El sexismo en las películas de la Factoría Disney

1. INTRODUCCIÓN

Desde luego, es innegable que la empresa que más está marcando a numerosas generaciones en su edad infantil es Disney. ¿Quién no recuerda a Mickey y a Minnie Mouse?, ¿quién no ha echado una lagrimita cuando Blancanievas era envenenada por la malvada bruja?, ¿quién no ha querido ponerse alguna vez en el lugar del apuesto John Smith o de la mismísima Pocahontas para revivir su historia de amor?, que tierna estas películas, ¿verdad?, por ejemplo esa Sirenita y la canción del cangrejo Sebastián, ¿quién no recuerda esa canción de “debajo del mar…”? Pero ahora que hablo de esto… ¿nadie se ha preguntado alguna vez por qué los enanitos no hacían ellos mismos las labores domésticas cuando llegaban a casa una vez que Blancanieves se “mudó” con ellos? O ¿por qué una indígena como Pocahontas, se enamora de un asesino de miles de paisanos suyos como era John Smith? O ¿por qué siempre las brujas son malas? O ¿por qué siempre la mujer está en un segundo plano en éstas películas? O ¿por qué todo el poder siempre se les da a los hombres? O…

 

Pues bien, a partir de ahora nos vamos a enfrentar a difíciles retos y preguntas que las intentaremos ir contestando a lo largo de este trabajo. Para ponernos en situación de lo que será el contenido general de la investigación que nos ocupa, como es poner de manifiesto (una vez más, si cabe) el sexismo que inunda nuestros cines y vídeos a cargo de las producciones infantiles de Disney, comenzaremos dando unas pinceladas de por qué las mujeres y los hombres actuales somos como somos y salvando las diferencias de lo personal, adoptamos uno roles distintos y bien diferenciados en la sociedad según nuestro sexo, como siempre exceptuando casos muy concretos. Veremos de donde nacen esas diferencias artificiales y lo que es peor, cómo surge nuestra normalización y socialización de las mismas.

 

A continuación de este primer preámbulo, comenzaremos a ponernos más en situación con la puesta en escena de que el sexismo no es nada nuevo en los cuentos, y que hasta los relatos más tradicionales e “inocentes” esconden un mensaje claramente diferenciador y arcaico, acorde en muchas ocasiones con el momento histórico en el que fue escrito, pero que aún hoy en día siguen teniendo total vigencia y como hicieron desde un principio, siguen transmitiendo valores y  determinados roles más que discutibles, siempre siendo, dicha transmisión, de una forma totalmente “natural” y cercana.

 

Después de abordar algunas propuestas para la superación de los puntos negativos de los cuentos de los que hablábamos anteriormente, vamos a entrar de lleno en el grandioso, enrevesado y oscuro mundo de la doble moral de Disney, del que veremos que más allá del entretenimiento que supuestamente nos quiere ofrecer esta factoría, se esconden, no sólo grandes intereses económicos, sino también, modelos de hombres y mujeres en concordancia con esos mismos modelos de hombres y mujeres que ha propugnado históricamente la nación que ha visto crecer y enriquecerse a esta factoría, para terminar la primera parte de la exposición, con algunas alternativas y soluciones más o menos reales y actuales, que vamos a poder encontrar en nuestra vida cotidiana.

 

A continuación de todo esto comenzará lo que es nuestro trabajo en sí, llevaremos a cabo el análisis mediante fichas de control de dos películas relativamente actuales de la factoría Disney, para terminar sacando nuestras propias conclusiones y observando cómo las investigaciones que se han hecho hasta ahora sobre este mismo tema, no están del todo desencaminadas con la práctica real y tangible de las películas Disney.

 

Con este trabajo de observación e investigación, quizás hagamos caer en la cuenta a más de una persona de la venda que ha tapado sus ojos en más de una ocasión, para otras, no será más que simples datos subjetivos intentando cambiar desafortunadamente una realidad intocable y para otros, seremos un grupo de personas equivocadas, manipuladas y que intentan tergiversar una simple película infantil con no se qué interés. Sin embargo, nuestra intención es hacer ver y comprender que los tiempos desde que se escribiera “Caperucita Roja” han cambiado mucho, y por supuesto también desde que el propio Walt Disney estrenara su primera película de dibujos animados, por tanto no se puede seguir vendiendo unas ideas caducadas, mientras en otros aspectos deseamos se lo progresar socialmente lo más posible, pero si los cuentos y con ello los modelos sociales que le proponemos a nuestros hijos no evolucionan, la sociedad seguirá tambaleándose a la hora de caminar hacia delante.

Sin más dilación, comenzaremos a desmenuzar poco a poco toda las ideas expuestas. El “maravilloso” mundo de los cuentos se abre, de forma algo especial, ante nosotros, así que, como se suele decir: “Érase una vez…”

2. HACERSE HOMBRE O MUJER


Aquí comienza el maravilloso mundo de los cuentos, comienza, junto con otras muchas fuentes, en la necesidad imperiosa que tienen los niños y niñas de ser y formar parte de una comunidad, en definitiva, de convertirse en seres sociales. Esta necesidad que nos viene en gran medida marcada genéticamente, hace buscar en los niños y niñas, al igual que pasa en otras especies animales, espejos y modelos por los cuales no sentirse diferentes en el medio social que le ha tocado vivir.

 

Una de las primeras señas que hace diferenciarse al nuevo individuo como un miembro reconocible y aceptado en la sociedad, es la posibilidad de expresarse mediante el lenguaje. Este lenguaje que le permitirá al niño constituirse así mismo, debe ser, necesariamente transmitido por los adultos de esa sociedad, en esta enseñanza de la lengua materna, previene B. Davies la primera complicación: “al transmitir el lenguaje a los niños, también transmitimos un relativo estancamiento del orden social que engloba aquellos elementos de ese orden que bien pudiéramos querer desterrar”. Aquí recogemos que la preocupación de esta autora, es que, una vez que transmitimos el lenguaje, también transmitimos valores y arraigos culturales más que discutibles, entre ellos, sexistas y diferenciadores, ya que como bien apunta esta mismo autora:  “los niños aprenden que deben ser socialmente identificables como uno o lo otro, aun cuando, en la mayor parte de las situaciones sociales, la diferencia física observable sea mínima o incluso nula”. Con esta diferenciación, no podemos juzgar a los niños como unos pequeños machistas o en el caso de las niñas como unas conformistas, todo lo contrario, como expusimos anteriormente, desde edades tempranas, cada uno busca su lugar y tener la sensación de formar parte de algún grupo, en definitiva, espejos en los cuales mirarse sin parecer nadie ajeno a la sociedad, esto se consigue mediante la transmisión del lenguaje y de la observación y traspaso de determinados valores sociales que hacen que desde muy pequeños podamos sentirnos identificados por una simple dicotomía: el ser niño o niña (situación que, obviamente no podría produce de forma personal o unitaria, sino por la interacción de un “grupo de influencia”, llámese padres, medios de comunicación e incluso cuentos), algo que puede desembocar inexorablemente en hacer posteriores diferencias de género y por supuesto, en seguir sintiéndose parte de un grupo bien diferenciado, de esta forma, esos adultos que una vez fueron niños, ahora son los que: “definen a los niños como distintos, del mismo modo que las mujeres son distintas desde el punto de vista de los hombres. Los niños tienen que aprender a situarse tanto fuera del discurso de los adultos como dentro…” (Davies, p.18).

