Crónica de la XVII Marcha a la prisión de Teixeiro

El pasado 14 de enero se realizó un año más, y van 17, la ya tradicional marcha a la prisión de Teixeiro, donde compañeres llegades de toda Galicia e incluso de otras partes del Estado nos dimos cita de nuevo para gritar contra las cárceles y transmitir nuestra solidaridad con las personas allí encerradas, en una de las cárceles tristemente famosas por sus inhumanas condiciones y por ser el triste e ignominioso lugar donde tantas personas presas, entre ellas el compañero Xosé Tarrío, vieron acabar sus días.

La marcha arrancó desde el habitual lugar de reunión con un poco de retraso, causado por nuestros siempre fieles amigos de la Guardia Civil que, como todos los años, tampoco quisieron faltar a la cita, parando uno por uno cuantos vehículos vieron acercarse y registrando el interior mientras los agentes del GRS (Grupos Rurales de Seguridad, élite picoleta) nos observaban encapuchados y con metralletas (no pasa nada, entendemos que lleven armamento de tal calibre como rifles de asalto, es por seguridad, no vaya ser que un reducido grupo de activistas decidiéramos asaltar el talego armades sólo con pancartas y banderas). También intentaron confiscar la pancarta, ya que según ellos, el lema de esta, “Abajo los muros de las prisiones · Las cárceles son centros de exterminio”, era “apoloxía” (de qué no nos lo quisieron decir, a lo mejor era apología de la apología). Al final, los beneméritos cedieron y dejaron la pancarta donde estaba, no sin antes advertir que darían parte en la subdelegación.

Tras este lamentable incidente, finalmente pudimos comenzar. La marcha se desarrolló normalmente, con una afluencia de gente ligeramente menor a otros años pero igualmente llena con las voluntades combativas de alrededor de 60-70 personas que llenaron con sus gritos, pancartas y silbidos la podrida atmósfera de represión y soledad que cubre la cárcel de Teixeiro. Tras un largo rato gritando e intentando hacernos ver y escuchar por las personas presas, decidimos que era hora de regresar a los vehículos para comer algo en algún sitio y dirigirnos, algunas, a Coruña, donde esperaba otra convocatoria en la plaza del Obelisco, a las 17:00 de la tarde.

Esta concentración, con una afluencia similar a la de la Marcha, estuvo acompañada de una intervención en el espacio de la plaza pintando con tiza en el suelo el entorno de una celda de aislamiento de las cárceles españolas, marcando el espacio para la cama, el espacio para el baño etc. con la intención de romper con la invisibilización de la tortura en las cárceles y mostrar y exponer a todo el mundo el escaso espacio y la situación de maltrato, privación sensorial y tortura que supone para cualquier persona, y el hecho de que la supuesta voluntad reinsertora no es sino una cruel falacia con la que el poder justifica sus venganzas manteniendo intactas las desigualdades y estructuras autoritarias que originan el delito. El espacio estaba además rodeado de carteles con distintos datos sobre las torturas y maltratos en las cárceles españolas, además de hacer referencia a la situación en otros tipos de cárceles como los CIE o los centros de menores.  Para encontrar y ver más fotografías, podéis mirar aquí (es en el Facebook, si como yo no tenéis cuenta y os salta el cartelito invitándoos amablemente a crearos una, ignoradlo, dadle a donde dice “Ahora no” y listo, no hace falta tener cuenta en el Facebook para ver las fotos).

Tras un buen rató gritando, con banderas y pancartas, la concentración decide arrancar en manifestación de manera espontánea, siendo intervenida rápidamente por los agentes de la policía nacional que informan de que no podemos caminar con la pancarta desplegada, bajo amenaza advertencia de multa. Aceptamos guardar la pancarta y continuamos caminando por la principal avenida comercial de la ciudad con las banderas negras ondeando y nuestros gritos llevando al centro de A Coruña la realidad que medios de comunicación y humanistas farsantes tanto se esfuerzan por silenciar y esconder, incluso ahogando en sanciones económicas y represalias diversas a quien quiera que ose mostrar la verdad de sus eufemismos. Una vez llegades a la plaza de María Pita, delante del edificio del Ayuntamiento, la manifestación se disolvió sin lamentar (ni celebrar) incidentes.

De allí nos desplazamos a la recién okupada Insumisa, nuevo Centro Social Okupado y Autogestionado situado en las naves abandonadas de la antigua Comandancia de Obras, en la Avenida Metrosidero, donde pudimos disfrutar horas después de un cenador vegano de arroz con verduritas y de una velada amenizada por Folkólicos y Kostra da Morte, para olvidar la tristeza de la prisión y acumular también algo de alegría y risas para animarnos a continuar en esta lucha larga, tediosa y dolorosa, pero tan vital como la libertad.

Algún día caerán todos vuestros muros, todas esas vallas y alambres de espino con los que intentasteis encadenar el mundo, como quien ata un árbol para impedirle crecer de una manera que no le conviene. Algún día vuestros sueños de dominación serán cenizas, la rabia llenará con vengativas pesadillas esos sueños vuestros de concordia y de hipócrita paz social, y huiréis a esconderos bajo los escombros de vuestros palacios, de vuestros monumentos y de vuestras ciudades. Llegará el día en el que de vuestras ruinas broten otra vez los bosques y todas las vidas y conciencias libres que no permitisteis, allí harán comunidad los deseos, y en esas comunidades no volverán a necesitar muros, ni jaulas, ni amos, ni guardias en las esquinas ni cámaras en los tejados ni fronteras en la tierra. Hasta ese día, que la lucha no pare. Porque la lucha nos devuelve lo que la sumisión robó.

Abajo los muros de todas las prisiones y de la sociedad infame que las necesita.
Por un mundo sin amos, ni esclaves, ni jaulas.
Por la anarquía.

Fuente: Abordaxe!
Traduce: La Rebelión de las Palabras

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio