Cazar es asesinar…

Ciervo muertoLa caza o actividad cinegetica es considerada un deporte. Víctimas de este sangriento deporte mueren miles de animales cada año. Existen varias modalidades de caza, la caza menor, que queda caracterizada por el tamaño de los animales a capturar. Suelen ser víctimas de este tipo de caza animales de pequeño tamaño tales como la perdiz, la tórtola, el conejo, ciertas aves acuáticas, especies`migratorias, etc. La caza mayor, que se caracteriza por el mayor tamaño de los animales víctimas modalidad de la cacería. Se ejercita en el estado español sobre una serie de individuos de diferentes especies tales como el jabalí, el corzo, el ciervo o venado, el gamo, el muflón, la cabra montés y el arrui. Además existe la llamada caza acuática, y mueren por esta modalidad todas las aves acuáticas zancudas y palmípedas susceptibles de ser objeto de caza.

En la caza se suele hablar del «buen cazador», el que respeta la naturaleza, quien cuida a sus perros y los conoce, y jamás mata a animales enfermos, débiles o en peligro de extinción, y el «mal cazador», que mata indiscriminadamente, ahorca a los perros una vez éstos no le son útiles y «descuida la naturaleza». En ambos casos la actividad es la misma, disparar a un animal por diversión y como veremos e independientemente del argumento que se sostenga ambos casos son igual de injustificables.

Argumetos para defender la caza…

La caza respeta la naturaleza

Afirmar que la caza respeta la naturaleza suele significar que la muerte de los animales que tienen la mala suerte de ser víctimas de los cazadores no tenia ningún valor -según ellos-, que sus vidas y sufrimiento no eran importantes ya que no pertenecían a especies en vias de extinción. Según este argumento, los animales solo tendrian valor por la función que cumplen, algo que niega olvida que los animales somos seres que sentimos y disfrutamos de nuestras vidas, y que por lo tanto tenemos valor por nosotros mismos, independientemente de lo útiles que les resultemos a otros.

La caza es entretenida

Ciertamente una actividad como la caza puede considerarse entretenida por quienes la practican, pero este hecho no justifica de ninguna forma que se siga llevando a cabo. Al igual que en el caso de los circos, los zoos, los rodeos, etc. nuestra diversión no justifica el sufrimiento y las muertes ajenas.

Los animales se cazan unos a otros

El que los demás animales muestren determinados comportamientos no nos justifica a hacer lo mismo.Por ejemplo, hay animales no humanos que se comen a otros individuos de su propia especie y esto evidentemente no justifica el canibalismo. Quienes podemos reflexionar sobre las consecuencias de nuestros actos somos responsables de los mismos y debemos tener en cuenta los intereses de los demás individuos de manera justa y equitativa. Por ello, la caza debe ser abolida.

Morirán de todas formas

El que alguien muera por causas «naturales» algún día, no es justificación para matarle… todos moriremos algún día, pero eso no significa que nadie pueda matarnos hoy.

Otras víctimas de la caza

El plumbismo

El plumbismo es el fenómeno de envenenamiento que se produce al ingerir las aves los perdigones de plomo que proceden de los cartuchos utilizados por los cazadores. Las aves los ingieren confundiéndolos con las piedrecitas que les ayudan a digerir el alimento. Estos perdigones quedan retenidos en la molleja del ave, que es el lugar donde se produce la molturación o trituración de la comida. El plomo se desgasta o se disuelve en los jugos gástricos absorbiéndose una cierta cantidad por el organismo… a los pocos días aparecen los primeros síntomas, problemas digestivos y neuronales, que provocan diarreas y pérdida de equilibrio. Muchas de estas aves mueren en poco tiempo escondidas entre la vegetación.

Los perros de caza

Quizás lo más denunciado de la utilización de perros para caza sea el ahorcamiento de algunos de ellos (galgos) una vez éstos dejan de cumplir la función para la cual fueron criados. Pero los perros criados y utilizados para la caza sufren durante toda su vida debido a la cría, al adiestramiento y al tipo de vida al que se les somete, tal y como demuestra claramente este texto que aparece en una web sobre adiestramiento de perros para caza.