 

En definitiva, podemos concluir que la formación de hombres y mujeres en un futuro está en las manos de todos, son muchas las influencias como para culpar a alguna como la única generadora de diferencias, y aunque gran parte de las diferencias de género se inculcan, por uno u otro medio, en los seis o siete primeros años de vida, no debe ser algo desesperanzador, ya que se corresponde a necesidades sociales que se desvían desafortunadamente, pero que podrían ser encauzadas en años posteriores, siempre teniendo en cuenta los “tres tipos de definiciones sociales que son importantes para entender el mantenimiento y el cambio del sistema de los sexos: ideología sexual, normas sexuales y estereotipos sexuales…” [1] así, de la misma forma se podría, poco a poco, encaminar a todos los niños y niñas hacia una realidad sexual diferente.

2.1 Socialización de roles sexuales

Es natural, que todos los padres y madres de un tiempo a esta parte y siendo conscientes de las claras y marginales, en algunos casos, diferencias que tienen como el sexo su justificación y como estereotipos y roles su realidad, se planteen que ya va siendo hora de cambiar, y que ellos no cometerán los mismos fallos que pudieron cometer sus abuelos o sus padres a la hora de criar a sus hijos.

 

Pues bien, todos y todas podemos de hablar de numerosos ejemplos en los cuales a las niñas se le intenta hacer autosuficientes y firmes y terminan siendo unas personas cuya única preocupación es qué vestido ponerse para que “pegue” con los zapatos. También está el caso contrario, de intentar que los hijos sean colaboradores en casa, que no oculten sus sentimientos, que no sean agresivos, pero sin embargo llegan a ser unos machistas “duros” y orgullosos.

 

Entonces, ¿qué es lo que falla?, pues a esto viene a dar respuesta (con una serie de limitaciones) la conocida como “Teoría de la Socialización de los Roles Sexuales” y que puede resumirse en que: “un adulto es quien enseña al niño su rol sexual, aunque también “presionan” para que el niño persista en el rol asignado otros muchos adultos (maestros, medios de comunicación, etc.). En este modelo no hay lugar para el niño entendido como un agente activo, un teórico que observa y aprende por sí mismo o por sí misma el modo como se organiza el mundo” (Davies, p.23). De esta forma, se nos presenta esta teoría como algo alejado de los niños, sin que ellos puedan hacer nada para remediar la “inculcación” de ideales y comportamientos.

 

Muchos son los “peros” que se han formulado sobre esta teoría, argumentados en los mismo motivos que exponíamos antes: la pasividad del niño y el entenderlo como un simple recipiente donde vamos añadiendo ingredientes para formar su personalidad. De esta forma autores y autoras como Walkerdine, Conell y la misma Davies, entre otros, señalan esa máxima famosa como la de “no hagas lo que yo hago, sino lo que te digo que hagas” (Davies, p.25), pronunciado por algún padre.

 

Concluyendo, cabe destacar que la “Teoría de Socialización de Roles Sexuales” deja algunos interrogantes y cuestiones más que discutibles abiertas, ya que, es indudable el cierto carácter de “adiestramiento[2]” que se puede llevar a cabo, consciente o inconscientemente por parte de padres y entorno adulto, algo que marca en un gran porcentaje al niño o niña, mediante comportamientos de estos adultos o simples comentarios, y teniendo en cuenta que este niño es un “ser activo”, como tal no fundamentará todo su mundo en lo que le dicen sus adultos y en su genética, tal y como señala la “Teoría” (Davies, p.23), sino que también lo hará en base a dicha observación y en un porcentaje menor, en la elección; todo esto debemos tenerlo en cuenta para asumir y responder al por qué de la transmisión generacional de roles sexuales y sobre todo para no extrañarnos cuando le intentamos contar a nuestros hijos que tirar papeles al suelo está mal y lo siguen haciendo, ¿por qué será?

 

2.2 Lo que influye la biología  

 

Aunque ya con la “TSRS” salió a relucir la famosa palabra “genética”, la cual puede ser utilizada para argumentos fáciles y salidos de onda como justificación a casi todo, vamos a ver a continuación, lo que tiene que ver esta genética y la biología en general en la construcción como hombre y mujeres en nuestra sociedad.

 

Según Davies: “aunque los biólogos han descubierto ahora que los sexos genético, hormonal y genital no están necesariamente conectados, existe aún mucha ciencia popular que no sólo los relaciona, sino que añade nuevas conexiones con la estructura cerebral y comportamiento habitual de los seres humanos” (Davies, p. 28). Esto quiere decir, una realidad que ya nos podíamos suponer: la biología sirve como burda justificación a la hora de probar roles y estereotipos sexuales, que en ningún caso pueden tener una justificación científica. Y es que la idea de situar al hombre y a la mujer en edad adulta como dos polos bien diferenciados, no deja de ser una construcción social, algo que podemos extraer de las palabras de Kessler y McKenna: “cada una de las características que podemos considerar “pertenecientes”a uno de los sexos se pueden encontrar en algunos miembros del sexo “opuesto”” (Davies, p.29). En efecto, son muchas las similitudes físicas y en cuanto a las diferencias, se pueden dar casos concretos en los que se echan abajo cualquier posicionamiento biológico, tanto es así que, simplemente podemos pensar en un hombre que se realiza una simple operación para cambiarse de sexo, pues bien, por esta simple operación (como la de una apendicitis, salvando diferencias) esta persona puede de dejar de tener que ser frío y guardar sus sentimientos, para pasar a tener que ser sentimental y más dependiente que antes, por un simple cambio físico artificial.

 

En resumidas cuentas, debemos empezar a abrir nuestras mentes y darnos cuenta que el ser el hombre o mujer no es un enfrentamiento social de dos “especies” contrapuestas con actitudes y tendencias fuertemente marcadas por su sexo, es decir, biológicamente, pues son muchos los experimentos y experiencias que así lo pueden corroborar[3]. Si comenzamos a reflexionar y enriquecernos de lo que es “distinto” a nosotros, podremos empezar a superar construcciones de género poco afortunadas como las que hasta ahora rigen nuestra sociedad.

 

2.3 Reconocerse a sí mismo como hombre o mujer 

Desde luego, éste no es un proceso ni mucho menos simple ni tampoco individual, es decir, la concepción de sentirse como hombre o mujer no viene dada por lazos de reflexión personal sobre “¿a qué modelo me ajusto?”, sino todo lo contrario, parece que esas decisiones está en manos de todos, menos de nosotros mismos, así lo expone Davies: “la masculinidad y la feminidad no son propiedades inherentes a los individuos, aunque sí son propiedades inherentes o estructurales de nuestra sociedad, esto es, surgen de la acción social y, al mismo tiempo, la condicionan”.

A partir de dicho condicionamiento social, le exponemos a nuestros pequeños, modelos de comportamiento que deben ir asumiendo y a la vez poniéndolos en práctica, para que así se les reconozca como hombres o mujeres y ellos mismos también lo puedan hacer. Un ejemplo de estas expectativas es la típica imagen de la niña pequeña que recoge la mesa y el comentario de turno de “estás hecha una mujercita”, o bien, en el caso contrario, ese niño de 8 ó 9 años que acompaña al padre al campo de fútbol, mientras su hija se queda en casa con su madre, bajo la excusa de que “ya es un hombrecito”.

 

No debemos de olvidar que este condicionamiento está basado en una sociedad hegemónicamente masculina y es muy difícil escapar de “los patrones de dominación (hombre) y subordinación (mujer)”, por lo que las expectativas sociales hacia los “nuevos” miembros de una sociedad estarán en base a esto.

