La información, los medios de comunicación públicos y el ecosistema de la Red Social

TVLa información, en sentido amplio, es mucho más que poder en sentido sociopolítico, no sólo conforma las mentes y los pensamientos de las personas, en ese sentido amplio, la información conforma a la persona. Dicho de otro modo, la persona es información genética, nutricional, sensitiva, emocional, intelectiva, cinética …. Esa información ES la persona. Así, la información tiene la capacidad, tiene el poder de moldear a la persona de manera integral, incluyendo su mente, sus creencias y sus actos. A ese punto de vista, llamemosle ad intra, hay que añadirle el ad extra: los medios de información muestran y ocultan la realidad, la anulan, la enfocan y la desenfocan, o, como nos vienen acostumbrando cada vez más, nos dicen lo que no es, nos mienten y engañan, etc., etc. Vemos como además de conformar a la persona, también configura su realidad, tanto por mediatizar la percepción de ella, como por la película de la realidad que le cuentan y muestran. Hoy, la relación de las personas con tales medios es multimedia (destacar ahora su incidencia emocional), y en conexión constante y permanente, durante toda la vida: la conformación que hacen es determinante. Así se puede hablar de medios de comunicación de control social o de medios de comunicación del control de masas: enfocan, dirigen sus percepciones, sus pensamientos y emociones, también sus acciones, …, le muestran una realidad interesada, le ocultan otra…. En la actual sociedad de la información, ésta no es el cuarto poder que se decía en siglos pasados, hoy es el primer poder real, junto con el económico-financiero y el político. La información, en base a aquella conformación apuntada, es un bien de primerísima necesidad social y personal, y como tal, no pude estar al albur ni en manos contaminadas, ya privadas, ya de los partidos políticos. El control, la propiedad de los medios de información se convierte, es el epicentro, el punto neurálgico y decisivo..En nuestros días y más allá del punto de vista político, en nuestra sociedad la información es una necesidad personal y social fundamental. El poder, el control de tales medios es determinante. De ahí la concentración actual de sus dueños y el oligopolio a nivel mundial que ejerce el capital. En el presente siglo, el poder es el informaciónal, poder germinal y mucho más decisivo que los satélites del ejecutivo, y de lo que se desprende la necesidad de su salubridad e independencia. Valga esa introducción para destacar, para subrayar la importancia básica, esencial, vital y decisiva del papel de tales medios y, en su consecuencia, darle el correspondiente traslado a la arquitectura social, configurando de manera nítida aquellos órganos que dirigen los que son de titularidad pública. Que no podemos dejarlos en las manos de los partidos políticos. Éstos que, particularmente, editen los suyos que quieran, pero la independencia de los poderes no pueden ser dependiente de los partidos, en fraude del principio de división de poderes y, menos, en, prácticamente, exclusividad; que éstos no pueden penetrarlo todo con sus montajes y consejeros de tejemanejes de sus intereses y anular a la sociedad. En los medios de comunicación públicos se ha de crear un consejo rector independiente de los otros poderes y de los partidos políticos. Un consejo cuyos electores y elegibles sea la sociedad civil: con formas, procedimientos, incompatibilidades, renovaciones, etc., que impulse el apoderamiento de ciudadano. Ejemplo, que sus miembros sean elegidos a quintas partes por: 1/5 por periodistas y licenciados en ciencias de la información, otro 1/5 por profesores y catedráticos de tal licenciatura, otro quinto, por sindicatos y asociaciones del sector (pero sin que medien los intereses empresariales o los gestores, ejecutivos o accionistas de las mismas), otro, por el parlamento, y el último, por asociaciones sociales. Aquí también hay que ir implementando la democracia mandataria, funcionamiento que ha de internarse en la sociedad hasta empaparla.

Reiterar la importancia decisiva, conformadora que tienen tales medios: tanto del individuo como de la realidad que percibe. Asimismo, insistir en la cualidad de bien de primerísima necesidad que hoy es la información. Y que los medios públicos no se pueden convertir en voceros del partido ni del gobierno, ni en conformador de sus intereses. Persistir en poner los medios para que lo publico sirva al ciudadano no a los partidos ni a la Administración, al ciudadano. Remarcar la importancia de establecer el ente rector apuntado, independiente y no contaminado.