«Es necesario que tengamos presente desde el primer momento que tenemos un perro, no una persona, de modo que no humanicemos al animal, está destinado a un trabajo duro como el que más, y los mimos excesivos pueden desbaratar nuestro trabajo.»

La cría

Para la cría de perros de caza -y al igual que para la cría de la mayoría de los animales no humanos- hay un círculo interminable de sufrimiento y muerte. En la mayoría de los casos las perras más aptas para la cría son inseminadas artificialmente varias veces durante su vida con el objetivo de que den a luz perros óptimos para dicha actividad. A esta interminable rueda de inseminación hay que añadirle el sufrimiento -tanto de ellas como de sus crias- al ser separadas, la muerte de las crias menos aptas para ser puestas a la venta y el asesinato de las madres una vez su ciclo de reproducción desaparece.

De nuevo vemos en un texto sobre adiestramiento de perros cómo este sufrimiento no pasa desapercibido pero es ignorado para criar «buenos perros de caza»:

«Otro de los problemas que se nos plantea con la llegada del cachorro a casa son los LAMENTOS NOCTURNOS. Desde aquí os digo que en la primera noche van a ser inevitables, pero en vuestra mano está que no se prolonguen más allá de esa noche en cuestión. El primer consejo que os doy es NUNCA hacerle caso cuando se lamente por la noche, si nos ablandamos y lo metemos en nuestra habitación, nos tocará hacer siempre lo mismo. El cachorro se lamenta porque está acostumbrado a pasar la noche en compañía de sus hermanos y madre, se siente desprotegido, sólo y además tendrá frío, más por el miedo que por la temperatura.»

El adiestramiento

El adiestramiento para la caza es una actividad que causa gran sufrimiento y ansiedad a los perros. Independientemnete de cómo ésta se lleve a cabo, el perro es obligado desde que es muy pequeño a acudir a la llamada del dueño: el cobro -para enseñarle a traer a la presa asesinada durante la cacería-. Para ello, en ocasiones se somete al perro a dolor físico con el objetivo de que aprenda:

«En el cobro forzado, con el perro atraillado y en posición de sentado, se le pisa una pata trasera (castigo) para que en el momento de queja del perro en el que abre la boca, se le introduce el rodillo de madera al mismo tiempo que le decimos «cobra», para acto seguido dejar de pisar, y entonces acariciar (premio). Después se pasa a dejar el rodillo en el suelo, se repite el mismo sistema, después se coloca el rodillo a unos metros y así en progresión hasta conseguir el cobro lanzando el rodillo.»

Como vemos claramente, la caza tiene muchas víctimas. Existen múltiples formas de disfrutar de la naturaleza sin dañar a otros, como por ejemplo sacar fotografias, practicar el senderismo o montar en bicicleta. No hagas de tu disfrute el sufrimiento para otros u otras.

Caza de ballenas…

La abolición de la moratoria que prohíbe la caza comercial de las ballenas está cada vez más cerca. Japón y sus aliados han conseguido la aprobación de una declaración que critica la moratoria, culpa a las ballenas del agotamiento de los recursos pesqueros y califica a las ONG como una amenaza. El texto se aprobaba en la reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), celebrada a mediados de junio en la pequeña isla – estado caribeña de San Cristobal y Nevis.

La declaración, aprobada con 33 votos a favor, no suprime la moratoria, puesto que para ello se requiere el voto de 53 de los 70 países miembros, pero supone un paso importante. La CBI, el organismo internacional que regula la pesca y captura de ballenas, aprobó la moratoria en 1986 tras comprobarse que varias poblaciones de ballenas estaban al borde de la extinción. Para ejercer el derecho a voto, es indispensable pagar una cuota, lo que deja fuera a algunas naciones conservacionistas e incorpora a otras, que según Greenpeace reciben la ayuda de países como Japón, que habría reclutado durante los últimos años para su causa a un total de 21 países a cambio de unos 240 millones de euros.