 

Cuando nacemos somos como un trozo de barro, a la cual le empiezan a dar forma nuestros padres y posteriormente le ayudan otras muchas influencias que estipulan nuestros comportamientos asociados a nuestro sexo y a partir de aquí, casi todo: forma de vestir, de comportarnos, funciones dentro del hogar, relación con los demás… y es algo que viene de una generación en otra, de tal forma que cuando aceptemos todos estos requerimientos físicos y psíquicos obtendremos nuestro lugar social y podremos ser llamados “hombres” o “mujeres”. Pero es triste que sigamos sintiéndonos orgullosos de considerarnos antípodas y de esta forma, seguir transmitiéndolo a nuestros hijos e hijas.

 

3. El sexismo como algo habitual en todos los cuentos ¿qué modelos para las niñas? 

 

Hasta ahora, hemos comprobado como a la hora de formar nuestra personalidad y conciencia como hombres o mujeres el papel de las influencias sociales juega una importantísima baza. Pues bien, los cuentos son en nuestros primeros años de vida más intensamente y en los siguientes algo menos, pero siguen estando presente, una fuente de roles sociales importantísima. De esta forma no es extraño que una niña de cuatro años se sienta identificada con “Cenicienta” y un niño con el “Príncipe”, con toda la carga de valores y actitudes que ello acarrea.

En este punto, abordaremos si es el sexismo el que fluye de los cuentos, o sin embargo es la sociedad la que hace necesarios estos cuentos que simplemente reflejan la realidad todavía existente. Este es un tema que empezó a ser denunciado en los años setentas por diversas asociaciones feministas y que empezó a ser investigado con más intensidad durante los siguientes veinte años, pero que en la actualidad parece como si se hubiese empezado a olvidar de nuevo[4].

Para iniciar el tema, comenzaremos exponiendo una serie de datos publicados por la Association Européene du coté des filles (AECF) después de estudiar 736 álbumes y cuentos en los países de España, Italia y Francia publicados en 1994 por 93 editores:

 

CUADRO 1: El título y la cubierta de los álbumes y cuentos.

 

En los tres países los álbumes y cuentos presentan una dominante masculina tanto en el título como en la ilustración de la cubierta.

Francia bate el récord: 77,7% de los títulos que sugieren uno o más personajes

evocan por lo menos un personaje masculino, frente al 22,3% de un personaje femenino y el 62,2% de las ilustraciones de la cubierta presentan al menos un personaje masculino frente al 33,8% de un personaje femenino

 

 

CUADRO 2: El sexo de los 2.396 protagonistas

 

niño

6 0,3%

57%

60%

Niña

3 9,7%

43%

40%

total niños

100%

100%

100%

hombres

5 9,6%

55%

63%

mujeres

4 0,4%

45%

37%

total adultos

100%

100%

100%

 

Francia

España

Italia

 

CUADRO 3: El sexo de los 657 animales humanizados protagonistas en Francia

262 adultos masculinos

62,2%

159 adultos femeninos

38,8%

421 total adultos

100%

165 niños

70%

71 niñas

30%

236 total niños

100%

 

CUADRO 4

Si se cuentan los adultos que no son ni padres ni abuelos, se encuentran en Italia cinco veces más hombres que mujeres. En España los hombres son dos veces más numerosos. En Francia de 544 adultos 390 son de sexo masculino y 154 de sexo femenino: en esta categoría de personajes se obtiene el porcentaje más alto de representación masculina (7 1,7% frente al 2 8,3% de representación femenina).

 

Muchos más pueden ser los datos aportados, pero tampoco queremos poner datos ya conocidos por todos ni llenar folios y folios con tablas, por ello, sin más, comenzaremos a estudiar la realidad sexista de los cuentos, mediante los personajes femeninos (y presuntos modelos para las niñas) que en ellos aparecen, para ir comprobando si es exagerada una cierta alarma o por el contrario es totalmente necesaria.

 

3.1 Los papeles femeninos y su cometido en los cuentos

Según Teresa Durán: “En el cuento maravilloso el mito de la feminidad se desarrolla en tres roles fundamentales: princesas versus madres, versus madrastras… El papel de la mujer simboliza a lo puro y bello que hay en nuestra adolescencia, la princesa, a ella se sigue la reina, cuya función es engendrar, una vez hecho esto, muere y aparece la malvada madrastra”.

Esta clasificación realizada por Teresa Durán, aún siendo bastante simple no deja de ser menos acertada, ya que según podemos recordar, a excepción de roles fantásticos como son los de brujas o hadas, las mujeres en los cuentos tradicionales siempre han desarrollado estos roles, ya sean realmente o representándolos.

 

En efecto, aunque los personajes femeninos aparecen bastante en menos cantidad que los masculinos, según la AECF: “En los tres países los álbumes y cuentos muestran invariablemente una imagen masculina del mundo. Tanto los protagonistas como los secundarios, los comparsas o los figurantes y cualquiera sea el tipo de personajes puestos en escena – humanos, animales humanizados, animales, objetos antropomórficos, personajes imaginarios o míticos – los personajes masculinos son siempre predominantes: más numerosos que los femeninos”, el papel de las mujeres en los cuentos no deja de ser humillante y desprestigiado.

 

Según apunta estos mismos datos, una mujer de cada dos en los cuentos analizados, está en el ámbito doméstico y considerada como simplemente una “madre”, ocupadas simplemente en criar a sus hijos y limpiar, y si están en la calle es porque están comprando o acompañando a sus hijos. Toda relación les es negada y sólo en 14 de 255 casos se le concede algún rol social o político dentro del cuento.

 

La experiencia laboral de las mujeres en los cuentos no deja de ser meramente anecdótica y humillante, ya que no poseen ningún tipo de prestigio los cargos que les “dejan” desempeñar y los que pueden hacerlo, algunas veces lo hacen incluso sin cobrar nada. Y es que, desafortunadamente los cargos con algo más de “prestigio” que se han encontrado desempeñados por mujeres (como el caso de ser reparadoras o alguna profesión intelectual) han sido ridiculizadas en dichos cuentos, por ejemplo, la de una piloto de aviones que se estrella por su torpeza etc.

 

Y esto queda como sigue, la mayoría de mujeres que aparecen en los cuentos son y desempeñan el único papel de madres, ya está, sin profesión ni nada, todo lo contrario de los padres, que no suelen ser padres a secas, sino mecánicos, leñador etc. En las únicas ocasiones que logra escapar de ser una madre, es para convertirse en princesa (idealización de la belleza y del culto al cuerpo), reina (progenitora), algún tipo de personaje malvado (tales como brujas y madrastras) o bien otro personaje secundario (como hadas), porque la última cosa que apuntaremos es que, aparte de aparecer “poco y mal” la mujer nunca, o casi nunca aparece en el rol de protagonista activo, es decir, aunque en la Bella Durmiente, la protagonista en teoría es una mujer, esta se pasa durmiendo todo el cuento, etc.

3.2 El poder masculino

Pues sí, los cuentos tradicionales y populares no hacen más que mostrarnos y reflejarnos la sociedad patriarcal como la que vivimos. De tal forma, en los cuentos el hombre es el que ostenta todos los puestos de privilegio, laboralmente hablando, también destacar que los hombres en los cuentos, sólo toman el rol de padres en un 25% de los casos[5], pero cuando lo hace es especialmente valorado y respetado. Sigue siendo frecuente encontrarnos con el típico padre sentado, descansado de su jornada laboral, viendo la televisión, mientras su mujer le prepara la comida y le da muestras de cariño, pero esta figura parece que cada vez se está perdiendo más en los cuentos con humanos, es decir, parece que estos roles tradicionales se están dejando más en manos de cuentos con animales humanizados, ya que cuando se trata de una familia de humanos, el padre suele echar una mano a la madre (pero sólo una mano).

 

En resumidas cuentas, los hombres aparecen en los cuentos “más y mejor”, suelen ser los protagonistas, héroes y valientes, el trabajo está en sus manos, está despreocupado prácticamente por las labores de la casa y de la crianza de sus hijos y lo que es más triste, todo el poder, la dignidad y el respeto está en manos de los personajes masculinos en igualdad de gremio, es decir, si en el cuento aparece un rey y una reina, ya sabemos quién es el que tomará las decisiones y quién será el protagonista del cuento. Sobre los personajes negativos y malvados, no parece que haya ninguna desproporción entre héroes, malhechores y el número de hombres que aparecen en el cuento, hasta sería lo contrario que las mujeres, se puede considerar que para el número de hombres que aparecen, pocos ocupan este rol.

 

3.3 Otros valores extendidos en los cuentos habituales

A parte del sexismo en los cuentos infantiles, como ya hemos visto, estos también son “acusados” de ser “portadores” de otros valores igualmente discutibles, a continuación expondremos algunos de los más destacados[6].

·     La familia: suele ser uno de los ámbitos más elegidos a la hora de plantear distintos cuentos. Se le da una importancia vital en la mayoría de los casos, se presenta la necesidad de ser sumiso ante injusticias personales provocadas por algún familiar. La familia se sustenta por las madres, aunque en el cuento a penas se le de importancia a este dato.

 

·     La monarquía y regímenes políticos: Aparece como habitual que cuando existe, el régimen político elegido para gobernar las vidas de los protagonistas, sea la monarquía, con lo negativo que puede llegar a ser para la concepción política del niño: ver normal como alguien hace y deshace a su antojo. Los príncipes y princesas son queridos e imitados, normalmente, por parte de los niños.

 

·     Las clases sociales: En muchos cuentos, aparecen bien diferenciadas las clases sociales (baja y trabajadora vs. alta y lujosa), aunque es cierto, que otros muchos cuentos, aparece una simple clase media, en éstos que hacíamos referencia anteriormente, pocas veces hay una escala social, es más, se da por supuesto que el pobre nació así y debe morir así e igualmente el rico.

 

·     La violencia: Por último, destacaremos la violencia como método único e insalvable para conseguir determinados objetivos. Para conseguir el amor (de mano de una pasiva mujer), para minar alguna injusticia… para todo se destaca la violencia como método para conseguir unos objetivos, ejemplos poco afortunados para que estén una y otra vez viéndolos nuestros pequeños.

 

4. Propuestas de superación al dualismo masculino-femenino

 

Según Davies: “Deshacer el dualismo implica, en primer lugar, una confrontación personal con la consiguiente idea de la masculinidad y feminidad.” (Davies, p. 193). En efecto, para conseguir quitarnos esa idea de la cabeza de la bipolaridad entre hombres y mujeres, debemos deshacer nuestras estructuras mentales actuales sobre los papeles que juega uno y otro en la vida, para volver a construirlos sobre otras bases distintas y más sólidas.

 

Desde muy pequeños, y con el afán de imitar a sus adultos, las niñas y sobre todo los niños caen en el dualismo, encasillándose en papeles sólo de “hombres” y desde muy tempranas edades se negarán a vestir o hacer tareas que son “de mujeres”, y esto viene, en una determinada medida, gracias a los cuentos.

 

A continuación expondremos algunos ejemplos de los roles habituales en cuentos, así como algunos ejemplos igualmente, de cuentos feministas.

 

4.1 Ejemplos del desafío a los roles habituales en determinados cuentos

 

Actualmente y desde hace no mucho tiempo, han comenzado a surgir cuentos e historias que poco tienen que ver con esos cuentos tradicionales y que aún hoy siguen muy extendidos. En ellos, son otros los modelos que pueden encontrar los niños para construirse ellos mismo, dejando aparcado el típico encasillamiento de la madre buena y conformista y el príncipe valiente.

 

Algunos de estos cuentos son “La princesa Bolsa de Papel” o “La princesa y el dragón”, que lo que intentan es partir de una base tradicional (como es el hecho de ser princesa), para ir desmontando poco a poco todos e ir construyendo nuevos modelos como el denominado “Las princesas guerreras”, correspondiente a un modelo que le guste salir del recinto doméstico, mostrarse activas y enérgicas en los movimientos y ser autosuficientes en sus decisiones.

 

Existen también, otros muchos cuentos, la mayoría denominados de “Serie B”, series de dibujos animados etc. Que desafían el modelo hegemónico masculino, mediante superhéroes femeninas, princesas salvadoras de príncipes, etc. Todas las influencias variadas y enriquecedoras que les pongamos a nuestros hijos serán pocas, para que, como expone Davies: “se pueda ampliar la definición de “masculino” y “femenino” hasta transformar su carácter bipolar en bimodal (dos formas de ser que se superponen parcialmente”[7]

 

4.2 Los cuentos feministas y cómo los ven los niños

 

Según Davies existen dos tipos de cuentos feministas:

 

1)  El subtexto se transforma en texto, y el cuento se convierte en una historia acerca del género. Con este tipo de cuentos se corre el riesgo de que la línea narrativa que el cuento ejemplifica despierte escaso interés en los niños. Ejemplos de estos cuentos son: “Oliver Button es un marica” o “Arthur y Clementine”

 

2)  Las relaciones entre los géneros permanecen relegadas al subtexto, aunque se alteran las metáforas mediante las cuales los niños han llegado a comprender el significado de ser hombre o mujer. Su intención es el desorganizar los valores conservadores y las reglas del proceso civilizador, es decir, desorganizar el orden moral. Ejemplos de estos cuentos son “La nueva versión de Caperucita Roja” (elaborada por Lee en 1983) o “La princesa Bolsa de Papel”

Lo que hemos visto hasta ahora es muy interesantes, pero ¿cómo ven los niños los cuentos feministas? Pues bien, según los datos de Davies, desde la edad preescolar (edad en la que se ha devorado ya muchos cuentos), se ven como algo extraño, algo que no es serio o no es verdad, ya que niños y niñas tienen ideas preconcebidas por otros cuentos de las funciones de hombres y mujeres, es decir, desde que tienen 5 años hacemos a nuestros hijos unos pequeños machistas y a nuestras hijas unas pequeñas conformistas ante el poder masculino. Pasada esta primera etapa, son muchos los casos en que los niños caen en la cuenta de que pueden ser personas aceptadas socialmente, sin tener que seguir los típicos modelos que propone para hombres y mujeres la sociedad, aunque este logro, no servirá de nada si no se continúan exponiéndoles al niño o niña modelos alternativos en otros muchos ámbitos de la vida cotidiana.[8]

5. El mundo Disney

 

Bienvenidos al maravilloso mundo de Disney, donde todo es inocencia y educación, donde los sueños se harán realidad, donde a las princesas dormidas por un hechizo la despierta un apuesto príncipe, donde todo es ilusión y fantasía ¿o no? Pues no señores y señoras, todo es un gran negocio con una clara mercancía: el público infantil y en sus películas se esconden modelos y valores que iremos viendo, pero mucho más que discutibles: sexismo, imperialismo, sumisión, capitalismo y mucho más es lo que se esconde tras películas como “La Bella y la Bestia”, “La Sirenita”, “Aladdin” o “La cenicienta”.

 

Tampoco nos extenderemos mucho en este apartado, con el fin de que sea más válidas nuestras conclusiones que los estudios ya realizados, sin más comenzaremos a desglosar lo que de verdad está detrás de las películas millonarias de la factoría Disney y lo que su mundo oculta.

 

5.1 Su relación con los valores y el imperialismo estadounidense

“Mucho se ha hablado del universo de Walt Disney como un potente transmisor de los usos y modos de la cultura americana, transmisión que redobla su fuerza al dirigirse, emboscada en un rostro entre amable y deslumbrante, a aquellos cuyos recursos defensivos son más escasos, a los niños, si bien en los tiempos que corren la protección crítica frente al adoctrinamiento parece tan parca entre los padres como entre los infantes. Serán los efectos de la globalización.

Esta transmisión cultural quizá fue en tiempos pretéritos sutil, hija de tenues combinaciones de colores y músicas, de gestos y detalles, pero parece que los efectos se resienten que el equipaje cultural que se necesita incluso para ser adoctrinado escasea cada vez más, y por lo tanto hay que aumentar la dosis, ir al grano, sin rodeos. Es así que las filigranas más o menos artísticas han dejado paso a la sal gruesa, y a poco que abramos los ojos se hace más que evidente el armamento ideológico que nos apunta apenas disimulado tras las inquietantes fachadas de las películas Disney.” (Moreno). En efecto, muchos son los valores imperialistas que nos hacen llegar desde las películas Disney, entre ellos destacan los siguientes:

 

–             La sumisión: El conformismo se hace habitual en estas películas, el mensaje está claro: a “mamar” lo que se te ponga por delante y punto. Esto se puede ver en películas como “Toy Story”. Ahora no estamos hablando de una sumisión sexual, sino que hablamos de una sumisión vital, donde cualquier esfuerzo por mejorar o revelarse ante el poder establecido han desaparecido, unos están arriba y otros abajo y la única movilidad que se permite es por amor. El pueblo siempre sale mal parado y casi nunca tiene ninguna importancia. Por último, ¿Quién no recuerda el “Hakuna Matata, ningún problema debe hacerte sufrir”, es decir, existen los problemas pero no deben hacerte sufrir, o lo que es los mismo, resignación (Mariano Romero).

 

–             El imperialismo: Es curioso ver en películas étnicas como “Aladdin” o “pocahontas”, la americanización de personajes, diálogos y valores. No se tiene en cuenta las culturas donde se quiere reflejar una historia, ni sus rasgos originales, ni sus creencias, todo esto desaparece de un plumazo para convertir a todo y a todos en una  “mini-sociedad” americana idealizada.

 

–             El Capitalismo: La idea de que el dinero y el lujo no dan la felicidad es un argumento muy trabajado por Disney muy hipócritamente. Las altas esferas sociales y pudientes se hacen imprescindibles para entender el éxito social y amoroso en muchos de sus filmes. En “La Bella y la Bestia” o en “La Cenicienta” se puede ver esto claramente, e incluso en “La Sirenita”, se vende la idea de que “si tu quieres ser feliz, entonces tienes que pagar”, ya que para poder tener piernas, Úrsula tuvo que cambiarlas por su voz para seguir a su amado en la tierra (Mariano Romero).

 

–             Los regímenes políticos: Como ya apuntamos anteriormente, los cuentos en general y los de Disney en particular hacen una apología clara de la monarquía (es decir, el poder de una sola persona, independiente al sentir del pueblo), pues bien, aunque EE.UU. nunca ha tenido rey, no cabe olvidar que su sistema “democrático” (por llamarlo de alguna forma) es bipartidista con líderes carismáticos y una vez que llegan al poder, se olvidan los partidismos, para que así todo el pueblo le rinda una pleitesía en otro ningún lugar dada a un líder político, el presidente, el rey del mundo. Como ejemplos pondremos el que destaca Mariano Romero: En el Rey León, la lucha se establece entre la monarquía hereditaria y Scar, el león que osa dar un glode de estado en alizanza con las hienas que le dicen en un momento determinado “¿quién necesita un rey?” y entonces Scar le contesta: “Idiotas, sí habrá un rey. Yo seré el rey”” (Mariano Romero, p.10)

 

5.2 Los grandes fallos sexistas de Disney (ahora y siempre)

 

Desde luego, a Disney se le puede acusar de muchas cosas, menos de progresista. Nunca ha buscado subsanar sus errores arcaicos y pasados de rosca respecto a las desigualdades sexista, pero además de no darles importancias, parece que cada vez los apoya más.

 

Mariano Romero (P.7) aporta algunos datos interesantes sobre este tema: “El tratamiento que recibe la mujer en estas películas es bastante negativo…//En La Bella y la Bestia se dicen cosas como: “El pueblo entero lo comenta: no está bien que una mujer empiece a tener ideas y a pensar”…//El tema de la curiosidad femenina también es tratado como un tópico…//Tanto en Blancanieves, en La Bella durmiente, como en La Cenicienta, la mujer es salvada…// de las 23 películas, sólo en 10 aparece una mujer como protagonista o co-protagonista, pero sus papeles siempre giran en torno a los hombre: Blancanieves, Alicia en el país de la maravillas, Peter Pan, Mary Poppins…”. Pues sí, después de esto, poco más cabe decir. Los roles de las mujeres siguen estando estereotipados, apenas ocupan puestos laborales, ni de importancia… es decir, se les puede acusar de los mismos (y aún más) fallos de los cuentos tradicionales, pero con el agravante de que estos cuentos de Disney se hacen ahora, en el año 2002 y los tradicionales llevan ya hechos algunos añitos más.

Por su parte, Giroux, hace nuevas aportaciones para entender la figura de la mujer en los filmes de Disney, tales como: “Las representaciones que Disney hace de las mujeres buenas y malas parecen modeladas por la oficina editorial de la revista Vogue”, es decir, que lo único moderno que hay en las películas de Disney son los ideales de belleza y la forma de vestir. También expone lo siguiente este autor: “Uno de los mensajes más controversiales que se entretejen en los filmes animados de Disney se refiere a la descripción de niñas y mujeres. Tanto en La Sirenita como en El Rey León, los caracteres femeninos están construidos dentro de géneros estrechamente definidos. En estas películas todas las mujeres están finalmente subordinadas a los hombres, y definen su sentido del poder y del deseo casi exclusivamente en términos de las narrativas masculinas dominantes. Por ejemplo, modelada según una anoréxica muñeca Barbie, Ariel. Otro ejemplo está en la vida de Jazmín está casi completamente definida por los hombres, y al final, su felicidad está asegurada por Aladino.

El tema del género se complica más en La Bella y la Bestia. Bella, la heroína de la película, es representada como una mujer independiente trasladada a un pueblo francés del siglo xviii. Considerada extraña porque siempre tiene su nariz metida en un libro, es perseguida por Gastón, el último y típico macho vanidoso del Hollywood de los 80. Bella lo rechaza, pero al final ella se enamora de la Bestia, quien la tiene cautiva con la esperanza de que se enamore de él y rompa con el embrujo. Bella no solamente se enamora, también lo «civiliza» enseñándole cómo comer adecuadamente, a controlar su temperamento y a bailar.”

Desde luego, son muchos los fallos que ha cometido y que seguirá cometiendo la factoría Disney con respecto al sexismo, pero mientras no hay voluntad de mejorar, obviamente nunca se hará.

 

5.3 Críticas al gran negocio Disney

 

Como es de suponer con todo lo expuesto ya sobre esta compañía que las críticas no son una novedad en la vida de Disney. Colectivos feministas, libertarios, algunos partidos políticos e incluso ecologistas y críticos de cine están totalmente de acuerdo de que el gran negocio de mercaderes de niños que lleva a cabo la factoría debe terminarse cuanto antes.

