Tratos crueles, inhumanos y degradantes en la cárcel de Soto del Real (Madrid V)

Como se puede ver en tokata.info, José Ruyman Armas Santana, lleva varios meses -en realidad, muchos años- en lucha contra los abusos de los carceleros. Desde que en diciembre de 2015 denunció a varios carceleros que le habían pegado una paliza, en al cárcel de Monterroso (Orense), viene sufriendo todo tipo de represalias: traslados continuos -que agravan el hecho de que le tienen en la península, cuando él es de Las Palmas de Gran Canaria y allí vive su familia-, aislamiento, malos tratos y torturas como tenerle varios días atado en una cama de “sujeción mecánica”, además de “venganzas pequeñas” como privarle de su televisor o otras pertenencias que, al parecer, se han ido “perdiendo” en los traslados. Ha intentado resistir denunciando al mismo tiempo su situación por medio de huelgas de hambre y de sed, que no han tenido apenas repercusión en la calle a causa de la dificultad en las comunicaciones, ya que su familia vive en Canarias y no puede afrontar a menudo los gastos de viaje y las cartas de dentro a fuera y de fuera a dentro no llegan casi nunca a su destino.

El 29 de septiembre, cuando Rafaela Santana Cruz, su madre,  Jesús Adonay Armas Santana, su hermano, y un amigo, Alexander Velásquez, acudieron a comunicar con él a la cárcel de Soto del Real, no querían dejarles pasar por haber llegado unos minutos tarde. Tuvieron que suplicarle al carcelero de turno que estaba en actitud despótica, haciéndole ver que habían viajado desde Canarias y, teniendo el billete de vuelta comprado, no podrían comunicar más que ese mismo día y el siguiente, después de años sin haber podido hacerlo. Cuando consiguieron ver, por fin, a Ruyman, lo encontraron tenso y asustado, rodeado de carceleros, varios de ellos con cascos, chalecos especiales, guantes y porras en las manos. El muchacho estaba todo amoratado, con hematomas en ojos, cuello, espalda y muslos, marcas de esposas o ataduras en las muñecas y tobillos y una herida reciente en una ceja, con varios puntos de sutura. Les contó a su madre y hermano que lo tenían encerrado en una celda, amarrado a la cama, sin radio ni televisión, que le estaban torturando y le habían amenazado con ahorcarle y hacer ver ante el juez que se había suicidado. Les pedía llorando que lo sacaran de allí. Pudo hacerles llegar dos partes médicos de lesiones, con fecha del mismo 29 de septiembre, donde se constatan diversas lesiones, y que “refiere” haber sido agredido por los funcionarios.

Lo mínimo que podemos hacer es escribirle al compañero para darle ánimos y que vean que no está solo. La dirección es la siguiente:

José Ruyman Armas Santana

Centro Penitenciario Madrid V

Carretera M-609, km. 3,5

28791 Soto del Real (Madrid)

También se puede llamar a los teléfonos de la cárcel interesándose por él:

91 844 77 00; 91 335 60 99; 91 844 77  58

O enviar fax:

91 844 78 0391 844 77 12

Y lo mismo al juzgado de vigilancia correspondiente:

Juzgado de Vigilancia Penitenciaria nº 2 

Plaza de Castilla, 1

28037 Madrid

Teléfono: 91 493 36 84

Fax: 91 493 36 85

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tokata.info

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