La relevancia, la trascendencia de la puesta en practica de un organismo como el descrito, provocará que todos los poderes desplieguen por tierra, mar y aire toda sus artimañas y artillería para desactivar, desvirtuar, estigmatizar, etc., hasta reventar e impedir que salga adelante. Habrá que prever la estrategia que la contrarreste adecuadamente (que hay que estudiar y desarrollar) y que esté en consonancia con la importancia de lo que nos jugamos. Un comienzo puede ser construir un ecosistema que de vida y apodere al ciudadano: conexiones, redes, informaciones, actividades …. Pero tanto para planificar esa previsión como para que la construcción del ecosistema sea posible, se requiere de una premisa: dadas las circunstancias y condiciones en las que nos encontramos, el movimiento tiene que ser transversal, más allá de las etiquetas, donde tengamos cabida todos los que estamos en este lado, aunque cada uno ocupe su lugar propio. Eso, hoy, la web 2.0 lo posibilita.

Vemos que la información y su comunicación es la clave, el epicentro que mueve. Es condición necesaria, quizás no suficiente, pero sí imprescindible disponer de tales canales y medios de comunicación e información propios. Sin ellos no haremos nada sustancial. Menos en una sociedad como la actual hiperinformacional, y que irá in crescendo. Hay que construir dicho ecosistema en dos vertiente. Una, estigmatizando la información y los medios de los poderes y las empresas, los medios del sistema; desprestigiándolos, asociándolos al control, al engaño y la manipulación; medios de información como productos del negocio para el beneficio empresarial y el afianzamiento de su sistema; instrumentos y altavoz de la alienación para el reforzamiento y reproducción del poder. Esta idea debe sintetizarse en un concepto, como un símbolo que lo recuerde convenientemente, de manera impactante, esclarecedora y motivante. Un icono que sea una alegoría de la maquiavélica función de control que cumplen, y que pueda estar presente en toda página. El concepto que suele verse por ahí de “desinformación” y otros, queda corto, mejor uno del estilo “medios de comunicacontrol” o “de comunicación del control”, o similares, junto a un busto cuya cabeza esté metida en una TV dibujada con cadenas, o, mejor, una antena emitiendo ondas que cuando llegan a la cabeza, se convierten en los hilos que mueven al títere (el control remoto), u otros varios e intercambiables. Concepto que, más que una campaña debidamente orquestada, debería estar presente en todo sitio posible como sello de presentación al estilo del 15-M, libertad de expresión, etc., hasta que cale en la sociedad no ya el conocimiento, hoy ya en boca de todos, de que mienten y engañan, sino el de su verdadera función que va, como hemos visto, mucho más allá, incluso, de la alienación y el control: hace a la persona, la constituye y conforma su realidad. Y, con ese conocimiento, la sociedad ejerza un rechazo activo.

La otra vertiente del ecosistema incide en la de construir la información, las conexiones, la red y los medios propios. Romper la dispersión, conectarnos y avanzar. Aquí convendría una especie de encuentro o congreso de todos los agentes de las distintas ramas de la información multimedia: informática, TV, radios, video, prensa, internet, redes, comunicación, medios, etc., en el que trataran del asunto. Algunas ideas de por donde podrían ir esa construcción serían: organizar, coordinar lo desperdigado, redes, conexiones; web de referencia (implimentada por dichos agentes, p. ej.) con links que interconecte y redistribuya a toda la red y viceversa: un faro que señale la costa al náufrago, un portal al que remitir al extraviado y que, al entrar, diera paso a todos y todas las dependencias y puntos de la red; webs que tengan una especie de eslogan como el apuntado en el párrafo anterior, a modo de sello de presentación, y en las que también haya la relación de los hipertextos con los que conectarse. Red multimedia y que alcance a todos los aspectos de la vida, con webs de pensamiento, de ciencia, de nutrición, de salud, lúdicas, de servicios, de profesionales, de economía, de convocatorias y encuentros etc., etc. Red integral. Y en la que haya preocupación por la calidad de los contenidos y por sus fuentes y elaboración. Red que conecte desde lo local a lo mundial. Los contactos deben ser internacionales.

Remarco la trascendencia determinante de tal ecosistema informacional y el imperativo de que nos pongamos a construirlo.

 
CC
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