 

Actualmente, gracias a los nuevos medios de comunicación, como Internet, el luchar por una causa así es relativamente factible, aunque las limitaciones sean las de siempre, pero por lo menos, aquí casi nadie puede callarte (menos la LSSI, que actuará del censurador del S.XXI), de este modo, muchas son las voces que en este ámbito se levantan para protestar contra Disney y su mundo.

“Si no te gusta Disney, lo mejor es que no lo consumas”, este es uno de los consejos que se dan en algunas de estas webs, como no ver sus películas, no comprar su merchandising y por supuesto no visitar sus grandes complejos como “Disneyland” o el que han abierto hace poco cerca de Madrid.

La realidad es esta, si fomentas sexismo, tendrás sexismo. Si no te importa vivir en un mundo globalizado por los productos y valores “yanquis”, sigue adelante, pero cuando tu hija quiera ser de mayor ama de casa, no te preguntes “¿en qué he fallado?”

 

6. Alternativas actuales a Disney

 

Siendo sinceros con nosotros mismos, la verdad es que el mercado de las películas infantiles está prácticamente copado por completo por la factoría de Walt Disney, lo que hace difícil, junto con los bombardeos impresionantes de publicidad de sus películas, escapar de sus garras, y sobre todo si se tienen hijos pequeños. Pero, ¿no se puede hacer nada?, ¿nadie hace películas de dibujos animados diferentes? Pues afortunadamente sí, (aunque eso de afortunadamente tampoco es para gritarlo mucho) y eso mismo es lo que vamos a exponer en éste, el último punto antes de comentar nuestras propias observaciones.

 

6.1 Otras compañías como Dreamworks se aprovechan de los fallos de Disney 

 

Desde luego críticas como la de Pablo del Moral (Cinecanto) animan el buscar otras compañías y otras formas de entender la infancia que la de Disney: “Desde el aspecto mercadológico, «Atlantis» es un triunfo más de Disney: producto mediocre empujado masivamente en la cara de su público infantil. Como narrativa familiar es execrable. Con películas infantiles de la talla de «Shrek», «El Gigante de Hierro» o «El Servicio de Entregas de Kiki», parece mentira que Disney no se dé cuenta de que su fórmula es obsoleta y tal vez el opuesto total de la intención inicial de su venerable fundador, también un astuto negociante sin lugar a dudas, pero con mayor integridad en los que respecta al arte que con tanta vehemencia promovió. Mejor lleve a los niños a ver «Shrek» por segunda ocasión”. Bueno y ¿de dónde sale la famosa película “Shrek”, que este autor nos señala? Pues bien sale de la factoría Dreamworks, fundada por un antiguo miembro ejecutivo de Disney, Katzenberg junto con el famoso director Spielberg, ambos con un mismo objetivo: “Acabar con Disney” (Sartori).

 

Esta factoría ha sacado ya algunas películas como “El príncipe de Egipto” (gran fracaso), “Hormigaz”, “Chicken Run” y últimamente “Shrek”. A excepción de la primera, estas son películas que nada tienen que ver con la factoría Disney, incluso fueron acusados de “comunistas” por esta factoría (palabra que es un gran insulto para los estadounidenses). De esta forma, este autor pretende ridiculizar los arcaicos ideales de Disney con dibujos animados frescos y modernos, pero tampoco exentos de críticas, ya que no cabe olvidar que fue el mismo Katzenberg el que produjo películas como “Pocahontas” o “La Bella y la Bestia” en su época en “DisneyLand”.

 

Y aunque no sea mucha, esta es, prácticamente la única competencia a nivel mundial que tiene Disney con los dibujos animados, y digo a nivel mundial, porque por ejemplo, aquí en España se producen algunas películas de dibujos animados de corto presupuesto, que tampoco tienen mucha repercusión, exceptuando alguna como “Manuelita”, de la que más vale no hablar, pues de competencia con Disney tiene poca, sino todo lo contrario, esa sí que es una película sexista.

6.2 ¿El negocio está en lo tradicional? ¿Se acabará alguna vez el sexismo en las películas de dibujos animados?

Desde luego, que respecto a la primera pregunta, se demostró con la película “Shrek”, una película de todo, menos tradicional, que no es necesario seguir machacando una y otra vez lo mismo para tener éxito, lo que pasa es que si mediante campañas de publicidad nos convencen y encima no nos damos cuentas de los perjuicios que pueden llegar a tener las películas de Disney, éstas nunca cambiarán.

 

Para terminar, exponemos la reflexión de Pedro Bravo-Elizondo[9] sobre el verdadero final de los cuentos:

 

“Blancanieves se negó a ser sirvienta de los enanos, y no le permitieron entrar a la casita. La Cenicienta demandó por maltrato a su madrastra. “Sin escopeta, no entro al bosque,” dijo Caperucita, después que el Lobo la siguió por primera vez.

(Su abuela, nunca abría la puerta sin asomarse antes). Piel de Asno se atrevió a denunciar el incesto de su padre. La Sirenita no murió de amor. Tampoco se ilusionó

con que un príncipe se casaría con ella. Cuando La Bella conoció a La Bestia, lo quiso tal cual era, Sin esperar milagros de ninguna clase. Ricitos de Oro ni se atrevió a probar la sopa; Los osos la habrían devorado de inmediato. La Princesa del Guisante no aceptó dormir sobre tantos colchones, y les gritó que si dudaban de su linaje, se fueran todos al infierno.  Alicia, jamás viajo al País de las Maravillas

Y La Bella Durmiente se acostó aburrida, porque nunca le permitieron hacer lo que quería. Estos son los cuentos, hija mía. La vida se encargará de contártelos.”

 

7. Análisis de algunas películas de Disney

 

A continuación exponemos el análisis de dos películas de esta factoría:

 

7.1 Análisis de “La Bella y la Bestia” 

 

NÚMERO DE PERSONAJES

En total  serían unos 26 personajes.

NÚMERO DE PERSONAJES FEMENINOS

Los personajes femeninos son 8.

NÚMERO DE PERSONAJES MASCULINOS.

Los personajes masculinos son 18.

DESCRIPCIÓN EXPLÍCITA DE LOS PERSONAJES FEMENINOS.

Bella es guapa, soñadora, trabajadora, curiosa, débil, valiente, lectora asidua de novelas fantásticas y de dulce voz.

Chicas del pueblo son exuberantes, guapas, coquetas, tontas o poco inteligentes y buscan a toda costa un marido.

Mujeres(del pueblo)son gorditas, con delantal y cesta, no hablan mucho y la mayoría solo sale comprando.

Mujer convertida en armario siempre sale sonriente, con la voz muy dulce y es tímida.

Señora Pott es una buena madre, buena persona, trabajadora, perfeccionista, gordita(como todas las mujeres de cierta edad en la película.

La mujer plumero es exuberante, sexy, no habla demasiado, solo se deja seducir(es un paralelismo con las mujeres del pueblo)

DESCRIPCIÓN EXPLÍCITA DE LOS PERSONAJES MASCULINOS.

Gastón es fuerte, guapo, rudo, no es inteligente, cazador, sin modales, presumido, malvado, calculador…

Bestia al principio es grosero,  sucio engreído, descuidado, es un ser malvado. Tras la llegada de Bella al castillo se transforma en un ser más educado, gentil, hasta que tras el hechizo se vuelve guapo.

Ayudante de Gaston es bajito, gordo, malvado, sin personalidad y encantador.

 

 

DESCRIPCIÓN EXPLÍCITA DE LOS PERSONAJES MASCULINOS.

Padre de Bella es bajito, gordito, su profesión es científico, la gente dice que esta un poco loco.

Ayudante de Gastón bajito, gordito y feo.