A pesar de la moratoria, la caza de ballenas sigue siendo una realidad. Desde 1986, se estima que se han sacrificado entre 20.000 y 25.000 ballenas. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Japón, Islandia y Noruega han cazado casi 2.000 ballenas desde la reunión del año pasado. Estos dos primeros países aprovechan el artículo 8 de la convención, que permite capturar ballenas para «investigación científica». Por su parte, Noruega rompió la moratoria en 1993, siendo la única nación que caza ballenas abiertamente con fines comerciales. Según las asociaciones conservacionistas, la «caza científica» no tiene sentido hoy día, cuando hay métodos de estudio que no necesitan matarlas.

Según los defensores de su caza, las ballenas consumen gran cantidad de peces, por lo que ponen en peligro el suministro de alimento de las regiones costeras. Sin embargo, organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO) afirman que es la sobrepesca la que ha mermado la población marina hasta el límite de la extinción.

Los responsables nipones se refieren también al «uso sostenible» de la caza para consumo en su país, aunque estadísticas publicadas por diarios japoneses hablan de que sólo un 4% de los ciudadanos de este país se alimentan de ese tipo de carne. Por su parte, WWF considera que el uso sostenible podría lograrse con el turismo, que genera mayores beneficios para las comunidades costeras. En definitiva, WWF cree que la postura japonesa trataría más bien de evitar futuros acuerdos que limitaran la caza de otras especies marinas, lo que afectaría enormemente a este país, tan dependiente de la pesca.

Según las organizaciones conservacionistas, 6 de las 86 especies de cetáceos reconocidas por los científicos se encuentran «críticamente amenazadas». Otras 9 se consideran «amenazadas», 6 «vulnerables» y muchas poblaciones locales y regionales se encuentran gravemente diezmadas, sin contar la falta de información sobre otras especies, que también se encontrarían en una situación preocupante.

El grupo Whalewatch afirma además que las prácticas para matar a estas criaturas pueden dejarlas agonizando entre dos minutos y varias horas. El Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW) señala que más de 80% de las ballenas no mueren al momento de ser arponeadas, debido a la falta de habilidad de los cazadores.

La caza de delfines…

El número de delfines que mueren se incrementa cada año. Sólo en Japón este año las autoridades japonesas han autorizado el comienzo de la temporada de caza de unos 20.000 delfines. En realidad desde que en 1986 la Comisión Ballenera Internacional limitara la captura de ballenas la caza de delfines que no está regulada por ninguna organización internacional se ha incrementado.

La carne del delfín se ha venido comercializando como sustituto a la de ballena (que por otra parte y a pesar de la prohibición internacional todavía se puede encontrar en el mercado japonés). El alza en los precios de la carne de delfín ha estimulado su pesca incluso en zonas de Japón donde casi se había abandonado. La mayoría de estos animales, que pertenecen a diferentes especies son atrapados a arponazos en alta mar, sobre todo en el Océano Pacífico.

Pero una parte, se calcula que más de 4000 son cerca de la costa como los que mostraban las imágenes de Taiji. Los barcos pesqueros los rodean y los empujan hacia la orilla. Una vez allí los arponean. El método utilizado para matar a los delfines consiste en dejarlos desangrar después de la herida, lo que supone una larga agonía para los animales.

Cada año mueren en el mundo miles de delfines no tan solo a manos de pescadores furtivos como en Japón o en las costas de Perú sino también debido a la pesca industrial indiscriminada, a las consecuencias de la contaminación marina o a los accidentes causados por las redes de deriva o el tráfico marítimo.

Las acciones de denuncia de voluntarios como los de Sea Sheperd y su divulgación a través de los medios de comunicación son un eslabón importante para crear una presión a nivel internacional y que se adopten medidas efectivas encaminadas a proteger en el futuro la vida de estos maravillosos animales.

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