa y solidaria.

Derecho a tener una sanidad  gratuita y universal, a una educación  pública de calidad.

En una socidadad en dónde desaparencan los alardes y ostentación de riqueza, el ansia por el acapamiento de bienes y lujos materiales, el egoismo, la xenofobia, la discriminación por razón de raza, religión o de sexo.

Mañana es un día para reivindicar los derechos perdidos por los trabajadores; denunciar las asimetrías sociales, es decir, la gigantesca diferencia entre los ricos y los pobres.

Mañana es un día de libertad por excelencia, para hacer saber a los que tienen el poder político, ejecutivo, económico y judicial, que por este camino las diferencias sociales aumentarán cada vez más, incrementando las bolsas de pobreza y pérdida de valores de nuestra sociedad.

Es necesario un profundo cambio en nuestra sociedad, empezando por un reparto solidario de la riqueza, vía impuestos. Un cambio de mentalidad en cuanto a valores, desterrando el materialismo que nos invade, el sentido mercantilista y crematístico de la vida en la que estamos sumidos.

Potenciar la solidaridad, dar valor al término compartir, la ayuda mutua y todo en un ambiente pacífico y de libertad.

No es de recibo las paradojas que hoy en día se dan: jóvenes muy preparados sin un puesto de trabajo o en precario.

Profesionales liberales, tales como arquitectos, abogados, dentistas, registradores de la propiedad, controladores aéreos, que ganan en varios años, lo que un obrero en toda su vida. Eso no es justo, ni ético ni moral. Es una estafa y un robo a toda la sociedad.

Es necesario un reparto más equitativo de la riqueza.

No es de recibo que un ganadero andaluz y terrateniente, tenga su plaza de toros en su pueblo, del que además es el alcalde del PP, con el beneplácito de la Iglesia católica, también. La fortuna que está amasando es la condena de  cientos de  trabajadores a vivir en la miseria.

Lo mismo ocurre con los futbolistas galácticos, que ganan miles de millones de euros, viven en mansiones de lujo, y pagan impuestos como los mileuristas.
Eso es una injusticia y ZP lo sabe, pero bien que lo sabe y no hace nada al respecto.

El mismo caso se da con artistas, cantantes, actores, SGAEs, y otros «intelectuales» de bolsillo que dicen no a la guerra pero guardan sus dineros en las SICAV del gobierno, recibiendo un trato de favor en el pago de impuestos, tan sólo el 1%.

Lo mismo ocurre con los directores ejecutivos de las empresas del IBEX y del resto que cotizan en la Bolsa de Madrid. Ganan millones y se las ingenian para pagar poco o nada a través de técnicas de ingeniería financiera o evasión de impuestos, vía Suiza, o Gibraltar, por ejemplo.

Y que decir de los empresarios corruptos que se llenaron los bolsillos durante la burbuja inmobiliaria, junto con algunos amorales ediles y alcaldes mediante la recalificación de terrenos.

Así vemos que el grado de degradación al que se ha llegado en este país es increíble. Esto no puede seguir así, robando, estafando y no pagando un céntimo a Hacienda, que en definitiva es un ataque directo a todos los ciudadanos, pues impide que el Gobierno construya hospitales, escuelas, carreteras,…etc. y en definitiva es un atentado contra el futuro de  las generaciones venideras.

Por estas y más razones-tasa de paro del 20%, bajada y  congelación de salarios, despido libre, subida de impuestos, aumento de la  vida laboral, menores pensiones, pérdida del poder adquistivo, burbuja inmobiliaria…-  es necesario acudir a la Huelga General y detener este descontrol y caos generalizado que este «Gobierno» neoliberal y de derechas, que junto con los anteriores del PP, han provocado y consentido y que nos ha llevado un punto límite que no se puede pasar.

Es necesario recuperar la dignidad de los trabajadores y todos los derechos perdidos que por ley  nos corresponde.

HUELGA GENERAL, SÍ!!!

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