Ding-dong es rigido, gordito y cascarrabias.

Lumiere es delgado, seductor y divertido.

DENOMINACIÓN DE PERSONAJES FEMENINOS

-Mujer de…

-madame…

-hija de…

-o por la labor de su marido.

DENOMINACIÓN DE PERSONAJES MASCULINOS.

Los hombres son denominados por su profesión o por su labor en el castillo.

CARACTERÍSTICAS COGNITIVAS DE LOS PERSONAJES FEMENINOS.

Bella es soñadora, buena y tranquila.

Chicas son tontas y fantasiosas.

Señora Pott es buena, dulce y perfeccionista.

CARACTERÍSTICAS COGNITIVAS DE LOS PERSONAJES MASCULINOS.

Gastón es malvado, engreído, calculador y tozudo.

Bestia al principio era necio, engreído, malvado, pero al final se convirtió en bueno y bondadoso.

Ding-dong es rigido e inseguro.

Lumiere es atrevido y seductor.

Padre de Bella es bueno, despistado e inteligente.

ESTEREOTIPOS LIGADOS A PERSONAJES FEMENINOS.

-Chicas guapas son tontas.

-Mujeres solo ayudan al marido, o se dedican a su casa e hijos.

-Mujeres pueden expresar sus sentimientos.

-Mujeres no deben leer.

 

ESTEREOTIPOS LIGADOS A PERSONAJES MASCULINOS.

-Chico guapo tonto.

-Hombres trabajan y luchan.

-Hombres no lloran.

7.2 Análisis de “David y el Gigante de Piedra”

CRITERIOS:                                    

“David y el gigante de piedra”

N° de personajes

      15

N° de personajes femeninos                                

       4

N° de personajes masculinos

       11

Denominación de los personajes femeninos.

Por su aspecto externo al usar una determinada prenda de vestir (delantal) y por su parentesco (madre e hijas)

Denominación de los personajes masculinos

Por su oficio: Alguacil, Alcalde, zapatero,…

Descripción explícita y características cognitivas y de la personalidad de los personajes femeninos

Tía Sara: Tierna, poco inteligente, dedicada a las tareas del hogar.

3 primas: Presumidas, tiernas, ingenuas, influenciadas por la madre.

Cabra: Vieja y débil.

Zorra: Dependiente, astuta.

 

Descripción explícita y características cognitivas y de la personalidad de los personajes masculinos.

Tío Steven: Despistado, ingenuo, trabajador, poca personalidad (se deja influenciar por su esposa y los demás hombres)

David: Aventurero, valiente, inteligente, atrevido, “es el héroe”

Brujo: Astuto, malvado, ambicioso, sabio, malhumorado, creador.

Diablillo: Despistado, ineficaz en sus hechizos a excepción del último, ayuda a David a terminar con el brujo, simpático, gracioso.

Alcalde: Sabio, poderoso.

Estereotipos asociados a las figuras femeninas

Tiernas, obedientes, débiles, dependientes de los personajes masculinos, eficaces en las tareas del hogar.

Estereotipos asociados a las figuras masculinas.

Dos tipos:

a)     David y El Brujo: Valentía, inteligencia, sabiduría, astucia, seguridad.

b)     Los demás: Ocupados en sus tareas (oficios fuera del hogar), débiles, ingenuos, obedientes .

 

 

Repercusión de la narración para los personajes Femeninos.

 Dedicadas a las tareas del hogar.

 Salvadas por los hombres.

Repercusión de la narración para los personajes Masculinos.

Son los vencedores y los salvadores.

 

 

OTRAS OBSERVACIONES:

 

FRASES A DESTACAR:

 

·        ¿Qué haríais vosotras sin mamá? (Tía Sara)

·        Casaré a mis hijas, tres maridos que las merezcan. (Tío Steven)

·        Están bien educadas para hacer las tareas del hogar. (Tío Steven)

·        Papá: ¿Nos has encontrado marido? (3 primas)

·        … Pero, yo necesito un marido…(Tía Sara)

·        Yo sabía un conjuro para casar jovencitas.(Diablillo)  

 

OBSERVACIONES:

 

·        Los hombres están siempre en la calle y las mujeres en la casa

·        En ningún momento se ve a alguna mujer por la calle

·        Los oficios de fuera de casa son llevados a cabo por los hombres.

·        El padre (tío Steven) no conoce el nombre de sus propias hijas (3 primas)

 

CANCIÓN A DESTACAR:

 

En realidad no importa que nos trae, solo queremos una cosa

Sabes que buscamos día y noche sin parar                                 ESTRIB.

Sabe cual es nuestra ilusión: Un Novio                                            

 

Me llamo Dona y lo mío es cocinar  

 

En realidad no importa que nos trae, solo queremos una cosa

Sabes que buscamos día y noche sin parar

Para amar y servir un buen partido: Un Novio

 

Me llamo Dana y nadie me gana en coser y bordar.

 

Sabes que soñamos y deseamos sin cesar

Ser la esposa de un amante tierno y apuesto marido.

 

Me llamo Dina y mantengo limpio el hogar.

 

8. Conclusiones

8.1 Conclusiones del análisis de “La Bella y la Bestia” 

Las conclusiones extraídas del film “La Bella y la Bestia» de la factoría Disney, desde el punto de vista de los valores sociales que estas películas distribuyen de forma implícita.

 

  En primer lugar se observa claramente la mayoría de personajes del genero masculino, donde hay 8 mujeres y 18 hombres.

 

   Luego se debe comentar que por término general los personajes masculinos se caracterizan por ser personas con cierto temperamento y seguras de sí mismas, sin embargo las mujeres son más tranquilas y pacificas, además de estar supeditadas de mayor o menor forma a los hombres. Por ejemplo las muchachas del pueblo están de algún modo dirigidas por su inmenso deseo de matrimonio, por ello no entienden de ninguna forma la actitud de Bella de no querer casarse con Gastón, para ellas su sueño es supeditarse a un hombre(“esa chica es tonta es guapísimo”). Bella aunque tenga esta actitud un tanto progresista en el fondo también quiere o de algún modo necesita esa protección masculina, en un primer momento la adquiere de su padre y luego de la Bestia.

 

De algún modo el único valor que al final adquiere la protagonista es el de haber resuelto los problemas del hombre y de forma implícita los suyos, pues casarse con un hombre rico, guapo, encantador es el orgullo de cualquier familia(esto es lo que se solía decir, en este caso cuenta el amor, sin embargo, en otros no.)

 

   Habría una cosa muy interesante de resaltar esta es la forma en que las madres de los protagonistas en los cuentos, aquí también, desaparecen del relato a veces sin explicación alguna quedando el protagonista o la protagonista bajo la tutela del padre. Esto ha sido explicado por numerosos autores es una forma de reprimir el hecho de la maternidad y es una forma de reforzar el poder masculino. Por ejemplo las madrastras son malas por querer adoptar una posición de maternidad constante, y se le castiga dotándoles de características maléficas. Las hadas sin embargo, no son madres no poseen  sentimientos maternos, por ello son personajes buenos. En el film el único papel ligado a la maternidad es el de la señora Pott, pero este personaje es un tanto secundario, sin embargo, si lo estudiamos bien transmite un estereotipo sexual como es el de la mujer como ama de casa(ella como ama de llaves) y madre dedicada a la vez, sin ayuda del padre que ni siquiera aparece en el relato.

 

Si nos centramos más en estudiar los estereotipos que aparecen en la película observamos datos muy relativos:

 

  Los estereotipos ligados al género femenino como término general destacan, como característica principal de las mujeres jóvenes y guapas del pueblo que son tontas (“todo el pueblo lo comenta no es bueno que una mujer lea, empieza a tener ideas, a pensar…”), presumidas y que buscan marido de cualquier forma, con excepción de Bella la cual parece ser la más independiente(“no me casare, quiero conocer mundo”) pero como destacamos anteriormente no es así. Por su parte las mujeres de cierta edad son solamente simplemente madres y trabajadoras de casa, no se las dota * *de ningún rasgo. Además las mujeres, al contrario que los hombres, lloran en la película cuando acecha el peligro de la Bestia.

 

   Destacan además un estereotipo ligado a la nacionalidad en el caso de las mujeres francesas las destaca como exuberantes, hablan poco y se dejan seducir con facilidad.

 

   Después de toda información acerca de las características de las mujeres y de los roles que deben cumplir las niñas no obtienen, desde nuestro punto de vista, un buen ejemplo.

 

   Los estereotipos ligados al género masculino son simples los chicos guapos no son inteligentes Gastón por ejemplo solo piensa en casarse y cazar nada más(le dice a Bella que sabe que su sueño es casarse con el tener diez hijos, muchos perros y masajearle los pies cuando el llegue a casa), los hombres son los que trabajan y defienden de cualquier peligro.

 

   Los estereotipos ligados a la nacionalidad para el género masculino destacan que los franceses son seductores, educados y juerguistas; los ingleses son trabajadores, responsables y un tanto aburrido.

 

Que estereotipo se le aporta a los chicos, que ellos solos son los que deben trabajar y defender la casa, que preocuparse por su aspecto(para estar guapos) los convierten en tontos, aparte de generalizar unas características determinadas a los habitantes de un país.

 

   Como último destacaremos el papel de los empleados los cuales son explotados y desde mi punto de vista, tratados mal por su jefe, al cual llaman AMO como si fueran esclavos. Sin embargo, ellos en ningún momento protestan por su situación, solo acatan ordenes, esto da una información muy negativa a los niños lo muestran como una situación* *normal, como si el abuso en un trabajo no fuera nada malo como si todos nos debiéramos acostumbrarnos a dicha situación y no protestar, por supuesto.

 

   Desde nuestro parecer este film “La Bella y la Bestia” no es un buen ejemplo para los niños de todo el mundo pues dan una visión totalmente equivocada de lo que son las características de hombres y mujeres, las características de los ciudadanos franceses e ingleses. Instan a las niñas a no leer para que la gente no las vean como unos bichos raros, la única alternativa que da es buscar marido y complacerle. A los niños por su parte le consolidan en su masculinidad, como seres fuertes, encargados de preservar y proteger a las mujeres y al sistema social impuesto.

 

8.2. Conclusiones del análisis de “David y el gigante de piedra” 

En la película se ve reflejado como quieren marcar los estereotipos entre las mujeres y los hombres.

Las mujeres nos las muestran a lo largo de la película metidas en las tareas de la casa, limpiando, cocinando…; También hay que destacar que nunca se ven paseando por la calle ó en las reuniones con el alcalde del pueblo.

Nos muestran a un estereotipo de mujer que solo busca MARIDO,  y que simplemente sirve para servirlos a ellos, y para las tareas del hogar.

Quieren hacernos ver que la única mujer que existe es ésa.

Mientras que a los hombres nos los enseñan como los dueños de todo, se encargan de todos los oficios: Zapatero, pescadero, herrero…incluso modista que podría ser más un trabajo de mujer en la película de este  trabajo se encarga un hombre, este es algo que podemos destacar ya que en pocos cuentos maravillosos sale un hombre con este oficio.

En resumen: Desean seguir enseñando el mismo estereotipo de mujer, Ama de casa y que solo se debe preocupar del Esposo.

Todo esto nos debe preocupar ya que estas películas van dirigidas para los niños pequeños, los cuales son muy receptivos  y pueden crecer con ese pensamiento, las Niñas de su casa y los hombres los encargados de sustentarnos

¿Para que luchamos por la igualdad si luego nos encontramos con estas películas?

 

8.3. Conclusión final

 

Bueno, esto es todo, la única conclusión final que podemos extraer de todo lo que hemos expuesto hasta ahora es que si queremos algo más y mejor para nuestros hijos debemos  luchar contra la expansión de los valores que nos ofrece Disney, y en nuestro caso, sólo lo podemos hacer denunciándolo y no participando en su negocio y… colorín colorado este cuento se ha acabado.

 

9. Bibliografía

 

* Association Européenne du coté des filles: ¿Qué modelo para las niñas? Una investigación sobre los libros ilustrados. Archivo en formato Acrobat Reader.

 

* DAVIES, Bronwyn (1994): Sapos y culebras y cuentos feministas. Los niños de preescolar y el género. Madrid: Ediciones Cátedra

 

* DEL MORAL, Pablo.  Crítica a Atlantis. De la web www.granavenida.com/labutaca/films/5/atlantis.htm visitada el 30/3/2002.

 

* DIONISIO VÁZQUEZ, Antonio Jesús. Los derechos femeninos. Extraída de la web http://www.portaloaca.com

 

*DURÁN, Teresa. Entre brujas y hadas. Revista Cuadernos de Pedagogía. Noviembre de 1986

 

* Fichas sacadas de un trabajo editado en la red. www.cica.es/aliens/revfuentes/tema3.htm.

 

* GIROUX, Henry. La cultura infantil y el maravilloso mundo de Disney. De la web http://www.semarnat.gob.mx/cecadesu/editorial/gaceta/gaceta_0554.shtml#cultura_infantil visitada el 12/4/2002

 

*MARIANO ROMERO, Francisco Jose. Análisis del contenido ideológico de los largometrajes de dibujos animados presentados en formato de vídeo bajo la firma Walt Disney. Revista Kirikiki.

 

* MORENO, Marcial. La moral de Disney.

 

* PARADINAS, Eduardo. La opinión de España sobre los juegos. De la web www.meristation.com/noticias/noticias.htm del 21 de Febrero del 2001.

 

* PULEO, Alicia H. (1993): “Género” en A. Puleo (coord.), La Filosofía desde una perspectiva no androcéntrica (p.158). Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia

 

* SARTORI, Beatriz. Shrek, un cuento irreverente. De la web http://www.el-mundo.es/navegante/especiales/2001/shrek/pelicula.html visitada el 1/4/2002

 

 


[1] SALTZMAN, Janet (1992). Equidad y género. Una teoría integrada de estabilidad y cambio. Madrid: Cátedra, pp.44-46 (traducido por María Coy).

Cita extraída de Puleo, p.10

[2] Wex, M. (1979): Let’s take back our space. Female and male body language as a result of Patriarchal Structures. Berlín: Frauenliteraturverlag Hermine Fees.

Cita extraída de Davies, p.26

[3] Respecto a estos experimentos, se pueden encontrar algunos expuestos en Davies, pp. 28-35

[4] Datos extraídos de la Association Européene du coté des filles (AECF)

[5]  Datos de la AECF

[6] Datos recogidos de la AECF y de Mariano Romero

[7] Todos los datos de este punto están recogidos del capítulo VI de Davies

[8] Se pueden encontrar otros muchos cuentos feministas al final del libro de Davies, aunque la mayoría en inglés

[9] Extraído del artículo con título “Cuentos de Hadas en tiempo de la dictadura uruguaya” de la página web http://dramateatro.fundacite.arg.gov.ve/ensayos/dictadura.htm

 

 Miguel Ángel Gómez

Análisis de las películas: Lourdes Grimaldi, Mayte N., Fani López y M.C. Gómez

Con la colaboración de Rubén Dávila

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